lunes, 16 de enero de 2017


ÚLTIMO

El último romántico


Ültimo, se llamaba así porque había sido el primer hijo.
-Y último, -había precisado de inmediato su madre en cuanto recuperó el conocimiento tras el parto.
De manera que fue Último.

Después vinieron cuatro más, los dos siguientes, fueron naciendo con dos años de diferencia, por lo que Penúltimo, era dos años menor que Último; y Antipenúltimo, cuatro. Los dos restantes, nacieron mucho más tarde y ya en plena época de post guerra, el primero de ellos, Primero, doce años menor y, el segundo, Segundo, dieciséis.
Cuando Último tiene dieciséis años, corriendo el año 1945, muere el padre y deja huérfanos a los cinco, con Segundo de pocos meses en la cuna, disfrutando de la delicias de haber nacido, aunque con una madre desgraciada que no sabía cómo alimentarle, pues el hambre, la guerra, la peste y la muerte, -las cuatro en conjunción-, habían secado sus pechos.
Víctima también de los cuatro agentes siniestros acabados de mencionar, moría en 1977 Antepenúltimo, a los cuarenta y seis años de edad, la misma edad que murió el padre. Quedaban a partir de entonces cuatro hermanos. La madre había muerto unos años antes, con lo que se libró de es dolor inmenso que una madre suele sufrir cuando un hijo se le muere.
Último solía cantar:
Silencio en la noche, ya todo está en calma, el músculo duerme, la ambición descansa. Un clarín se oye, peligra la patria; al grito de guerra los hombres se matan, llenando de sangre los campos de España. Eran cinco hermanos, ella era una santa, eran cinco héroes que forjó la patria. Silencio en la noche, silencio en las almas.
La cosa fue realmente así: En los primeros días de julio de 1936, aquella familia vivía con estrecheces, pero felizmente. El padre, un pobre obrero, era forjador… Esto me recuerda la FORJA de  Arturo Barea, o UN DÍA DE PLACER de Isaac Bashevis Singer, libros entrañables que hablan concretamente de infancias parecidas en tiempos de miseria.
Último, el mayor de los hermanos, había cumplido los siete años en esa fecha. Eran miembros de una numerosa familia. Su abuela materna había tenido un montón de hijos de los que quedaban solamente cuatro, aparte del abuelo Juan que había estado en la guerra de Melilla. Le contaban que alguno había muerto a raíz del parto y otros por diversas enfermedades en plena niñez. A su abuela le quedaban tres hermanas solteras que ella protegía en cuanto podía albergándolas en su casa. La hija menor era bordadora y con su trabajo ayudaba a mantener a la familia. Una de las tías ayudaba a la bordadora y al mismo tiempo, a ratos libres ayudaba a la madre cuidando de Último y Penúltimo mientras ella se ocupaba de darle el biberón y limpiar la caca a Antepenúltimo.
Así las cosas, no fue un clarín el que sonó aquel día, cosa así de la media noche, cuando todos dormían; sino un horrible estallido desconocido hasta entonces producto de la primera bomba que caía sobre Cartagena. 
Último, algo más tarde cantaba: A las dos de la madrugada, en Cartagena se presentó un aparato fascista a destruir la nación.
Le gustaba cantar. Las madres y las abuelas de aquellos tiempos también cantaban. Meses antes del bombazo, el niño cantaba esto otro que oía a sus mayores:
Si los curas y frailes supieran la paliza que les vamos a dar, se esconderían debajo de tierra gritando: Libertad, libertad, libertad.
Y esto otro:
Arriba los de la cuchara, abajo los del tenedor; nosotros somos comunistas con el martillo y la hoz.
 Esto se lo habían enseñado los dos tíos solteros que también cantaban, aunque tres años después, su voz salía acompañada de esputos de sangre, víctimas de horrible tuberculosis. Pero ya llegaremos a eso.
Estábamos en el bombazo, que fue seguido de otros varios, mientras despiertos, con los ojos saliéndose de las órbitas, las bocas desencajadas, los tres niños preguntaban a los padres qué clase de música era aquella. A pocos metros de su casa había un salón de baile conocido por el nombre del REPUBLICANO, donde sábados y domingos las gentes bailaban y se divertían honestamente, música agradable que les arrulló a partir de su nacimiento. No entendían por tanto, esa otra clase de música.
No obstante, aquella noche era mágica: de las manos del padre, los dos mayores caminaban, mientras corría la madre con el pequeño envuelto en una manta; hacia la rambla, escuchando los silbidos de la metralla, bajo la luz de los reflectores y las bengalas. Les habían dicho que era necesario abandonar la casa, porque al aire libre estaban exentos que esta se cayera y les aplastara. Las estrellas en el cielo aquella noche brillaban, con más intensidad que nunca, según Último observaba. Fue su primer encuentro con la belleza, cosa extraña, dentro del horror, esta siempre muestra su mejor cara. Tendido sobre la arena, mirando al cielo, el niño soñaba. Tendidas junto a él todas las gentes del pueblo reposaban, en silencio absoluto, que sólo era alterado por el cantar de los grillos en los periodos de calma, en que los aviones se habían alejado para volver más tarde con una nueva carga. 
Al día siguiente de aquello, mujeres y hombres por las calles hacían comentarios, sobre la escabechina que se habría producido si alguna bomba hubiera caído sobre aquel desnudo paraje lleno de gente. Algún piloto misericordioso de los que desde su avión lanzaba las bengalas, seguro que les vio y tuvo lástima, desviando sus bombas hacia el puerto y las dársenas, por cuyo motivo hay se puede estar contando esta hazaña.
En los días sucesivos las gentes cuando se producía un bombardeo, ya no acudían allí, pensando sensatamente que fue una temeridad muy grande el seguir aquella idea, que  alguien tuvo y se transmitió de manera instantánea a todo el pueblo, que la siguió sin dar tiempo a reflexionar. Ahora, cada uno buscaba la forma distinta de protegerse. El que tenía una casa de fuertes muros, se quedaba en ella encerrado hasta que acabara el bombardeo. También el que disponía de alguna cueva o cava. Hasta hubo aljibes utilizados para ese fin bajando a ellos por una escalera de mano.
Como medida inmediata, se procedió rápidamente a la construcción de refugios antiaéreos acumulando sacos llenos de tierra o arena formando especie de trincheras tapadas con vigas y más sacos. No eran muy seguros estos refugios y se procedió a continuación, a construir otros, iniciando galerías en las partes bajas de las elevaciones de terreno. Otra opción que algunos adoptaron, fue la de los que tenían familia o amigos en los pueblos y campos alejados unos kilómetros de la ciudad, que se fueron allí con ellos alejándose del peligro de las bombas. Pero esto producía muchas situaciones embarazosas y finalmente se fue tomando la decisión de volver a la ciudad. 
El ser humano tiene una capacidad ilimitada de adaptación a todas las situaciones, aún a las peores. Las gentes, al año de haberse iniciado la guerra, volvieron a la ciudad e incluso, los niños volvieron a asistir a los colegios que se abrieron nuevamente.
Cartagena en aquella época de guerra ardía de entusiasmo: por las calles se cantaba la internacional, el himno de Riego, y muchas cosas más que, Último, con su poquita voz, pero desagradable, se atrevía a entonar. En el colegio había una profesora de música, simpática viejecita cubierta de afeites, que le enseñó a cantar lo siguiente:
La otra tarde en la función cuando el cura predicaba, toda la gente lloraba menos el pobre Simón. -Porqué no lloras Simón, -le pregunta la tía Ustoquia. –Yo no soy de la parroquia como los demás lo son.
De cuantas canciones aprendió entonces, esta era la que más le gustaba. En sus diferencias con los demás niños, se sentía a veces identificado con el tal Simón.
Minutos antes de acabar aquellos tres años de guerra, sus dos tíos mueren en un hospital antituberculoso. Uno de ellos es seguido en pocos días por su reciente esposa y el hijito recién nacido. Dios misericordioso, -según convino toda la familia-, se había burlado  de los victoriosos con su justicia, alejando a los dos hermanos de su alcance, los cuales por sus ideas, los hubieran llevado de paseo, -palabra especial empleada entonces para designar a los que eran fusilados-. Guasa terrible de aquellos tiempos. 
Terminó la guerra y los colegios siguieron funcionando esta vez bajo el régimen de Franco.  Con este cambio, doña Sulta, que así se llamaba la profesora, se vio obligada a enseñar a los niños a cantar el Cara al Sol.
Último, llevado por su amor a la música, fue el primero en aprenderlo, y cantaba:
Cara al sol con la camisa nueva que tu bordaste en rojo ayer, me hallará la muerte si me lleva y no te vuelvo a ver.
Esta terrible alocución se le clavaba en el alma como un cuchillo afilado. No entendía eso, de: me hallará la muerte si me lleva, harto que estaba de ser testigo de muchas muertes. Y menos mal que la profesora, aún a hurtadillas, les hacía cantar a él y los suyos, lo del pobre Simón, aún a riesgo de que la empapelaran.
Las gentes cantaban alegremente por las calles:
Muera Negrín que nos das pan de serrín. Viva Franco que nos da pan blanco.
Último, pese a su amor por la música, no cantaba esta canción pues había algo en ella con lo que no estaba de acuerdo. Era un rebelde.
¡Cuántos niños, como Último, fueron forjados en el férreo yunque de la rebeldía en aquella ocasión!  ¡Cómo nacieron allí miles y miles de hombres de provecho!  Nadie habla de esto. Nadie ha sido capaz de examinar concienzudamente este hecho. ¡Cómo la idea del trabajo y la organización, nació en muchos de ellos! ¡Nadie lo cuenta pero es muy cierto: España se levantó gracias a sus denodados esfuerzos! ¡Formaron serías familias, estudiaron, trabajaron, crecieron!  Honrados padres de familia, dieron estudios a sus hijos, los cuales a la vez fueron, mujeres y hombres buenos!  Las ciudades se fueron llenando con ellos,  que venían llenos de ilusiones de los pueblos. 
Este es el milagro español, realizado a partir del fin de aquella guerra. De una clase pobre, paupérrima, fue naciendo, debido a su ingenio, una poderosa clase media que no quería saber nada de política ni de muertos.
Último, a sus diez años, y uno después de haber terminado la guerra, estaba encantado con las canciones que cantaban las gentes del pueblo tales como esta:

Que si, que si, que si, que si, 
que a La Parrala le gusta el vino; 
que no, que no, que no, que no, 
ni el aguardiente ni el marrasquino.

O esta otra:

Era un rayito de Luna
Que alumbraba el cementerio
Donde reposan los restos
De mi tío Desiderio.
Desiderio, Desiderio,
Siempre triste y siempre serio.
Si no fuera por el rayo
De Lunita que te alumbra,
Qué sería de tu fosa,
Qué sería de tu tumba.
Tumba, tumba, tumba, tumba.

Una tercera:

Rascayú cuando mueras que harás tu
Tu serás un cadáver nada más.
Todas las tardes iba al cementerio
a visitar la tumba de su esposa
y las gentes murmuraban con misterio:
Es un muerto escapado de fosa.

Nunca hubo en España un folklore más grande ni extenso donde miles de canciones, contrarrestaban el hambre y la miseria.
El pueblo español canta
con sudor y sangre en la garganta
cuando aprieta el hambre que espanta. 

Lo fúnebre de estas canciones era algo sumamente divertido para aquellos niños, que acostumbrados a tanta muerte y miseria, no sentían ese asco que los niños de hoy sentirían al cantarlas. La realidad que se disfruta junto a la frontera de la muerte, hace que florezca en los corazones, el sano humor y la sana alegría, y, como consecuencia inmediata, la sana manera de pensar en las cosas de primera necesidad, cuales son el amor al prójimo y la entrega a sagrados deberes.
Y lo curioso del caso, es que aquellos niños espabilados por el hambre y la miseria, esa generación perdida y olvidada de los NIÑOS DE LA GUERRA, se reían de los profesores que intentaban inculcarles la asignatura del espíritu nacional o de los sacerdotes que intentaban inculcarles la doctrina religiosa. Lo sagrado para ellos era el trabajo y la honradez, y sobre todo, vivir lejos de fanatismos y falsas creencias, de odios y rencores.
En los campamentos de verano que organizaba la Falange, los flechas y pelayos cuando por las noches se reunían alrededor de una hoguera a contar chistes y entonar canciones, estas eran algo así como la siguiente:

           Debajo un boton ton ton
            estaba Pepín pin pin,
             había un ratón ton ton
              muy rechiquitín tin tin.

Y hubo un niño tan atrevido, que se atrevió a cantar al jefe de Campamento cuyo nombre era Arriazo, cambiando la letra del tango “Camillero”, tratándole de hombre sanguinario y otros epítetos injuriosos. No le ocurrió nada. El tango empezaba por esta cuarteta seguida de otras varias parecidas llenas de ingenio y humor:

Suenan las trompetas en el campamento
Y los acampados corren a formar,
Si alguno no acude porque llega tarde
A cavar letrinas le van a mandar.

Y al llegar al estribillo en el tango original  los dos primeros versos eran: Camillero, hombre humanitario, que diste tu vida por salvarme a  mi, aquí se convertían en:

Arriazo, hombre sanguinario
que basas tu vida en joderme a  mi…

El caso es que al letrista o letristas inventores de aquello no les pasó nada. Nadie tomó represalias contra ellos que fueron muy aplaudidos y comentados.
En las iglesias venían predicadores a menudo que también hacían cantar a los niños canciones como esta:
Perdón, ooooooh Dios mío, perdón y clemencia, perdón e indulgencia.
Perdón, yaaa mi alma, su culpa confiesa, mil veces me pesa de tanta maldad. 
Último, examinaba su alma y esa gran maldad que decía la canción, no la veía por ninguna parte. Sin embargo las palabras perdón, clemencia e indulgencia, si entraban en ella llenándola de una gran paz y benevolencia, e incluso perfumándola. Eso es lo que sentía este niño. En cuanto a Dios, nunca dejaría de amarle, a pesar de lo que decían por otra parte los libros de Rousseau o de Nietzsche  que leía con fruición. El “Así hablaba Zarathustra”, fue para él un evangelio paralelo al que seguía en las iglesias. Un libro santo. La doctrina educativa de Rousseau explicada por Francisque Vial, libro heredado de sus tíos comunistas, también entraba en su alma perfumándola, haciéndola inmune a la mentira y la maldad. El 93 de Víctor Hugo le presentó a los héroes de la revolución francesa, Dantón, Robespierre, Marat, Camilo Desmouulín y otros. Hubo más libros que le perfumaron, cual la dama de las camelias que le hacía llorar llanto hermoso, o Blanca de Beaulieu, hija de un general de la revolución. Hasta tuvo contacto con el Imperio Austro-húngaro a través de los Misterios de París. Y con el Imperio Romano a partir del Mártir del Gólgota del gran poeta Pérez Escrich. De Madrid, patria querida de todos los provincianos, tuvo noticias a través de los cuatro tomos de la novela EL BUITRE DE LA SIERRA, que también le llevó a sierra Morena donde estaba Juan León el rey de la serranía. Los libros fueron su alimento espiritual, cual el de muchos niños de su generación. Pocos o ninguno de estos niños fueron conquistados por las lecciones de espíritu nacional o de religión que recibían en las escuelas.
Lector consumado y consumido, también en el campamento durante las dos horas diarias de siesta, leyó muchos libros de aventuras extraídos de la biblioteca. 
En el taller de quinientas personas donde ingresó a partir de los catorce años, los operarios también le prestaban libros. Cartagena para Franco era un  lugar terrible al que bien se cuidó de visitar en todo el tiempo de su mandato. Sólo lo hizo un par de veces y protegido por fuerte escolta. Siempre perduró en su memoria el Hundimiento del Castillo Olite, barco que se acercaba al puerto cargado de militares dos o tres días después de terminaba la guerra, y que un cabo o sargento despistado que operaba en una batería, le lanzó un proyectil sembrando aquellas aguas de miles de cadáveres. Para Franco, Cartagena, fue siempre el mayor reducto comunista de España.
Último en la adolescencia, era un romántico. Creía firmemente en el amor, ése que había leído en las novelas, y, hubo de sufrir el primer desengaño amoroso cuando fue despreciado por ser muy pobre él y su familia.
Entonces cantaba lleno de emoción para aliviar su pena, aquello de Irma Vila:
Si por pobre me desprecias, yo te concede razón, si por pobre me desprecias.
Yo no te ofrezco riquezas, te ofrezco mi corazón a cambio de mi pobreza. 
Siguió cantando, la única opción honesta del pobre. Aprendió poco más tarde ya en los bailes donde iba a restregar la cebolleta, canciones tales como “Dos gardenias para ti”, “Angelitos negros”, “La barca de Oro”, todas llenas de un romanticismo atroz, que para él, eran pan bendito.
Dentro de su delirio romántico, siguió cambiando la letra de aquellas canciones haciéndolas suyas con letras propias. Eso le divertía.
Todo ello acompañado de una tremenda honestidad respecto al trabajo, al modo de ganarse las habichuelas. Durante sus cuarenta y siete años de vida laboral, no se produjo ni un solo día de absentismo. Sólo faltó al lugar de trabajo por motivos de enfermedad cuando está aparecía y tenía que guardar cama. Tuvo tiempo incluso de cumplir los dos años de Servicio Militar, de estudiar una carrera. No sólo él, que también le siguieron sus cuatro hermanos.
Seguía cantando aquello de eran cinco hermanos, ella era una santa… y le ponía letras nuevas a medida que su edad avanzaba:
Silencio en la noche, nadie se levanta, todos se han dormido con sucias patrañas. Un clarín se oye, nadie escucha ya, todos de viaje se alejan de España. La han dejado sola y desamparada. Un grito de sangre, sucio se levanta y los pobres hombres dormidos se callan, ya no se acuerdan de tanta desgracia, ahora se rinden a la democracia, porque alguien dijo que es la menos mala. (pausa) ¡Qué mala pata! En los campos de trigo del alma santa, crece una nueva, maldita cizaña.
Ahora estamos viviendo en otros tiempos. Se ha difundido la mentira de que los tiempos pasados fueron funestos, no saben, ¡pobres de ellos!, que el hambre y la miseria son padre y madre de divinos proyectos, que la mentira es hija de la indolencia, de la abundancia, de los estómagos llenos, de las grandes comidas que nos ponen enfermos.
Último sigue viviendo. Quizá sea el último testigo veraz de aquellos sucesos. Último es el Último romántico, pongo como ejemplo.

En Madrid, a 22-6-2017.
Francisco.





El niño de los botones


El abuelo de Diego piensa a veces, que a pesar de su mucha sabiduría, de sus muchos argumentos filosóficos y máximas morales, nunca podrá alcanzar a su nieto por mucho empeño que ponga en ello. Y lo comprueba fácilmente cada vez que llega al final de cada uno de los seis tramos de la meta que con él tiene trazada desde que nació. Pero mantiene la esperanza de que algún momento habrá en que siendo tan corta la distancia, puedan hablar y entenderse.
Diego sabe que el abuelo viene pisándole los talones y a punto estuvo de alcanzarle en la primera etapa de la primera infancia, pero cuando llegó, él ya se había alejado pulsando los botones de uno de esos juegos tan divertidos que  sus complacientes papá y mamá le regalaron la noche de Reyes.
En la siguiente etapa,  el niño seguía llevándole ventaja, alejándose mientras pulsaba los botones del teléfono móvil que le habían regalado sus padres en su cumpleaños.
En la tercera etapa, ya apuntándole el bozo, tampoco le alcanzó. El lento pero seguro carrerista, se había alejado pulsando las teclas del ordenador de bolsillo que sus padres le habían comprado como ayuda a sus estudios, pero que ahora, abandonados éstos, manejaba solamente para seguir los juegos de años antes, y también, para quedar y comunicarse con sus numerosas amistades, chicos que como él, se iniciaban en el agradable campo de la vida sexual.    
En una cuarta etapa, los padres le compran un ordenador grande con impresora, esperanzados en que siente la cabeza y reanude sus estudios, aprovechando cuantas ventajas ni el abuelo ni ellos mismos tuvieron, y que le pueden servir para aprender un oficio, terminar una carrera y entrar en el mundo del trabajo.
En la quinta etapa, no los padres, sino el abuelo, es el que le presta su automóvil para que pueda desplazarse a los colegios y lugares de estudio o trabajo, ya que por desgracia, en estos tiempos, están alejados del lugar donde uno vive, (no como en tiempos pasados que se iba a pie a ellos en pocos minutos).
El resultado es que hace ya veinte años que cuando el abuelo llega puntualmente a un lugar de encuentro, él nieto ya no está. Sabe que ha estado allí, y que ha estado a punto de alcanzarle, pero el nieto ya no está. Y al no estar y no poder hablar con él,  se pierde ese contacto que disfrutaban antaño los abuelos y los nietos, del cual salían estos plenamente beneficiados convertidos en hombres de provecho. Sabe las muchas dificultades por las que atraviesa este descendiente suyo, que  hay crisis de muchas clases: de ideas, de principios, de trabajo, de familia e incluso de entendimiento. Esto último, a pesar de que se dispone de gran profusión de medios de comunicación, cosa que en sus tiempos no había. 
Desesperado, al no encontrarle en la meta final, coincidente con el fin de la sexta etapa, el abuelo ha optado por retirarle el coche, porque se teme y con razón, que el niño de los botones, atropelle a alguien conduciendo y le lleven a la cárcel.

En Madrid, a 20-6-2017   
Francisco





14-6-2017

 

Nuevo libro traducido por Jon Rouco, que me apresuro a adquirir para leerlo, como hago siempre con sus acertadas traducciones al castellano.

 
 

Descripción del producto

 

A menudo en democracia encontramos quejas o críticas por los niveles de corrupción, la incapacidad manifiesta de muchas personas para los puestos que ocupan, la escasa calidad de la educación, la lentitud o falta de equidad de la justicia o el mal funcionamiento de la administración. Lo curioso es que buena parte de esas que podríamos denominar «críticas al sistema» provienen de las personas menos indicadas para formularlas, es decir, de sujetos cuyas propuestas, caso de ser aplicadas, antes que contribuir a la salud del paciente, certificarían de forma definitiva su defunción. O bien abogan por la destrucción definitiva de las instituciones, o bien analizan las deficiencias de ese «sistema» dando por hecho que podría funcionar de otro modo, que los males que lo aquejan derivan exclusivamente de los defectos de los individuos que lo hacen funcionar. 

Émile Faguet parte de la premisa contraria: empieza por poner nombre al «sistema», lo que contribuye a evitar la polisemia asociada al término y facilita su caracterización. Y el sistema no es otro que la democracia. Pura y simple democracia, la más genuina de todas, pues Faguet escribe un siglo después de la Revolución Francesa en el país que la vio nacer, de modo que su análisis es válido para todas las democracias de las sociedades occidentales presentes (incluida, cada vez más, la norteamericana, que Faguet considera en origen una «monarquía constitucional»).

Su punto de vista es el de un individuo soberano e inteligente, que observa con preocupación una serie de tendencias hostiles hacia el talento y el mérito que el siglo de distancia entre que el libro fue escrito y el presente no ha hecho sino acentuar. El mismo individuo que dejó escrito que «…preferiría que me socializaran todas mis propiedades, hasta la camisa, antes que mi persona» concluye que para evitar esto último no hay nada mejor que cultivar un pensamiento libre y autónomo, algo a lo que Faguet dedicó su vida.

Pero ¿y si la propia democracia fuese inseparable de todas las deficiencias que son objeto de crítica, o incluso fuese la responsable de haber promovido la mayor parte de ellas? ¿Y si no fuesen anomalías, sino las necesidades operativas de una democracia que de otro modo dejaría de existir? ¿Qué tipo de democracia es aquella que acaba fomentando el culto a la incompetencia en todos los ámbitos de la sociedad? ¿Existe alguna alternativa viable que respete nuestros derechos y libertades?

Émile Faguet, en el ensayo que se presenta a continuación traducido por primera vez al español, se ocupa de responder a todas esas preguntas, y para ello El culto a la incompetencia analiza diversos aspectos de la democracia y la sociedad francesas buscando el origen y las causas de los males de la democracia. El resultado es sorprendente.

El libro, escrito en 1910, anticipa fenómenos como el igualitarismo, la corrección política o el adoctrinamiento educativo, pero no se queda en la mera crítica: su labor no persigue la demolición, sino la reforma constructiva. Tras identificar y explicar el fundamento de ese culto a la incompetencia que denuncia como la tendencia inevitable de la democracia, propone medidas para contrarrestarlo, y todo ello con un estilo directo y ameno que es el resultado de una valiosa capacidad de síntesis. El estilo de Faguet es el mejor ejemplo de verdadera erudición, es decir, del tipo de sabiduría que permite explicar en términos sencillos cuestiones complejas.
El lector que busque entender mejor la sociedad en la que vive disfrutará del recorrido desde los efectos a las causas de la mano de Émile Faguet, y encontrará en El culto a la incompetencia nuevas claves para analizar el presente con mayor perspectiva.
*Edición revisada y ampliada: incluye una breve presentación del autor y la obra, el prólogo de Thomas Mackay a la edición inglesa y notas explicativas.







                Cosas inexplicables.               

Cuando yo nací, mi nieto, ya había nacido y andaba con pantalón corto y la cartilla bajo el brazo haciendo palotes en el Colegio Santo Ángel. Y yo, todavía en pañales,  ensuciándolos con mis excrementos. 
Mi hijo, un tiarrón de dos metros de altura, dedicado a los deportes desde bien niño, se ocupó que su hijo también tuviera un desarrollo tanto o más que él y, en la planta de abajo del chalet, instaló una habitación con múltiples aparatos de gimnasia, de manera, que sin salir de casa, pudiera dedicarse a desarrollar los músculos cuanto quisiera. El resultado es que tengo un nieto de 2,1 metros de altura con unos músculos a punto de estallar y una fuerza tan descomunal, que sería capaz de separar los hemisferios de Magdeburgo.   
Y lo más raro de todo, es que mi nuera, es la mujer más enclenque de cuantos han nacido en este mundo terreno. Es inexplicable que de tan diminuta persona, haya podido salir un ser tan enorme. Se puede ver a ambos en una foto que nos enseñaron ayer en un taller de escritura para que escribiéramos un relato sobre ellos dos, y a eso es lo que voy.
No me explico tampoco cómo siendo mi hijo y su mujer de raza blanca, -más blancos que la leche-, mi nieto haya salido más negro que el carbón.
Una explicación que pudiera darse en este caso, -pero que no vale-, es que yo soy negro; es decir, que estoy negro, hasta tal punto, que todo lo veo negro y no hay ningún resquicio de luz que venga a sacarme de esta oscuridad que me envuelve.    
Es bueno considerar que las cosas no están tan bien como para ponerse a dar saltos de alegría, pues cada día se produce un atentado donde mueren muchas personas y otras caen heridas. No me explico cómo los Estados no toman medidas urgentes para atajar esta terrible situación. Claro está que los Estados no están compuestos solamente por los políticos, sino que todos los que en ellos pernoctamos pertenecemos a ellos, siendo inexplicable que uno a uno no entremos en acción respecto a este punto tan escabroso.
Otra cosa también inexplicable, es la de que siendo mi hijo tan grandote, vino a casarse con una mujer tan pequeñita que a su lado, parece un niña de seis años. No digamos, lo que parece al lado el mastodonte de su hijo.  Ahí está la foto para quien quiera observar esto que se dice.
Inexplicable es, que mi nieto, desaproveche todos esos músculos que posee, practicando el simple ejercicio dactilar del manejo del teléfono móvil. También, que mi hijo, dentro de ese corpachón tan grande, tenga un espíritu tan pequeño como un grano de mostaza.
Inexplicable es, que mi nuera –me consta-,  posee un espíritu tan grande en el que caben miles de nebulosas, aguante a esta familia que le ha tocado en suerte: un suegro que sigue en estado de lactancia, y esos dos montones de carne que respiran a su lado. 
Inexplicable es, que en el siglo XXI estemos volviendo a las prácticas de la EDAD MEDIA, fraccionándose los Estados, cuando en boca de todos los estadistas, se habla de la Globalización y de un Gobierno Mundial. 
Y lo que tampoco me explico, es cómo he podido escribir estas incongruencias, yo, que estando en pañales envuelto en mi propia caca, todavía no he echado a andar y, mucho menos he empezado a ir a la escuela para aprender las primeras letras.
Y lo malo, -que resulta también inexplicable-, es que no tengo a nadie que me limpie la caca. 

En Madrid a 13-6-2017
Francisco 






EL MESONERO PRODIGIOSO

Tema: VILLALOBOS

Capítulo 9.-

Es la que está marcada con el número 2, de las veinticuatro que contiene el invernadero. La de las azucenas y el champiñón que acabamos de visitar, es la que está marcada con el número 1, aunque no nos habíamos dado cuenta de ello. Todas están marcadas con un número diferente del 1 al 24: las doce de números impares a un lado del pasillo y en el otro las pares, como esta número 2. Y estos números se ven perfectamente en las paredes del invernadero delante de cada una. Siguiendo la numeración, vemos cómo el pasillo transversal que lleva a la gran bañera se encuentra entre las parcelas 12 y 14, mientras en la parte que lleva a la gran nave, está entre las 11 y 13.   
Acisclo hace la siguiente observación una vez que nos hemos situado sobre la 2, para lo cual, hemos cruzado simplemente el pasillo:
-Pero esta parcela está vacía. Sólo se ve en ella el suelo oscuro al parecer de cemento. También la siguiente, la número 4, está vacía y tiene el suelo oscuro aunque de color amarillo.
-No os lo creáis. Como podéis ver, las dos juntas en la superficie forman una pista de patinaje de 80 por 38 metros. Cuando os enseñé hace un rato el plano de esta villa no os conté la historia de esta construcción y voy a hacerlo empezando por la de este invernadero, la huerta y las demás  dependencias. Y nos advierte: -Tened cuidado al andar por aquí pues podéis caeros al ser fácil el resbalar.

INFRAESTRUCTURA DE VILLALOBOS.-

Una empresa constructora que no viene al caso mencionar su nombre, se ocupó en primer lugar de limpiar de árboles todo el terreno  de treinta y cinco hectáreas; y a continuación, se hizo un inmenso foso de diez metros de profundidad para que desaparecieran también las raíces y quedara un terreno virgen para ser explotado debidamente  Toda la madera extraída, en particular la de las raíces, muy apreciada en la industria, la aprovechó la empresa para resarcirse de sus gastos. Y la tierra producto de la excavación, ya limpia  volvió a rellenar las siete hectáreas de la huerta que ya conocéis y otros espacios que ya os iré mostrando, quedando así unos terreno ideal para la explotación de árboles y plantas. Ya conocéis los sótanos de la Bañera, pero ignoráis que la hectárea que también ocupa el suelo de la Nave, es un inmenso depósito de agua de cien mil metros cúbicos. Y no os digo nada del que queda debajo del patio de ciento sesenta y dos metros de largo por cien de ancho, que contiene ciento sesenta y dos mil metros cúbicos. En total, contando con el de la bañera de cincuenta mil metros cúbicos, disponemos de trescientos doce mil en total, que se reponen constantemente con las aguas de los manantiales que nacen en las montañas vecinas, aparte de las de lluvia que esta parte de la selva suelen ser abundantes. Mi mayor preocupación fue la de que nunca faltara agua en mis terrenos y por eso elegí esta selva al pie de las montañas en las cuales ella se prolonga. La de estos tres depósitos,  es suficiente  y en estos diez años nunca ha faltado. Aquí el agua sobra por todas partes y es elemento de diversión infinita. Y pasmaos de lo que os voy a decir…  
Nuria interviene en plan jocoso fingiendo que está un tanto asustada:
-Por favor, no nos asuste.
-No voy a asustaros, pero es bueno que sepáis que debajo del suelo que ahora pisamos,  existe  un túnel de ocho metros de anchura que parte de aquel segundo espacio donde están los talleres, el garaje y demás.  Está formado por dos muros que nacen del fondo de la excavación con sus consiguientes cimientos. Y ahora podéis explicaros ese pasillo especie de carretera que atraviesa la huerta que nos lleva hasta aquí estando hueco por debajo y apoyado en estos dos muros que la separan en dos partes exactamente iguales. A partir de nuestra propiedad, sigue el túnel bajo esos campos labrados que atravesasteis, pero con sólo cinco metros de altura; y cruza por debajo de la Carretera del Estado ya muy cerca de la playa. A ella podemos acceder con nuestros vehículos.
Anita interviene:
-Sí, ya vimos la carretera antes de llegar a la playa, aunque nosotros llegamos a ella andando a campo traviesa.
Anita apunta:
Ahora me explico yo ese pasillo de hormigón que atraviesa la huerta y que creía era para el paso de vehículos.
Esteban prosigue:
-Bueno, también sirve para eso; y para muchas cosas más, como es la de acercar al patio los productos de la huerta. El vaciado del terreno en todo el perímetro, fue también protegido por muros como este. El invernadero tiene en cada parcela dos plantas de sótano que pueden ser destinados a usos diversos, de los cuales es una pequeña muestra esta que acabáis de visitar.
-¿Entonces, debajo de la planta de sótano, que hemos visitado de unos cinco metros de altura, hay otra igual? –pregunta Acisclo sagazmente.
Pues sí, así es en efecto y en él, el bancal de champiñón es más del doble que el que habéis visto pues hay situadas cajoneras intermedias a las que se tiene acceso por ambos lados; y lo que no habéis visto, es el tubo que tiene salida al patio que ya conocéis donde suben para ser envasados y su posterior lanzamiento al mercado. Es un negocio bastante rentable y que da poco trabajo. En él pensé cuando estaba construyendo estos sótanos.
-Arrea, -comentan festivamente Nuria y Acisclo al oírle la palabra negocio. –Si resulta también que aparte de músico, médico, ingeniero de sistemas, cocinero, agricultor y otros, es además hombre de negocios. 
-Pues sí, lo soy, ¿Y qué? Sobre todo esto último, porque sino lo fuera, nada de esto que estáis viendo sería posible.
Añade con guasa:
-Soy además cacharrero.
-¿Eso que es? Preguntan ambos.
-¿No lo adivináis? Pues no os lo voy a decir.
Yo también me estoy divirtiendo, no sólo por la conversación que escucho, sino por todo lo mis ojos están viendo en esta preciosa mañana, y todo lo que a la vez voy comprendiendo.
¡Ah, LA COMPRENSIÓN, qué cosa tan importante, -exclamo atrayendo todas las miradas; y continúo: Tu que eres reina de los Espacios Infinitos, tu, que  junto al AMOR sois pareja inseparable a los pies de  Dios nuestro Señor, qué feliz me siento aquí, en este momento, donde la luz de la inteligencia alumbra junto a la de la imaginación  con claridad diáfana y multiforme/ ¿cómo es que tardas tanto en llegar a nosotros en este planeta desgraciado? ¿no ves la falta que estás haciendo? ¡He aquí al hombre que durante siglos ha estado buscando la humanidad, al hombre ideal, al homúnculo, al hombre-dios! 
Esteban totalmente ofendido al nombrarle hombre-dios, me para en seco gritando:
-¡Soy simplemente un hombre. Y si quieres ser realmente mi amigo, retira ahora mismos tus últimas palabras!
Un silencio sepulcral se ha posesionado del invernadero ante sus gritos. Los de mi familia están asombrados; los niños que ocupan las parcelas, muchos de los cuales entretenidos en los sótanos, salen a la superficie asustados, uniéndose a los demás: son  quizás los primeros gritos  que han oído de este hombre tan pacífico y yo, le he sacado de sus casillas. Todos miran expectantes a los dos actores del drama.
Estoy aturdido. He metido la pata hasta la ingle. No encuentro palabras con las que excusarme. Tiene que ser él, quien generosamente dando pruebas de una magnanimidad extrema, dice una vez que se ha calmado:
-Perdón por mis gritos, no es necesario que hables ni te excuses, pues por tu aspecto veo que has comprendido el inmenso daño que acabas de hacerme. Es probable, que esto no sea cosa que venga de ti, sino de alguna jerarquía superior, que intenta que dentro de esta historia, quede clara y patente la idea de Dios. En cuanto a la Comprensión, continúa diciendo-, asumo todas las palabras que has pronunciado, ¡cómo siendo una sustancia tan divina como el amor, tarde tanto en llegar a este planeta?
Mi mujer e hijos, están un tanto cohibidos, a partir del suceso, y tampoco saben qué decir. Nuestro grosero lenguaje de hombres civilizados, choca con el precioso lenguaje de este mundo donde el silencio, es moneda de cambio, y donde la comprensión realiza su función mágica sin necesidad de palabras. Las mías han estado de más. Sobraban. Pero como bien acaba de decir Esteban, quizá han sido promovidas por un ente superior, para sembrar la INCERTIDUMBRE en la mente de estos niños, ejemplares. Estos niños han sido manchados por estos gritos que jamás habían oído en boca de este hombre justo y ecuánime, y pensarán, si aparte de lo que ellos conocen, no habrá otras cosas dignas de conocer. Ha sucedido algo parecido a la pérdida de la inocencia de nuestros primeros padres en el paraíso y, quizá sea una advertencia.  Pienso que un nuevo paraíso como el que se está preconizando al ir construyendo esta historia, necesita de una severa advertencia para que no se cometan los errores que durante milenios se han cometido a partir del primero. Y puesto que el trabajo, se concibe aquí dentro de la categoría del goce y la diversión, es conveniente saber que, en todo juego, en toda diversión, se pierde su esencia si no hay dentro del mismo unas buenas dosis de incertidumbre. Estoy pensando, comprendiendo, que lo más probable dentro de este silencio que se ha producido, Esteban esté pensando lo mismo que yo. Me abrazo a él tímidamente y el gran apretón que me propina, me hace comprender que volvemos a ser amigos. 
Todo lo dicho hasta el momento, ha sido paseando sobre el bruñido suelo de cristal, procurando no resbalarnos. Esteban nos hace la observación de que ningún niño ha pensado en estos momentos en patinar, pero esto no es óbice para que algunos aparezcan de pronto y se pongan a hacerlo, pues hay un equipo que se prepara para los campeonatos mundiales, y hay parejas como la formada por Amanda y Miguel que corresponden los números 15 y 20, respectivamente.
-Os habréis fijado, -nos dice-, que todos los niños tienen en el hombro derecho tatuado un número. Es el único tatuaje que aquí se permite, pero hube de hacerlo para que cada uno tenga una identidad única y no haya repetición.
Antes de que Acisclo abra la boca y adivinando lo que va a objetar, dice:
- Se que estáis pensando que marcho a los niños como si fueran borregos, pero fue algo imprescindible, porque ese número es el que les identifica ante el ordenador. No obstante, ellos gustosos de ponerse nombres, se colocan los que les parecen bien y hay entre ellos varias Amandas y algunos Migueles. Pero esta pareja, como os decía, números 15 y 20 son únicos como patinadores y algún día sus nombres serán famosos en el mundo entero.
Antes estas palabras, Nuria y Anita, le dicen que les acaba de quitar un peso de encima, pues desde que llegamos, tenían esta objeción  en sus labios y no se atrevían a hacerla por miedo a que le sentara mal, aunque ya suponían que estos números eran por motivo de identificación.      
En la esquina de la parcela pegada al muro  frontal, está la entrada por una pequeña escalera por la que bajamos al primer sótano, cuyo suelo al contrario del de la parcela 1, está perfectamente enlosado; y  también, se puede patinar por él, pues ningún obstáculo lo impide. Es una inmensa sala de 36 por 40 metros, en cuyas cuatro paredes se pueden proyectar toda clase de imágenes y, Esteban nos explica, que cada una de ellas tiene un fin determinado. Nos dice: 
-Esta sala es la única de todo el invernadero que sólo yo he intervenido en su construcción, la cual realicé en los primeros tiempos que empecé a traer niños al mundo.
Anita le interrumpe:
-Se que eres muchas cosas, pero esta última que acabas de decir, no la admito, pues sólo a las mujeres nos esta dado el traer niños al mundo.
Todos hemos comprendido a qué mundo se refiere, Anita también, pero está en plan de broma; y él nos lo confirma contestando:
-Me refiero a este mundo, a este lugar oculto en medio de la selva en el que estamos. Por supuesto que no estoy capacitado para parir.
Y prosigue:
-Aquí acudimos cuando necesitamos cualquier clase de información especial para nuestras actividades literarias, en particular, aquellos niños que tienen vocación de escritores; yo no tengo esa vocación y, es por eso que considero providencial vuestra llegada y que Ramiro lo sea, pues es interesante, que el mundo conozca mi biografía y sobre todo, en particular,  todo lo que aquí sucede.
Acisclo esta vez:
-Pues bien podías haber colocado aquí alguna butaca para que tus niños puedan hacer cómodamente estas consultas.
-Tienes razón, y es por ese motivo que un duplicado de esta sala, está en la de abajo que vamos a visitar de inmediato.
Al oírle, he visto asomar un cierto gesto de malestar en su mirada y una ligera contracción de sus pómulos, cierta tirantez que no había visto antes e él, y lleno de curiosidad, por saber de qué se trata, le digo:
-Algo te inquieta Esteban, y lo colijo por ese gesto que has hecho al pronunciar esa última palabra de “inmediato”.
-¡Ah, te has dado cuenta!, pues sí, es una inquietud tonta que no puedo eliminar, y que viene desde mi juventud, cuando como a los demás adolescentes, hablábamos versificando. Y se ha producido al hacer la rima de manera involuntaria de la palabra “inmediato” con las anteriores de “abajo” y vamos”. Si hay algo que me molesta, es no haber podido eliminar en mi lenguaje, esta vieja costumbre de rimar. Aquí, como bien sabes, sabéis, las inquietudes son de un orden superior y las que perturban el cerebro sin ningún fin, no deberían existir; pero yo continúo soportando esa lacra que gracias a Dios, mis niños no tienen en sus limpias mentes.
Y cambiando de tono añade:
 -Esta sala es como si dijéramos de recepción, donde todos de pie pueden hablar e intercambiarse sus ideas, aunque no hace falta, porque mis niños, como sabéis se comunican mentalmente por medio del Chip. 
Hemos ido bajando al segundo sótano cuyas paredes están lisas como las del primero, y vemos que está completamente lleno de butacas giratorias, cien –nos dice-, donde cualquiera se puede sentar tranquilamente a realizar sus consultas; e incluso, si así lo desea, se puede echar una siestecita colocando la butaca en posición horizontal. De hecho, la mitad de los cuarenta niños que hay en ellas, las han tendido y duermen dulcemente con los ojos cerrados. Pero hay algunos que así tendidos los tienen abiertos y es, porque en el techo se proyectan  imágenes igual que en las paredes. Los otro que hay sentados, miran a las paredes donde leen las noticias que han ido buscando o contemplan las imágenes que han traído a colación. 
Nuestro guía, al bajar, nos ha pedido previamente que nos mantengamos en silencio, pues los niños en este segundo receptáculo, necesitan estar concentrados, bien sea en sus indagaciones, o bien sea mientras duermen, que en este caso, también sería de mal gusto una intrusión en el descanso que tienen merecido.
Cada uno de nosotros, intentando no molestar, hemos seguido el ejemplo de los niños y nos hemos ido sentando, Acisclo y Nuria, incluso se han tendido, divertidos por este hecho. El único problema que tenemos, es que al no estar provistos del chip, que los niños tienen en sus cerebros, no podemos actuar obteniendo información cual ellos hacen dentro de esta biblioteca especial que, como bien nos ha dicho Esteban es una de las primeras cosas que él mismo tuvo a bien crear. Debido al sistema informático implantado aquí por él, aparecen toda clase de libros virtuales cuyas letras, las pueden hacer del tamaño que más conviene, algo parecido a los antiguos kindles de amazón.
En medio de esta quietud que allí se disfruta, ocurre un hecho sorprendente que me veo en la necesidad de relatar; y es que de pronto, la pared correspondiente a lo que pudiéramos llamar el eje del invernadero, empieza a vibrar por un sonido muy fuerte que nos pone a todos en alerta, pensando que se está produciendo un terremoto. Los durmientes despiertan y poco a poco se van marchando y sólo quedan los que están haciendo uso de la información que han ido allí a buscar. Ni ellos, ni Esteban muestran la más mínima preocupación por lo que acaba de suceder. Y nos explica:
-No se si habréis notado al bajar a estos sótanos, que sus dimensiones no son las de un cuadrado, sino las de un rectángulo de 40 por 36 metros.   
-No digas más, -le interrumpo, -estamos pegados al túnel, que según nos decías hace un rato cruza por debajo de todo este complejo y va a desembocar a la playa.  Le digo. Y contesta, -Así es, efectivamente. Ha pasado el coche de los mecánicos que van a poner en marcha la bomba de agua.
- ¿Qué bomba?  –Inquiero. Y responde:
-Una bomba que sumergimos en el mar, que trae agua salada para rellenar la Bañera.
-¿Y por donde pasa esa tubería?
- Precisamente por la parte de arriba de la pared. Si tenéis paciencia y os viene a bien esperar ya oiremos el ruido del agua al pasar. Vamos a llenar la Bañera. Es una operación que hacemos de vez en cuando. 
No ha terminado de decir esto cuando oímos otro ruido, parecido al trote de caballos, lo que hace exclamar a Nuria:
-¿Y esto que es?
- Son unos  jóvenes que regresan de la playa donde han pasado el día bañándose.
-¡Atiza! -Exclamo yo pensando en las amazonas que se cepilló Acisclo cuando estuvimos en la playa. –¡Si además tienes cuadra de caballos! 
-Así es. Ya os enseñaré las caballerizas.

CONTINUARÁ






Aporophyla lutulenta             Madrid, a 6-6-2017  Francisco

Penélope recorre frenética el pasillo de su casa yendo repetidamente del salón a la habitación donde tiene el duplicado del teléfono. En su mano derecha lleva un folio de papel donde ha escrito las siguientes  palabras al lado de un número de siete cifras: Comisaría de policía de Ciudad los Ángeles.  -    -     -    -    -     -      -
Acaba de recibir la llamada de un agente de dicha comisaría comunicándole que su hija Florita conduciendo drogada ha sido detenida y el control de alcoholemia al hacerle las pruebas ha dado positivo. Ha atropellado a un ciclista que se encuentra muy grave ingresado en el hospital Doce de Octubre. Le comunican que al día siguiente será trasladada al juzgado de guardia de Plaza Castilla donde le tomarán declaración; y del juez depende que le dejen en libertad provisional o le manden directamente a la cárcel.
Sobre el papel, había tomado momentos antes de la noticia, mientras se distraía, los siguientes datos de Internet:

Aporophyla: {gr, aporos, os, on}, difícil, dudoso + {gr, phyle, es}, amante.
lutulenta: {lt, lutulentus, a, um}, fangoso, embarrado.
Las alas anteriores de estos noctuidosVentana nueva presentan diversas tonalidades de grises, y en ellas se aprecian numerosas líneas zigzagueantes más oscuras y una mancha arriñonada de color blanquecino. Las alas posteriores son enteramente grises con las fimbrias blancas. Alcanzan los 3.5 centímetros de envergadura alar. Las orugas son verdes con líneas laterales blancas que pueden llevar un fino remate violeta o amarillento, presentan finas quetas transparentes; la cabeza es verde amarillenta. Miden hasta 4 centímetros de largo. Las orugas se alimentan de las hojas de diversas plantas: cardo de cardadores (Dipsacus sativus), jara blanca (Halimium atriplicofolium), acedera (Rumex acetosa), algunas especies de sauces (Salix) y otras. Crisalidan en el suelo entre la hojarasca sin protecciones especiales. La crisálida es de color pardo verdoso y se oscurece al madurar. En este estadio pasan todo el verano, desde junio hasta septiembre. Se distribuye por el sur y el centro de Europa, el Cáucaso, Turquía y el Mar Negro.

La mujer, permanece estática durante horas, lápiz en mano subrayando palabras aquí y allá, que saltan a su vista como puñales luminosos que intentan herir sus ojos. Y las va volviendo a escribir sobre el papel rodeándolas con un trazo:

Fangoso   embarrado   dudoso   lutulenta    difícil          zigzagueantes   amante     cardo     jara blanca     crisálida     madurar noctuidos    Europa   Caúcaso    Turquia      Mar Negro...

Y añade algunas palabras que no están allí pero que acuden a su mente complementando la historia:  

Madrid    jueces     policías     juventud   irresponsable padres desastrados  Antonio hijos amigos sociedad saciedad  suciedad        crueldad         Estulticia        capitalismo suicida…   




6-6-2017


EL MISTERIO DE LAS CAMAS GEMELAS     

Capítulo III. El WHATSAPP y la pasta gansa.

Pedro, en su llegada al infierno, estaba un poco asustado al pensar en los horrores que iba a encontrar allí, pero nada más echar la primera ojeada se dio cuenta, que no tenía porqué preocuparse, porque aquellas calderas donde tantas veces había escuchado que eran los hornos donde ardían eternamente las almas, nada de eso, sino que de aquellas llamas caprichosas de gran belleza, salían perfectamente asadas, buenas salchichas y chorizos, y no digamos las enormes cantidades de pan y dulces de todas clases. De jamones, para qué contar. El coñac al gusto de un Napoleón III, era exquisito y también la coña. Aunque esto de la “coña” no llegaba directamente a él porque multitud de diablillos, se apropiaban de ella en el camino y la saboreaban a su gusto y medida.
El caso es, que llegaba allí, bastante delgado por las muchas leguas que había recorrido en la vida terrenal para hacerse un nombre y convertirse en una celebridad. Pero ante tan grande cantidad de comida, seguro que engordaría. Aquello era para él un triunfo más que un castigo y empezó a sentirse encantado; mas, toda dicha se acaba pronto aún en el mismo infierno, y cierto día que se encontraba bailando la sardana de la mano con el pobre diablo Incetinin, a quien debía muchos favores, se presenta nada más y nada menos que  William B (Bill) Gail, PhD - American Meteorological Society
Así decía la tarjeta de visita del impresionante personaje, conocido en todo el mundo terreno como el mayor innovador de cuantos grandes hombres allí habían nacido. Nada menos que EL PADRE DE LA INFORMÁTICA. Las paredes del Infierno, que Pedro, aún no había tenido ocasión de ver, estaban empapeladas con millones y millones de almas que habían perdido su esencia y cuyo papel mientras vivían había sido nulo, por haber caído en la horrible práctica del WhatsApp Web.
Pedro se sentía un tanto avergonzado porque a través de ese aparatito había recibido muchas adhesiones a las cuales debía su triunfo. Pero vayamos a lo de Carolina. Esta sigue insistiendo a Francisco que le cuente, cómo su marido prefirió suicidarse precisamente cuando le era tan fácil asesinarla a ella allí indefensa y durmiendo a pierna suelta. Y este le explica que fue debido a una debilidad del susodicho, consistente en la gran atracción que sentía por los asientos. Su primera intención al acudir allí aquella mañana con sus maletas, era la de asesinarle y marcharse con ellas a Panamá, con objeto de ingresar en un banco la enorme cantidad de billetes de quinientos euros, que llenaban la maleta de donde había extraído la pistola…

-¿Cómo? –exclama Carolina en el colmo del asombro.
-Como te lo estoy contando, preciosa.
-¡Pero bueno! –vuelve a exclamar ella. Y añade: -¡pero si nadie había dicho hasta ahora que esta maleta contenía ese tesoro!
-Tu no te diste cuenta porque estabas congestionada, pero muchos de lo que allí acudieron, en cuestión de segundos lo hicieron desaparecer escondiéndolo en sus cuerpos serranos. Es lo que suele ocurrir en estos casos, pero de ello nunca se habla.
-No me lo puedo creer.
-Pues créetelo, que mucho se de estas cosas.
-Pero no me dices porqué se mató mi marido.
- Ya te he dicho que por su gran afición a los asientos. Si no se hubiera sentado en la cama, cuando había sacado la pistola para matarte, todo hubiera salido como pensaba. Pero ante la blandura de aquel asiento, ante la placidez que sentía, de una manera infantil e irresponsable se pegó el tiro en la sien creyendo que era una buena idea. Tu mejor que nadie sabes como era tu marido y las niñerías que estaba acostumbrado a cometer. Poco puedo decirte sobre él que tu ya no sepas. Ahora está en los infiernos codeándose con  grandes personajes de la historia, cual este Bill Gail, de los demonios.

Carolina está impaciente por conocer más cosas sobre su difunto esposo y también está sin salir de su asombro por la revelación sobre el tesoro que contenía aquella maleta. Piensa que esa pasta gansa era de ella por derecho propio al morir su marido, y le empiezan a surgir ideas, sobre cómo reclamar su dinero a doña Emilia, don Camilo, don Damián, doña Cecilia, los agentes de policía y cuantos personajes aparecieron por allí el día de autos. No sabe la infeliz, que la “pasta gansa” es un ave de vistosos colores que vuela por los espacios infinitos y pocas veces, en muy contadas ocasiones, vuelve a ser recuperada. Se puede aplicar a ella esa famosa frase de Galileo Galilei:
…) Y sin embargo se mueve…
Francisco, no tiene ganas de seguir la conversación y la deja para otro día.

CONTINUARÁ.





30-5-2017

EL MISTERIO DE LAS CAMAS GEMELAS      Capítulo II

Tema: LOS CELOS
Carolina, que sigue asistiendo al taller de escritura del Miguel Delibes, no deja de insistir a Francisco, para que le explique lo que pasa sobre el caso de su difunto esposo, pues solamente él, conoce lo que decían aquellos papeles encerrados en la segunda maleta, aparte que debido a su enorme sagacidad para investigar casos policiales, sabe cosas sobre la vida de su marido que ni ella ni nadie conocen. 
Y es, que el tal Francisco, ha descubierto que una tal Susana, rica heredera de un pasado glorioso lleno de increíbles hazañas beligerantes, poseedora de media Andalucía,  de la que Pedro tenía unos celos enormes porque todas las insensateces que él como varón poco experimentado solía cometer, ella, mujer sabia y circunspecta, poseedora a la vez de enormes virtudes no cometía, sino que era seguida por cuantas personas camelaba con su presencia exquisita, libre de toda sospecha sobre lo que representaba en realidad. Pues bien, de una manera poco recomendable, la había asesinado subrepticiamente con nocturnidad y alevosía, escondiendo su cadáver en un lugar de la Mancha de nombre no quiero acordarme, y, lleno de esa insania, que sólo algunos personajes funestos llevan entre pecho y espalda, decide cargarse también a su esposa, la cual el único mal que le había hecho, era haberle querido con locura, porque, todo hay que decirlo, Pedro era guapo a rabiar, tan guapo, que es lástima que se pierda esa especie ibérica de criaturas de presencia angelical, si bien, los hechos confirman que a veces, la belleza física, sólo es apariencia, pero, así son las cosas y así nos vemos obligados a contarlas aquellos escritores que cómo yo, somos amantes de la Verdad y la Clarividencia.    
 De eso no sabe nada la pobre Carolina, que está in albis, es decir, que si hubo abandonado a su marido y se fue a vivir a aquella pensión, no fue por desamor, sino todo lo contrario, uniéndose a ese caso tan frecuente que este escritor ha detectado dentro de la piel de toro, donde las parejas amantes, confiesan públicamente que se separan, porque es tanto el amor que se tienen, que no tienen más remedio que irse cada uno por un lado para así, poder desarrollar todos sus valores y crecer, crecer, que es la consigna que dan todos psicólogos de la piel de toro. El ser humano ha nacido para crecer, no para quedarse amodorrado sobre la silla vacía del enlace conyugal. (frase muy celebrada en los medios actuales proferida por un filósofo moderno).
Pero volvamos al caso que nos ocupa, y empezamos por aquello de que:
"Echó una ojeada a la chica que dormía en una de las camas gemelas. Después fue hasta una de las maletas, la abrió y extrajo una automática. Quitó el seguro. Después se sentó en la cama desocupada, apuntó con la pistola y se disparó un tiro en la sien derecha"
Carolina es un ser humano llena de tantas virtudes, que aún perteneciendo a la clase pobre, tiene un alma tan transparente de una hermosura tal, que su difunto marido, envidioso, sentía tales celos, que disfrazado por las bellas palabras que él, todo hay que reconocerlo, pues pertenecía al mundo universitario donde se enseña a hablar muy bien, sabía pronunciar, y, es por eso que fue quien tuvo la idea de que ella se fuese a vivir a la pensión durante unos días, mientras resolvía un importantísimo asunto que (llevaba entre manos), el cual no era otro que el de asesinar a la tal Susana. 
Pero de ello no sabía nada la inocente Carolina.

CONTINUARÁ.




23-5-2017


EL MISTERIO DE LAS CAMAS GEMELAS

"Echó una ojeada a la chica que dormía en una de las camas gemelas. Después fue hasta una de las maletas, la abrió y extrajo una automática. Quitó el seguro. Después se sentó en la cama desocupada, apuntó con la pistola y se disparó un tiro en la sien derecha"
I
Ante el disparo, Carolina, se despierta asustada, y al ver tendido y desangrándose, a Pedro, su marido, lanza un grito terrible que asusta a los vecinos. Cree que está sufriendo una pesadilla. ¿Tan dormida estaba que no había notado cómo éste, había entrado allí con las dos maletas y el trajín de abrir una y sacar la pistola para matarse?
Ante sus gritos van apareciendo las personas residentes en la pensión, y la dueña doña Emilia; la cual, de inmediato, al ver que el hombre se ha saltado la tapa de los sesos, acude al teléfono para llamar a la policía.
Lo único que han podido sacarle a la joven es que se trata de su marido, sobre el que pesa una orden judicial de alejamiento. Es un espectáculo dantesco el verla desnuda ante el cadáver y a punto de desmayarse. No atina ni a vestirse siquiera, tal es su estado de confusión mental. El día anterior, lo había pasado muy bien en la biblioteca Miguel Delibes de Moratalaz en el un taller de escritura al que asistía acompañada de muy agradables compañeros, en particular un tal Francisco, que le había entregado una copia de su relato para ese día, cuyo título era “la bañera” y había soñado que la chica del relato rodeada de serpientes, era ella. Ahora, está rodeada de un montón de gente que la mira de la manera más curiosa respetando su mutismo. Emilia, que vuelve de hablar por teléfono, le echa una manta por encima para tapar sus desnudeces.
-¡El muerto se ha movido! –dice horrorizado don Camilo el vecino del segundo izquierda, un señor muy elegante con corbata y sombrero.
-Quita hombre, ¿No ves, el agujero que tiene en la sien derecha? Este hombre está muerto y bien muerto,   -le dice el vecino del segundo derecha, otro señor con corbata que había acudido con el periódico el País en una de sus manos.
-No discutan –dice la sagaz Cecilia, vecina del tercero izquierda, entrando al quite.-Debe tratarse de un espasmo post mortem, ya que este tío la acaba de espichar.  Y añade: El espasmo cadavérico es una forma rara de endurecimiento muscular que ocurre en el momento de la muerte, persiste hacia el periodo de rigor mortis  y puede ser confundido con rigor mortis. La causa es desconocida, pero es usualmente asociada con muertes violentas que ocurren bajo circunstancias extremadamente físicas con intensa emoción.
El vecino del segundo derecha, Don Damián, replica, -Bien veo doña Cecilia que está usted muy enterada de estas cosas, pero según observo, aquí no hay señales de violencia. 
La discusión se generaliza entre los vecinos y los pensionistas y acaba con la llegada de la policía.  Los dos agentes hacen desalojar la habitación y dicen a Carolina que se vista para empezar a interrogarla. Ella, hasta ahora callada, rompe a hablar atropelladamente, haciendo la siguiente declaración:
Yo estaba durmiendo tan a gusto soñando que estaba dentro de una bañera rodeada de serpientes, según un relato que me entregó Francisco donde la chica disfrutaba de un nirvana encantador, fluctuando en la cuarta dimensión, de donde me llegaban maravillosas revelaciones del más allá y… 
¡Corta el rollo!, -le dicen los dos policías a la vez, lanzándose sobre ella que retrocede asustada. Creen que se está burlando de ellos y le ponen las esposas, llevándosela a continuación a la Comisaría.
Poco después que ellos salen con ella de allí, ante la expectación de las gentes, llega la policía judicial, que empieza a tomar toda clase de huellas; y culmina la operación, con la llegada del juez para hacer el levantamiento del cadáver y las diligencias previas para el traslado al Instituto Anatómico Forense.

II
Tenemos que limitarnos a las explicaciones que días más tarde nos dio Carolina sobre el caso; y es que la asediaron a preguntas sobre el tal Francisco, del que sospechaban que estaba metido en el ajo.
El caso es que ella, no se explica cómo su marido si pensaba matarse, había cargado con aquellas dos maletas hasta allí. Eso ya no se puede saber nunca porque está muerto. Puede ser que, -como estaban en trance de separación-, las hubiera preparado para marcharse una vez la hubiera liquidado. Lo cual, se contradice con lo sucedido. Lo que si se sabe (aunque no de donde procede la noticia), es que la pistola con la cual se disparó Pedro, la sacó de dentro de una de las maletas.
Está claro, que los hechos sucedieron cosa así entre las nueve y diez de la mañana,  porque si no: ¿Asunto de qué todas las personas que acudieron iban vestidas como lo demuestran los vecinos del segundo que iban con corbata e incluso uno de ellos con sombrero?
Y, ¿a qué viene eso de pegarse un tiro este hombre por muy desesperado que estuviera? Si odiaba a Carolina y se iban a separar, lo más lógico es que quien resultara cadáver hubiera sido ella, que no él. Pero esto tampoco cuadra, porque lo normal en la violencia de género, es que la víctima muere después de una fuerte discusión. Aquí, por lo que parece ser no hubo discusión y todo estaba en perfecta calma.
Pero hay algo más: ¿Y las maletas?  
Son tantas las incógnitas sobre el caso, que el juez Velasco encargado del mismo, manda archivar el expediente, dándole por sobreseído. Y si al final ha sido resuelto para satisfacción de cuantos lo han seguido apasionadamente punto por punto, se debe precisamente, a la sagacidad del tal Francisco, que aún no teniendo velas en este entierro, al registrar la otra maleta, de la que nadie había hecho caso, encuentra el libro  titulado LOS PAPELES DE ASPERN, y también,  multitud de papeles del pobre Pedro los cuales hará públicos un día de estos, debido a la gran importancia de las revelaciones allí contenidas y que justifican el que tomara tan terrible decisión. Y junto a ellos, la carta con las razones por las cuales decidió marcharse de este mundo. Basta aportar el dato para cualquier interesado de seguir el caso, que el apellido de Pedro, es Sánchez.
Lo que no ha podido explicarse todavía Francisco, y lo deja en manos del sabio lector, es porqué este hombre tuvo que ir a suicidarse en la misma habitación donde dormía su esposa, y no, en el dormitorio conyugal que ella había abandonado con anterioridad. Opina que debe tener fácil explicación, pero no se atreve a darla por ahora.



23-5-2017

Biblioteca BIB en la calle Alonso de Tobar, taller de escritura de relatos en sesiones cada quince días, dirigido por el escritor don Juan Carlos Márquez.

EN EL PARQUE

I
Cuando he salido esta mañana a la calle a estirar las piernas, pasando por el parque de la Buena Esperanza he presenciado cómo un niño de unos diez años, apaleaba al que parecía ser su perro, y le daba tales patadas, que he tenido que intervenir apropiándome de la cuerda con que tenía sujeto al pobre animal. Una señora rubia de unos cuarenta años que estaba leyendo un libro sentada en un banco cercano, se levantó a ver que sucedía y, un señor de una edad parecida, que andaba por allí cerca, me ha interpelado furioso al tiempo, que dándome un fuerte tirón de la cuerda se ha hecho con ella. Otro tipo moreno en camiseta, mostrando unos brazos tatuados, bastante mayor, como de unos sesenta años, al oír las airadas voces, se ha acercado y al escuchar a mi agresor, que decía ser el padre del niño, se ha puesto de su lado de manera, que he quedado en ridículo por haber intervenido. No me gustan las peleas callejeras, pues bastante tengo en mi casa con las que tengo con mi mujer, y me he alejado de allí con la cabeza baja, maldiciendo la hora de haber salido a pasear por el parque. Estoy avergonzado. La rubia habrá pensado de mi que soy un cobarde por no haber plantado cara a aquel tipo que decía ser el padre del niño, y también puede haber pensado, en cuanto a ese padre que consiente que el niño pegue al perro, debe ser un individuo sin entrañas. ¿Y el de la camiseta y los tatuajes? ¡qué tipos tan raros aparecen por ahí!   

II
Este hijo mío, no hace más que darme problemas. Esta mañana por su culpa, he cometido un acto vergonzoso llevado por el instinto más que por la razón, del que estoy profundamente arrepentido. Cuando tenía que haberle abofeteado por la paliza que estaba dando a Bufi, en lugar de ello, he procedido al revés, descargando mi furia sobre el hombre que, adelantándose a mi, estaba ejerciendo las funciones que me correspondían reprobando a mi hijo su mala conducta. Debía haberle pedido perdón delante de todos y no haberme dejado llevar por las palabras de aquel tipo de los tatuajes, que acudió en mi ayuda dándome una razón que yo no llevaba. Siempre en el momento menos oportuno, aparece un tipo así, que se atribuye el papel de redentor y acaba enturbiando las cosas de manera que estas acaban pareciendo algo distinto a lo que deberían ser. Juanito ha quedado sin castigo y la rubia que yo estaba a punto de ligar, habrá tomado un mal concepto de mi. Esto es lo que más me pesa. Desde que murió mi querida Eduvigis, ando descarriado buscando un nuevo amor, una mujer que me ayude a enderezar a este niño travieso y mira por donde, todos los días que llevamos acudiendo al parque se han perdido por este incidente desgraciado.
He cometido un atropello imperdonable que no sé cómo de qué manera voy a reparar, pues aquel hombre al que he ofendido es seguro que no volverá a aparecer por el parque. En cuanto al de la camiseta, seguro que volveré a encontrármelo, porque esta clase de gente, está siempre en todas partes y a cada momento.    

III
Estoy avergonzado de mi conducta de esta mañana, por el incidente del niño pegando al perro a cuyo padre me he puesto a defender. Cada vez que salgo a la calle realizo algún acto del que tengo que arrepentirme después. Soy un ser despreciable que siempre estoy metiendo la pata. Y lo peor, es que aunque lo reconozco y me arrepiento de cada acto reprobable que cometo, cuando llega la ocasión, vuelvo a caer en el mismo despropósito. No sé qué va a pensar de mi la rubia a la que vengo tirando los tejos desde hace varios días. Seguro que nada bueno porque me ha mirado echando fuego por los ojos, y sin decir palabra, ha desaparecido.   

IV
He perdido la mañana lamentablemente. Cuando he visto aparecer a ese hombre en el parque tan bien vestido, con porte de gran señor, he pensado que era mi día de suerte y que Dios al fin había oído mis súplicas y me iba a conceder el más ardiente de mis deseos. Y mira por donde, ese niño malcriado, se pone a pegar al perro, él hombre entra en acción y el padre del niño, acaba armando ese escándalo. Estoy harta de verlo día tras día apareciendo por allí con el niño y el perro haciéndose el interesante  para que yo le mire y le de ocasión de acercárseme. Algo había en él que me decía que no era trigo limpio y me lo ha venido a confirmar lo acontecido esta mañana, como me ha espantado a mi Romeo que seguro era el ser que el destino había puesto por fin en mi camino. Seguro, que dada la desagradable experiencia que ha sufrido, no volverá a aparecer por el parque. Y como siempre, si aparecerá este tío de la camiseta, tan repugnante con esos brazos tatuados que día a día viene a importunarme. Es una vergüenza, que no existan policías vigilando este parque, que no sé porqué motivo le llaman de la Buena Esperanza. Mi primer impulso al ver alejarse a ese señor, ha sido seguirle para manifestarle mi simpatía, y estoy arrepentida de no haberlo hecho. La ocasión la pintan calva, y yo la he perdido. 

V
Mi padre esta mañana se ha portado como un héroe al quitarle el perro a ese hombre que quería pegarme. Bufi estaba esta mañana muy impertinente porque no encontraba alguna perrita con la que ponerse a jugar, y he tenido que pegarle, pero le quiero mucho y mis pataditas eran del cariño que le tengo y sé que no le ofenden. No sé porqué existen esos hombre malos que siempre se están metiendo en todo lo que hacemos los niños y que me ha querido quitar al perro. Menos mal que mi padre se lo ha quitado a él. Y el de a camiseta, ¡qué tío mas chuli!

VI
Estoy muy triste y avergonzado de haber provocado esta mañana este incidente desagradable. Juanito tenía razón en reprenderme porque yo estaba muy nervioso al no aparecer Babi, la perrita de lanas que tanto me gusta.





407.- COMENTARIOS LIBROS SUELTOS LEIDOS (2).
393 páginas.

TITULO: LOS CUATRO JINETES DEL APOCALIPSIS

Autor.- Vicente Blasco Ibáñez.
 
Libro recogido del mercado el 20-5-2017. Se refiere a la 1ª guerra mundial.

COMENTARIOS.- Me pongo a leerlo este mismo día, y acabo el capítulo 1º donde Julio Desnoyers llega de la Argentina a París a reunirse con su amada Margarita, que está en trance de divorcio de su rico marido. Su padre, Don Marcelo, es un millonario alemán afincado en Francia. El fantasma de la guerra impera sobre todas las conciencias. Margarita tiene serias dudas si podrán casarse.
Los capítulos siguientes, no me parecen interesantes y los ojeo simplemente hasta llegar a la página 149 final de la 1ª parte y del capítulo 5.  Acaba con estas palabras:
¡Los jinetes! ¡Los cuatro jinetes del Apocalipsis!... Ya estaban sobre la silla; ya emprendían el galope implacable, arrollador.
Las fuerzas ciegas del mal iban a correr libres por el mundo.
Empezaba el suplicio de la Humanidad bajo la cabalgata salvaje de sus cuatro enemigos.
Es una novela más sobre la guerra ¡He leído tantas!. Siempre me ha gustado este escritor, y he leído muchas obras suyas, pero no me interesa sumergirme en esta por hoy. Sé de sobra lo que voy a leer en esta segunda parte; es el paso de la Bestia arrasándolo todo. ¡La he visto tantas veces!
Al final, Julio ha muerto en la guerra y los padres acuden a un campo solitario de Francia donde está enterrado. ¿Para qué trasladarlo de allí?
Copio lo siguiente de las últimas páginas que considero interesante como resumen:
Página 390).- El hijo del rico Desnoyers se había agregado para siempre a un pobre campo de Champaña. ¡Ah miseria! ¿Y para llegar a esto había trabajado tanto él, amontonando millones?
Página 391).- No había justicia; el mundo era un producto de la casualidad; todo mentiras; palabras de consuelo para que el hombre sobrelleve sin asustarse el desamparo en que vive.
Página 392).- Don Marcelo sintió cierta satisfacción al pensar en su próxima muerte. Deseaba salir del mundo cuanto antes. No le inspiraba curiosidad el final de esta guerra que tanto le había preocupado. Fuese cual fuese su terminación, acabaría mal. Aunque la Bestia quedase mutilada, volvería a surgir años después, como eterna compañera de los hombres… 






LA BAÑERA                                                              Francisco, 16-5-2017

Patricia Mojabe, desde muy pequeña, tenía un gran cariño a toda clase de animales, e incluso a los insectos.  Le gustaba jugar con los escarabajos que cazaba en su jardín y les ponía en fila de ataque frente a ejércitos de hormigas. Y se complacía muchos observando cómo se comportaban. Eso, cuando apenas contaba seis o siete años. Más tarde, se dedicaba a juegos de más envergadura y se atrevía con erizos, a los que metía en la conejera de su madre e incluso algún que otro roedor. También con el palomar, le gustaba hacer diabluras y metía allí toda clase de pájaros entre las palomas para ver sus reacciones. Ni que decir tiene que a la hora de elegir carrera, eligió la de bióloga, lo que no quitaba que en sus momentos de ocio, que eran muchos pues no encontraba trabajo estable, se dedicara a recorrer el campo, buscando la compañía de toda clase de animales, incluidas las serpientes con las que se hacía amiga y acababan dejándose acariciar por ellas. Tuvo la desgracia de quedarse huérfana muy pronto y, al ser hija única, heredera de la mansión de sus padres, no quiso abandonarla y siguió viviendo en ella en plena naturaleza. Coleccionaba serpientes que, para que no estuvieran por la casa escondiéndose en los sitios más insospechados, las tenía encerradas en el cuarto de baño y, señorita del pio, pio, muerta de hambre y muerta de frío, porque incluso en el amor carnal, fue desgraciada, pues ningún hombre se le acercó con buenas intenciones, multitud de días con sus noches, se desnudaba y se metía en la bañera, ocurriendo, que las serpientes al verla allí,  no se sabe si por esa afinidad que esa especie tiene por la mujer que nos viene desde aquellos tiempos de nuestros primeros padres, se metían con ella y le hacían toda clase de caricias, diciéndole en un lenguaje particular a base de silbidos que ella comprendía muy bien, que no debía preocuparse, por las contrariedades de este mundo, todas ellas fáciles de solventar, que los hombres en general y también las mujeres, se han ido alejando de la naturaleza poco a poco y, acostumbrados ellos y ellas a vivir fuera de ella, son infelices en grado sumo, pero ella no debía preocuparse por ello, porque allí estaban ellas para darle todo el cariño que necesitaba, y también, que ellas no le abandonarían jamás, pues así son las serpientes de amigas de aquellas personas que saben tratarlas con cariño. Y dentro de este nirvana especial que disfrutaba muellemente envuelta en los cuerpos de los ofidios, acudían a su mente pensamientos deliciosos que caracoleando, sobre ella, como lo hacían estos sobre su cuerpo desnudo, su placer era infinito, pues, imagínese si es que imaginarse puede, lo grato y reconfortante que es, estar en contacto con la Fuente de Energía Infinita, de la cual parten, todas las sensaciones agradables, las más admirables revelaciones, los más bellos pensamientos, con palabras acertadas, las justas y necesarias, que atravesando la mente, camino del corazón, acompasaban sus latidos y enlentecidos estos hasta extremos insospechados, le hacían vivir largos años de los nuestros, porque la eternidad, como negación del tiempo, está contenida en esos espacios de éxtasis que rara vez disfrutamos, mientras ella, Patricia Mojabe, dentro de aquella bañera, los estaba disfrutando uno detrás de otro, sumando eternidades; y, lo malo de todo esto, es que no se puede escribir un libro explicando esa gran variedad de sensaciones, porque las gentes en general no están inclinadas a esta clase de lecturas que, según dicen, son cosa de beatas que ya están fuera de uso y consumo, porque lo bueno y que produce placer, es viajar constantemente, si es posible, cuanto más lejos mejor, al último confín del extranjero, porque eso viste mucho, porque es lo que está bien y lo que apetece a todo el mundo, mientras que esos pocos que les apetece quedarse a meditar y reflexionar dentro de la bañera, son unos desgraciados que no merece la pena ocuparse lo más mínimo de ellos, y menos aún, dedicarles ni un minuto de atención.  
     





CLUB ULISES

Comentarios al capítulo 18 y último.


Capítulo 18.- Bajo el punto de vista de la moral es el capítulo más reprobable, debido a la pornografía que surge a cada paso dentro del monólogo de Molly. Es difícil imaginar que una mujer o un hombre puedan tener en una noche tal cantidad de dislocados pensamientos. Es explicable que el Ulises, desde un primer momento, fuera rechazado por editores y público en general. Sobre todo, por el disparatado lenguaje. Este ladrillo de sesenta páginas, sin puntos ni comas, ni ningún signo ortográfico, es algo fuera de traste para el lector normal que, acostumbrado a leer auxiliado de ellos, entiende lo que se dice. Pero aquí no entiende nada. Es inútil leerlo así. Sin embargo, si lo miramos planeando por encima y picando aquí y allá, se empieza a sentir cierto placer, que se intensifica a medida que seguimos practicando tal ejercicio. Acaba resultando un plato de exquisito gusto lleno de innumerables sabores. Nos retrotrae a volver a picar en capítulos anteriores donde encuentran sentido muchas de las palabras que Marion o Molly  pronuncia en su deliquio. De esta manera, el lector, se va sumergiendo en un mundo embriagador, donde el humor se mezcla con la sabiduría. Vemos, que el lenguaje de Marion aquí, es el lenguaje de nuestra madre tierra, el que Joyce con su genio, nos quiere hacer comprender. De su mano, aún sin pretenderlo, entramos en el espléndido campo de la poesía, dentro del cual todo resplandece, y donde lo absurdo de la palabra se vuelve esencia sublime que nos viste de gala, nos convierte en caballeros o damas de la Corte del Rey Arturo. La Verdad de lo que realmente somos, y, de lo que podríamos ser, aparece deslumbrante ante nuestros ojos, y es una manera de hacernos felices. En una misma vertiente, vemos unirse nuestro pasado con el presente y, no un pasado cualquiera, que la enorme erudición de Joyce, nos lleva ante el inconmensurable encanto del mundo helénico. También a recrearnos en Shakespeare y cuantos poetas, como él, pertenecen al mundo actual.   

Vaya aquí, mi mayor afecto y consideración a las personas que estamos viviendo esta aventura y en particular, doy las muy merecidas gracias a Laura Álvarez Trigo por su dedicación y la feliz iniciativa que tuvo en crear este Taller. Ejemplos como este deberían cundir dentro del maravilloso mundo de las letras.  


En Madrid, a   10-5-2017
Francisco





9-5-2017

TALLER DE ESCRITURA dirigido por la profesora Natividad Lorenzo en la biblioteca AGCyD Miguel Delibes de Moratalaz.


¡Ah, gloriosa Ayn Rand, al fin veo un lugar en este mundo donde se te rinde el culto que mereces!, olvidada criatura que escribiste páginas inmortales defendiendo tu maravillosa idea  filosófica del OBJETIVISMO.
De mi novela EL MESONERO PRODIGIOSO
que voy publicando por capítulos en mi blog                                                                               
                                                                  Francisco.

Cuando haya leído todos los libros y haya decidido mi nuevo camino, cuando mi hogar esté listo y mi tierra labrada, me internaré un día por última vez, en la maldita Ciudad en que nací. Llamaré a mi lado a todos los hombres y las mujeres cuyo espíritu no ha sido asesinado en su interior y que sufren bajo el yugo de sus hermanos. Ellos me seguirán y yo les conduciré a mi fortaleza. Y aquí, en este vergel Inexplorado, yo y ellos, mis escogidos amigos, mis afines constructores, escribiremos el primer capítulo de la nueva historia del hombre.

                                                                                               Ayn Rand  HIMNO.

EL MANANTIAL
                                                          ¡Qué bien sé yo la fonte que mana y corre,
                                                  aunque es de noche!.
                                                                                                     San Juan de la Cruz

Juan vive de alquiler en la casa de Pepe y son amigos. Estudian ambos Arquitectura como compañeros de clase en la misma Universidad. A veces Pepe pide a Juan que le explique alguna cosa que no entiende y éste, más inteligente, le complace con mucho gusto y sin el menor interés por su parte. Acaban la carrera al mismo tiempo y Pepe encuentra colocación de inmediato. No así Juan, despreciado por Emilio, un señor todopoderoso dentro del mundo de la Arquitectura encargado de la publicación más famosa del país. Es quien influye en la empresa que contrata a Pepe, y quien informa mal de Juan para que no le contraten. Odia a todos cuantos sobresalen en alguna materia, y todo su celo está en hacerles fracasar. No obstante, ante el mundo aparece como personaje altruista, protector de las ciencias y las artes, conferenciante espléndido que arrastra a las masas y es  seguido y admirado por toda clase de gentes.    
Llega el día que Juan logra encontrar empleo en la misma empresa, esta vez recomendado por su amigo Pepe que ha ascendido dentro de ella. Le mete dentro de su oficina de proyectos y, conocedor de su inteligencia, sale triunfante en muchos de ellos, que realmente, es Juan quien los ha realizado, pero es él quien se lleva la fama y los honores. No sólo esto, sino que le maltrata y se mofa de él, lo cual hace que este pida la baja y se marche. Es la empresa de Arquitectura más prestigiosa del país y Emilio, con sus artículos elogiosos no permite que otras le ganen en fama como es el caso, de la que al fin logra encontrar Juan.
En ésta  el director, es un brillante arquitecto que, también sobresale por su inteligencia y lo atrevido de sus proyectos, todos ellos vanguardistas y, que la sociedad manipulada por las ideas de Emilio, rechaza. Les es muy difícil encontrar clientes, que finalmente acepten. Pero aunque humildemente, se mantienen dentro de la sociedad; y es en ella que Juan, cierto día en una cena o comida de gala, conoce a Paquita, hija, precisamente, del director de la gran empresa. Es una chica rebelde que no comulga con las ideas de Emilio ni con las de su padre y que, por una de esos fenómenos psicológicos que suelen ocurrir entre los humanos, alma gemela de la de Juan, se enamora de él. Más aún, cuando pasado un tiempo después de aquel encuentro, le encuentra trabajando a pleno sol como perforista en una cantera de su padre, porque la empresa donde trabajaba, y de la que había quedado como director, hubo de cerrarla por falta de clientes. 
Hechos a imagen y semejanza de Dios, todos somos creadores, todos poseemos el magnífico poder de crear. Y por medio de este poder, tenemos derecho a  desarrollar nuestra personalidad, en un mundo, que si existiera, Ayn Rand soñó con él, todos, siguiendo sus vocaciones, podrían, podríamos quedar realizados. Y morir, con la satisfacción de que nuestro paso por la Tierra ha valido para algo.
La historia de esta película del año 1949, es bastante larga, porque la novela en que está basada, estudia ampliamente con todo detalle a través de sus personajes, multitud de aspectos de los seres humanos, entrando en el terreno de la psicología, de las conductas, de las taras sociales, de todos los convencionalismos y circunstancias que nos envuelven. Juan, el personaje central, es un tipo digno de ser estudiado concienzudamente, estudiado y requeteestudiado, pues con él, la autora, nos da un mensaje de primera magnitud. Con él nos dice, que hemos nacido para defender nuestra personalidad por encima de todo, que nada ni nadie tiene derecho a manipular sobre ella, que sólo vale la pena vivir si permanecemos en ese frente, defendiéndonos contra vientos y mareas, fieles siempre a nuestros principios, intentando desde el primer momento que hemos encontrado nuestra vocación, de incrementar nuestros valores, que son muchos, y que cada ser humanos los tiene como una meta a alcanzar, la de hacer que brillen, que crezcan…






9-5-2017

Biblioteca BIB en la calle Alonso de Tobar, taller de escritura de relatos en sesiones cada quince días, dirigido por el escritor don Juan Carlos Márquez.

Propuesta de escritura
Tres comienzos
Os voy a ofrecer ahora tres comienzos de relatos. Tendréis que elegir uno de ellos para
confeccionar un cuento. Ese párrafo será el primero de vuestro relato, lo incluiréis y
escribiréis el resto del cuento. Tened en cuenta que habéis de respetar las claves
genéricas que sugiere el principio por el que optéis, así como el estilo y el lenguaje del
narrador. Otra opción sería hacer una ruptura de expectativas muy bien pensada, con
sentido. Es importante que captéis la voz y la respiración de narrador —sus formas de
seducción— y os mimeticéis con ella para continuar el relato con esa misma voz.
1er. Comienzo
"Por favor, Dios mío, haz que me telefonee ahora. Oh, Dios, que me llame. No pediré
nada más, te lo prometo. Me parece que no es pedir demasiado. Te costaría tan poco,
Dios mío., concédeme esa pequeñez… Que me telefonee ahora miso, nada más. Por
favor, Dios mío, por favor, te lo ruego."
2er. comienzo
"Todo permitía suponer que aquel hombre imponente y cetrino, en algún momento del
ritual y en obediencia a sensatas reglas de su locura, terminaría degollándolo.
Curiosamente, el simple detalle de que el gigante ostentara —incrustada, semicolgante y
ladeada— una sonrisa perenne con rabia y desesperación emboscadas tras modales de
excedida cortesía era, para el Impostor y presunta víctima, lo realmente fatal o
decisivo."
3er. comienzo
"Soy gordo. Soy asquerosamente gordo. Soy el ser humano más gordo que conozco. Lo
único que tengo es exceso de peso en todo el cuerpo. Tengo los dedos gordos. Tengo las
muñecas gordas. Mis ojos son gordos. (¿Puedes imaginar ojos gordos?) Tengo muchos kilos
de más. Se desparrama la carne sobre mí como el chocolate caliente encima de un
helado."




1er. Comienzo

"Por favor, Dios mío, haz que me telefonee ahora. Oh, Dios, que me llame. No pediré
nada más, te lo prometo. Me parece que no es pedir demasiado. Te costaría tan poco,
Dios mío., concédeme esa pequeñez… Que me telefonee ahora mismo, nada más. Por
favor, Dios mío, por favor, te lo ruego."
Va para dos años que dejó de contestar a mis mensajes; y cerró su blog para que yo no pudiera hacerle comentarios elogiosos, estaba cansado de mi, de mi pesantez, diciéndole siempre que era muy bello cuanto escribía, de mi insistencia en que volviéramos a vernos en alguno de los talleres a los que separadamente asistimos, como aquel en que nos vimos por primera vez surgiendo una chispa insignificante como producto de la coincidencia en dos de nuestros poemas. Aquella chispa produjo un incendio en nuestros corazones que llamearon vigorosamente durante algún tiempo. Yo leía cuantas cosas publicaba en su blog, y, según me decía, él había abierto una carpeta en su archivo donde tenía impresos uno a uno todos mis poemas.
Hace algo más de un año, tuvo un periodo de plena actividad donde publicaba uno o dos poemas cada semana, y cuanto escribía, provocaba un eco en mi corazón, pues creía percibir que algo de ello estaba inspirado en mi persona. El último de aquellos poemas, me hizo mucho daño, pues aunque no daba nombres ni señales, vi en él una especie de despedida. Y así fue en realidad porque dejó de publicar durante unos meses.
Este año sin embargo, sólo ha publicado uno apenas por mes y ya no tienen la magia de aquellos que tanto me emocionaban. Algo debe ocurrirle, alguna desgracia, algún desengaño amoroso, ¡qué lástima! Las almas sensibles están llamadas, a sufrir muchos males, más que las falsas. 
No me atrevo a escribirle un nuevo mensaje, ¡No podría soportar su desprecio una vez más! pero no puedo pasar sin él. Cada vez que vuelvo a su blog y repaso sus antiguos poemas, hay en ellos algo de mi, una esencia, una cierta manera de expresarse, que estoy segura, es muy semejante a la que yo utilizo. Somos dos almas hermanas a pesar de nuestra diferencia de edad. Él es muy joven y yo soy muy vieja, pero en el terreno del espíritu, la edad no cuenta, somos dos almas gemelas.  
"Por favor, Dios mío, haz que me telefonee ahora. Oh, Dios, que me llame. No pediré
nada más, te lo prometo. Me parece que no es pedir demasiado. Te costaría tan poco,
Dios mío., concédeme esa pequeñez… Que me telefonee ahora mismo, nada más. Por
favor, Dios mío, por favor, te lo ruego."






2er. comienzo

"Todo permitía suponer que aquel hombre imponente y cetrino, en algún momento del
ritual y en obediencia a sensatas reglas de su locura, terminaría degollándolo. Curiosamente, el simple detalle de que el gigante ostentara —incrustada, semicolgante
y ladeada— una sonrisa perenne con rabia y desesperación emboscadas tras modales
de excedida cortesía era, para el Impostor y presunta víctima, lo realmente fatal o
decisivo."
Pero los hechos vinieron a desmentir estas funestas suposiciones, porque el gigante, una vez que este estuvo en su castillo como huésped, le colmó de tan exquisitas atenciones, de tal cantidad de parabienes, que por muchos años que viva, nunca será capaz de expresar con palabras de agradecimiento, lo que al gigante debe.
Las cosas han cambiado. Ahora, el gigante reducido a la más mínima expresión, es su esclavo, y en todo momento está pendiente de sus órdenes que cumple con el mayor celo y perseverancia.
Fijaos, cómo con sus pequeñas manos que apenas abarcan la undécima parte del enorme  cuello, le tiene agarrado y, aprieta sin compasión, mientras este, no abandona aquella sonrisa que se  menciona.
Los miembros de la logia, que en principio no habían dado ni un céntimo por la vida del Impostor, ahora al verle sentado en el trono del gigante y a éste tendido a sus pies rindiéndole pleitesía, no comprendían cómo y de qué manera pudo producirse cambio tan extraordinario, y aún así, por ese principio que rige en la sociedad humana desde que esta apareció en el mundo, también ellos se prosternan a sus pies.
El filósofo Maquimedes piensitea ardoroso sobre el caso, y día y noche escribe páginas y más páginas, intentado descifrar el enigma, de cómo aquel hombre imponente y cetrino, en algún momento del ritual, no degolló al Impostor.
Éste, no es que tiene al gigante cogido por el cuello y sometido totalmente a sus caprichos, sino que también filosofa. Y sus proclamas, aparecen en todos los medios difusores a través de Internet, mientras los libros de Maquimedes, apenas son conocidos por algún que otro miembro despistado de la logia.
Así las cosas, yo, humilde narrador de estos hechos, militante del Partido Conservador y Amante del Orden y la Organización, me encuentro en mortal encrucijada sin saber que partido tomar, si el del gigante, o el del impostor, y la cosa apremia, porque se está haciendo preciso que el asunto quede resuelto cuanti antes.
Fíjense, cómo el gigante está sudando por todos los poros y, cómo un hedor insoportable se desprende de su voluminoso cuerpo, cómo falto de decisión, no se atreve en absoluto a recordar su glorioso pasado, cuando era dueño y señor de vidas y haciendas dentro de un periodo de paz inenarrable.
Fijaos más bien, cómo y de que infeliz manera, en el momento, decisivo, en que el gigante pudo hacer algo por salvaguardar su honor, se dejó convencer por los padres del Impostor, que le odiaban y, a pesar de su sabiduría, terminó cayendo en la trampa.  
Si le miráis atentamente, veréis cómo sangra tendido en el suelo envuelto en su pijama a cuadros que le colocaron estos mismos padres.





3er. comienzo
  
"Soy gordo. Soy asquerosamente gordo. Soy el ser humano más gordo que conozco. Lo
único que tengo es exceso de peso en todo el cuerpo. Tengo los dedos gordos. Tengo las
muñecas gordas. Mis ojos son gordos. (¿Puedes imaginar ojos gordos?) Tengo muchos kilos de más. Se desparrama la carne sobre mí como el chocolate caliente encima de un
helado."
En mi empeño de conseguir el  Guinness de obesidad, sigo haciendo viajes espaciales cada día más largos, con cuyo ejercicio me entran una ganas de comer enormes, de manera que a la vuelta de cada uno de ellos, mis cocineros tienen que hacer horas extraordinarias en prepararme alimentos. Hoy por ejemplo, de regreso de una luna perdida en la constelación de Andrómeda, han preparado para mi solo un carnero. Y eso, que en dicha luna, cuyo nombre me reservo, pues no quiero, que algún envidioso vaya allí intentando imitar mi hazaña y pervierta con el fétido aire de la Tierra, aquel mundo encantador, cuyos habitantes, obsequiosos en todos los sentidos, me han complacido con cantidad de valiosos regalos. El mayor, de ellos, su sabiduría, que siendo de tal peso y volumen, formaba una franja multicolor alrededor acompañándole en su giro, cual esos anillos de Saturno que aquí conocemos. Ya al llegar, me dejé conducir por multitud de seres alados que me acogieron y,  sin salirnos de ella, de tal manera, que era tanto el gozo que me producía lo que allí estaba viendo, que las enormes ganas de descender al tierra firme, me abandonaron y vagué, emocionado durante eternidades en alas de aquellos seres. 
¡Qué encanto! ¡Qué de cosas tan nunca bien pensadas! ¡Qué de esencias, perfumes, besos! Me duelen los morros de tanto cómo allí he podido besar. Totalmente embriagado de besos y caricias, un grupo de aquellos seres, me arrebató del anillo y caímos a tierra firme dentro de un macizo de flores blancas, que no eran flores, pues no existe ninguna flor que sea capaz de poseer sabor tan exquisito, como aquellas.
Volábamos entre las flores que se ofrecían a nuestros pies, dulces y suaves, acariciándolos cuando los rozábamos con ellas. Creí notar en alguno de aquellos momentos de extraordinaria complacencia, cómo ellas emitían ciertos sonidos, gritos, ayes de placer con nuestro roce. Hubo incluso una flor blanca que me recordaba mucho a mi buena cocinera Casilda de Vandalia y su alma bella…  
-Casilda, ven que voy a contarte una cosa que me ha pasado por ahí esta mañana y que está relacionada contigo.
-¡Que me dice señorito?
-Lo que te estoy diciendo, Casilda, mi amor.
-Usted quiere quedarse conmigo, está de broma.
-No lo estoy Casilda, escucha.
-Has aparecido esta mañana entre las flores, en un planeta lejano que he visitado.
-Si, lo que usted diga.
-Y eras una flor, blanca que me acariciaba.
-¿Ah, si?¡
-Lo que digo, Casilda.
-El señorito tiene hoy muchas ganas de bromear.
-No, no bromeo.
-Entonces es que quiere hacer conmigo de Romeo.
-No es ese mi deseo.
-No siga señorito que me meo.
-Casilda la has cagado.
"Soy gordo. Soy asquerosamente gordo. Soy el ser humano más gordo que conozco. Lo
único que tengo es exceso de peso en todo el cuerpo. Tengo los dedos gordos. Tengo las
muñecas gordas. Mis ojos son gordos. (¿Puedes imaginar ojos gordos?) Tengo muchos kilos de más. Se desparrama la carne sobre mí como el chocolate caliente encima de un
helado."
No me explico, cómo esos amables seres del Espacio, se ocupan de mí y me colman de favores. Algo debo tener que les atrae, que dentro de su gran sabiduría, les induce a prestarme atención, a amarme, pues más de uno de ellos, en esos viajes que hago a menudo, me lo tiene dicho.





EL MESONERO PRODIGIOSO


Tema: LA EDUCACIÓN

Capítulo 8º

Anita que se acostó una hora antes, se despierta al verme dando vueltas en la cama y me pregunta que ha ocurrido durante mi paseo con Esteban y sobre todo, cual es la causa que después de un día tan ajetreado y lleno de emociones, no consiga conciliar el sueño.
-Las preocupaciones, -le digo-, las malditas preocupaciones. Las he sembrado en el alma santa de este hombre y ahora estoy pesaroso. Se trata de una persona, -le explico- que había logrado librarse de ellas por medio de la renunciación a las cosas de este mundo en que vivimos, y, aquí estoy yo, que apenas hace treinta horas que llegamos a este sitio, viniendo a incordiarle.
-Quizá eso sea bueno para él  –me dice tranquilamente mi mujer. -Anda y tápate, pégate a mi y duerme, que mañana tenemos muchas cosas que ver.

Son las ocho de la mañana, y las mismas plumas del día anterior, en las mismas manos están acariciando nuestros cuerpos, despertándonos. Agradecemos en el alma este interés que nuestro anfitrión nos está mostrando. Nos muestra el camino hasta las duchas y una vez limpios y aseados impregnados de un suave perfume que nos aplicamos al salir, vamos al comedor donde ya nos esperan nuestros dos hijos, los cuales, se han sentado entre los niños intentando hablar con los más cercanos, pero estos hacen caso omiso de sus palabras y continúan comiendo en silencio.
Ante la mirada que dirijo a Esteban inquiriendo sobre esto que considero una falta de educación de los niños, pues tengo bien sabido que son alegres, nada de huraños y los he visto desde el primer momento, cantar, reír y gesticular hablando, este me explica, que consideran más importante realizar el acto de la comida a plena satisfacción, que perderse en conversaciones mezclando ambas cosas. 
-Cada cosa a su tiempo, -me dice. A lo que contesto: -Pues nuestra costumbre que consideramos de vital importancia es hablar durante las comidas, precisamente porque durante ellas, es cuando nos explayamos más a gusto con nuestros pensamientos; y hasta creo, que así se verifica más intensamente la digestión.
-Si, lo se, conozco  vuestras prácticas que las seguí durante algún tiempo, pero aquí no. Ya irás viendo, como son estos niños y quedarás asombrado de sus distintos comportamientos. Y para ello, esta mañana vamos a empezar por la visita al INVERNADERO que, desde que llegasteis,  siempre hemos cruzado a marchas forzadas sin percataros de las maravillas que encierra.
Esto que dice es verdad, siempre hemos corrido a través del pasillo central y los dos laterales, el primero hacia la Gran Bañera, y el segundo hacia la Gran nave, pero ni un solo segundo de nuestro tiempo hemos dedicado a mirar lo que contiene este inmenso invernadero de medio kilómetro de largo por ochenta metros de ancho. Solamente el día de nuestra llegada, nos asomamos a la puerta después de atravesar la inmensa huerta de siete hectáreas, pues ocupa 280 metros de ancho por 250 de fondo.
Apenas nos reunimos los cuatro con Esteban, mientras los niños han desparecido rápidamente después del frugal desayuno, lo primero que nos muestra es un plano con la vista total de la Villa, entre la selva, donde podemos ver que las dependencias del mesón propiamente dicho ocupan una superficie de ochenta metros, (fachada al entrar), por cincuenta de fondo antes de entrar en la huerta; o sea unos cuatro mil metros cuadrados destinados a cocina, dormitorios, duchas, y algunas otras dependencias, cual el cuarto de invitados donde hemos dormido y el salón de música que ya conocemos.
Finalmente, donde termina el invernadero, hay un espacio de sus mismas dimensiones donde están los talleres y el garaje en el que se guarda el helicóptero, la camioneta y alguna que otra máquina, de lo que ya nos habló.
Estamos impacientes por visitar el INVERNADERO y no queremos entretenernos en visitar lo que nos queda de las dependencias. Por mi parte tengo otras impaciencias que me gustaría satisfacer, cual lo que hicieron Anita y Nuria mientras yo estaba con Esteban por la huerta. Y, de Acisclo, ya imagino lo que haría con la chica de las azucenas. 
Atravesamos la huerta a toda velocidad y una vez entramos al invernadero, nos paramos
a mirar la pared frontal, cosa que en nuestras carreras, no se nos había ocurrido, y vemos que ocupa dentro de ella un inmenso mural de veinte metros de altura, por otros  doce o trece de ancho que es el retrato de una bella mujer…


Y exclamo:
¡Ah, gloriosa Ayn Rand, al fin veo un lugar en este mundo donde se te rinde el culto que mereces!, olvidada criatura que escribiste páginas inmortales defendiendo tu maravillosa idea filosófica del OBJETIVISMO!
Y volviéndome hacia Esteban y abrazándole:
-¡Oh, entrañable personaje, hombre de gran talento que has sabido interpretar el signo de los tiempos y adentrándote en el futuro has creado un sistema de vida digno de mejor suerte! ¡cómo has tenido el gran acierto de colocar esta Idea, de grabarla para siempre en la mente de todos tus niños, para que ninguno de ellos, se sienta jamás infrautilizado, para que lleno cada pecho de ardor, cada cual sea capaz de seguir su vocación, pera que todos y cada uno de ellos sean personas libres, individuos de distintas afinidades, cada uno único en sus distintas competencias!. Ya estoy viendo claro en todo esto…
Esteban me interrumpe diciendo
-Estás viendo claro, pues vas a ver más aún.
A nuestra izquierda según miramos hacia la pared, está la parcela de las azucenas. En mitad de ella una preciosa fuente que mana aguas de distintos colores. En un rincón de la misma, hay un pequeño receptáculo de unos dieciséis metros cuadros donde al entrar vemos en cada una de sus paredes estos cuatro cuadros con las siguientes leyendas:


GRITARLO: QUE ERA UNA PERSONA  AUNQUE ESTUVIERA MUERTA



María Montessori (31 de agosto de 1870 - 6 de mayo de 1952), fue una educadora, científica, médica, psiquiatra, filósofa, psicóloga, devota católica, feminista, y humanista italiana. Nació Chiaravalle, provincia de Ancona, Italia, en el seno de una familia burguesa católica.



ENSEÑÓ SU MÉTODO A OTRAS MAESTRAS



       Juan Luís Vives
          1492-1540
Lo que me hace exclamar nuevamente cual si estuviera rezando lleno de fervor porque efectivamente, es fervor lo que siento por estos personajes inolvidables:
-¡Ah la bella María, la bella María Montessori, nunca he dejado de percibir el esplendoroso perfume de tu alma, tú me has dado aliento para escribir, para crecer, para no dejarme vencer por las desdichas que han intentado asolar mi vida. Y tú, mi amigo Juan, mi inolvidable amigo de quien nadie se acuerda, aquí estás rememorado con todo el honor que te corresponde!
Anita me reprende: Te estás volviendo loco, Ramiro.
-Vamos papa, -dice Nuria, -te está pasando.
Y Acisclo:
-Estás chocheando, papi.
Pero Esteban no es de la misma opinión y esta vez es el quien se abraza a mi emocionado diciendo:
-Ramiro, has dado en el clavo.

La niña de las azucenas no aparece por ninguna parte y  le hago observar a Esteban que al llegar anteayer la había visto en este mismo bancal. Y este nos comenta que ella misma en quien usando yeso y ladrillos edificó esta habitación sin techo en que colocó estos cuadros, que están expresando a las claras cual es su vocación. Nos comenta:
-Aquí está permitido a los niños que en sus momentos de ocio, realicen todos los trabajos que les venga en gana, pues es el mejor sistema para que por medio de estas practicas, vayan descubriendo su personalidad. Quiero que veáis lo que esta niña, ha construido bajo el piso de su parcela.  
Y pulsando un botón en el suelo que apenas es perceptible, vemos que una losa de gran tamaño situada en un ángulo de la habitación se levanta pegándose a la pared y dejando libre una abertura con una escalera de madera por la que podemos ir bajando uno a uno. Así lo hacemos y vemos que la parcela, está totalmente hueca por abajo y este sótano de unos mil quinientos metros cuadrados, tiene en el centro unos depósitos que contienen separadamente las distintas clases de agua de colores que mana la fuente. Ella está unida a estos depósitos por estrechas tuberías por donde el agua es elevada por una serie de pequeñas bombas a doce voltios, -según nos informa-. El suelo de la parcela es de tierra y en los extremos, divisamos, dentro de la oscuridad reinante, unos cajones de un metro de ancho aproximadamente, en los cuales bajo la humedad que allí existe, crecen con profusión millones de champiñones. Con esta cabeza que me ha dado Dios para el cálculo, calculo y digo:
-Ciento sesenta metros cuadrados de bancal de champiñones que están perfectamente utilizados.
Y remacha:
-Como veis, la niña, no es sólo albañil y pedagoga, que además, es agricultora. 
Y yo también remacho, mirando descaradamente a Acisclo que se ha puesto colorado:
-Y otras cosas más que no se dicen.
Esteban aclara para todos los concurrentes.
-Ya os dije que la DIVERSIDAD, es la clave de las actividades aquí en Villalobos, y que ello es el mayor aliciente que alimenta la existencia de todos nosotros. Y dentro de la diversidad está la UTILIDAD: esta producción de champiñones unida a otras que aquí se realizan, es imposible que podamos consumirla nosotros solos, y su excedente, es enviado al mundo exterior por el mismo procedimiento que hacemos con los excedentes de la huerta. Y no sólo suministramos productos agrícolas, que también perfumes, y muchas más cosas que ya iréis viendo. Y hay algo más que complementa la esencia de estas palabras sublimes: LA BELLEZA.  

-Efectivamente, -comento-, la belleza del bancal de azucenas, la de la fuente central, la de esta joven que cuida de todo esto.
-Y algo que se te olvida y es lo principal, -exclama-, la belleza de su alma, que va en expansión constante a medida que van aumentando sus realizaciones.
Y viendo que callamos, añade a continuación:
-Y no creáis que esta niña es algo especial que sobresale sobre todas las demás. Todos los niños aquí están a la misma altura, todos gozan del mismo privilegio de acción y desarrollo. Todos pueden hacer realidad las cosas que sueñan, las que piensan, las que desean. Ya iréis viendo que aquí todo es posible. En el mundo del OBJETIVISMO, ¡bendita seas, Ayn Rand!, todas las maravillas son posible.
Anita suelta emocionada:
-Ahora comprende la emoción de mi marido, estoy orgullosa de ser su mujer. ¡Cuánto me pesa no haber leído más, no haberme enterado hasta ahora, que existen mujeres con esta Ayn Rand que tenéis aquí como símbolo de libertad!
Nuria añade:
-Yo también estoy aprendiendo mucho en esta visita, ¡gracias papá!
-No es a mí a quien debes dárselas sino a la Providencia; ella es quien nos ha traído a este lugar único donde tantas cosas interesantes hay para nuestro disfrute.
Acisclo permanece un tanto callado, refocilándose probablemente en su interior, con el recuerdo de su aventura de la noche anterior con la joven que, está dando ocasión al desarrollo de los actuales acontecimientos que estamos viviendo.
Son muchas cosas más las que podemos apreciar en este sótano. Están las herramientas que se utilizan para el tratamiento de los champiñones, las reservas de micelio, los cajones donde la niña fabrica el compost mezclando con tierra orgánica los residuos de suele traer de la huerta. Mis hijos y mujer no saben de esto. Pero yo que si conozco un tanto estas técnicas, si las aprecio y, me gustaría seguir descubriendo cosas de las muchas que hay en este sótano, pero la humedad reinante obliga a salir y también Esteban que está deseoso de enseñarnos más cosas.
Ya fuera, le insisto sobre la niña de las azucenas que no aparece por aquí, siendo ella precisamente la autora de todo lo que hemos visto en esta primera parcela que visitamos; y me responde, que debe estar ejecutando en estos momentos cualquier otro servicio, bien sea en la sección de logística, en el almacén, en los alambiques o cualquier otro lugar donde ha sido requerida su presencia. No tiene idea de dónde puede estar y ello no le preocupa en absoluto. Incluso puede estar haciendo de comadrona, si es que se ha producido esta emergencia.
-Si tuviera que preocuparme de donde está cada uno y de lo que está haciendo, menudo problema tendría. Ya sabéis a que aquí preocupaciones cero.
Yo, en cambio, si estoy preocupado. Pienso que puede estar en medio del bosque metida en una cueva desangrándose después de la brutal acometida que sin duda, le hizo el bestia de mi hijo la noche anterior. Pero Esteban parece que ha adivinado mi horrible pensamiento y añade a lo anterior:
-Aquí, cualquier situación conflictiva que se produzca, es detectada inmediatamente por el ordenador y de manera automática pasa a conocimiento del colectivo, de manera, que lo mismo que se cubren las necesidades de cualquier tipo de trabajos, también se cubren estas, produciéndose la presencia de los individuos adecuados y la aportación de los remedios oportunos. Es la cosa más fácil del mundo.
Nuria interviene:
-Ha dicho que puede estar ejerciendo de comadrona y este me resulta difícil de entender. ¿Cómo una adolescente por muy crecida que esté puede realizar esta labor?
-Es muy sencillo, -responde-. Ella y varias más como ella, me han ayudado en algunas intervenciones quirúrgicas y partos, y están perfectamente capacitadas para realizarlas. Ya sabéis que aquí las vocaciones tienen amplio campo de experimentación y no debe extrañaros, que personas tan jóvenes, ya hayan alcanzado un nivel adecuado.
Y añade:
-No sólo en el campo de la medicina, sino en todos los demás campos. El literario, por ejemplo. Y ya que estamos a dos pasos de la Biblioteca, os invito a visitarla pues esta en la parcela de al lado.

CONTINUARA





403.- COMENTARIOS LIBROS SUELTOS LEIDOS (2).

TITULO: VEINTICUATRO HORAS DE LA VIDA DE UNA MUJER.

Autor.- Stefan Zweig

Novela recogida en el mercado el día 28-4-2017 y leída de un tirón en la misma mañana


COMENTARIOS.- En el casino de Montecarlo, el caso de un joven ludópata al que una mujer mayor, compadecida, se empeña en ayudarle esa noche y al día siguiente a que no se suicide, pues lo ha perdido todo. Cuando cree que se ha ido en el tren a emprender una nueva vida que, agradecido le ha prometido, vuelve a encontrarle en el casino jugándose el dinero que ella le había dado. La espléndida prosa de este escritor, la convierte en una novela ejemplar.  


       Ella me ha inspirado para escribir también el siguiente relato:

LAS PASIONES
Esta mañana he leído de un tirón mientras esperaba en la consulta del médico y un rato después en casa, VEINTICUATRO HORAS DE LA VIDA DE UNA MUJER,  de Stefan Zweig, libro apasionante como todos los suyos, que trata de la pasión o adicción del juego. Lo considero en paralelo a aquel de Dostoievski EL JUGADOR, que leí en mi juventud y que me que me ayudó a evitar la caída en esta adicción fatal. 
He sentido como entonces el horror en que podemos caer los humanos, cuando nos entregamos sin tasa ni medida a una pasión y, pensando en esta de la literatura que me domina en mi vejez, es una advertencia que debo tener muy en cuenta, porque puede resultar peligrosa para mi salud. Devoro libros sin cesar, escribo sin cesar y abandono a veces, el salir a estirar las piernas, al estar adsorbido en la terminación de algo que leo y escribo. Menos mal que cada relato que me pongo a escribir, tiene un final, y también el libro que leo; y siempre al acabar, cambio de tema y me pongo a ver televisión o salgo a pasear. Pienso en el horror de la droga, el sexo, la bebida, el tabaco y en el de otras muchas adicciones, terribles todas que acaban con nosotros antes de tiempo. Las peores, las que no están catalogadas como tales, entre las que podríamos citar las siete conocidas como LOS PECADOS CAPITALES. Quien se deja dominar por alguno de ellos, está perdido. Menos mal que la vida nos propina de vez en cuando un zarpazo, que nos hace reaccionar, y el tejido roto se recompone, aunque solo sea en parte y se trate de una especie de remiendo. Pero hay que estar atentos, todos en más o menos grado somos esclavos, estamos dominados por alguna pasión. Ello nos convierte a cada uno en un ser mutilado al que falta alguna parte de nuestra alma, mutilación que al no ser visible, cual es por ejemplo la falta de cualquier parte de nuestro cuerpo, no le damos la importancia que merece.




25-4-2017

TALLER DE ESCRITURA dirigido por la profesora Natividad Lorenzo en la biblioteca AGCyD Miguel Delibes de Moratalaz.

DESPEDIDA


Yo ya me voy al puerto donde se halla
la Barca de Oro que debe conducirme
yo ya me voy; solo vengo a despedirme,
adiós, mujer, adiós, para siempre adiós.

No volverán tus ojos a mirarme,
ni tus oídos escucharan mi canto
voy a aumentar los mares con mi llanto,
adiós, mujer, adiós, para siempre adiós

                                                  CANCIÓN


Estuve aquí y apenas te apercibiste de mi presencia. Y eso que mi grito resonaba constante en tus oídos. ¿Te acuerdas de aquellos veranos en la playa? No me viste, pero allí estaba yo escondido entre la gente admirando tu espléndido cuerpo de diosa; mis ojos te taladraban de parte a parte. Mi boca emitía una sonora canción, inspirada por tu presencia exquisita.  
Cuando me pariste, anduve mis primeros pasos por el mundo, resonando en mis oídos cascabeles gloriosos, que me hablaban de la majestad de Dios, de la grandeza del ser humano y, del destino que cabía a nuestra raza, aunque me era muy difícil comprender tales cosas, pero tus brazos, en los que me amparaba mirando las estrellas eran remos para ayudarme a navegar. 
Más tarde puse mis ojos en tus senos que se me ofrecían nuevamente, no como al principio en afán nutriente, sino como elementos de placer, como esos frutos preciosos que colgaban de los árboles y que no había más que cogerlos para disfrutar de sus jugos, de sus sabores, colores y textura, algo de origen celestial, que tenía derecho a disfrutar como el don más preciado.
Admiré en los talleres de lectura y escritura, tu poderoso numen que, ya en los libros desde mi tierna infancia, me fui acostumbrando a leer. Había en los tuyos un algo espléndido que sobresalía sobre los libros de los hombres, que también me gustaban, pero que no llegaban a alcanzar, esa bendita fluidez, esa esencia especial donde rezuma una ternura infinita.
Te admiré como amiga y compañera, y navegué contigo en procelosos mares, enfrentándome a todos los peligros existentes para salvaguardar esos tesoros espirituales que, desde el momento en que venimos a este mundo, tenemos el derecho a disfrutar, y que por desgracia, por falta de un común entendimiento, están aún inéditos, escondidos a nuestras miradas.
Cierto día, amigo de la paz y la concordia, enemigo declarado de las guerras y separaciones, fui a buscarte a lugares de lujuria y pecado, y lloré, lloré amargamente tu desdicha, al contemplar allí tu cuerpo sacrosanto, ultrajado, usado como elemento de lascivos e inconfesable deseos bestiales que, no me atreví a profanar para no mancharme cual otros.
En otras muchas ocasiones, caballero de caña y cartonaje, armado de mi blog de notas, penetré en los espacios abiertos de tu alma, y allí, caminé por terrenos inexplorados, intentado encontrar  esos santos lugares, paraísos ocultos a la faz del mundo, que habían encontrado y disfrutado antes ciertos señores de pluma, los que nunca se dejaron avasallar por contrarios.
¡Ay, Adela, Adelaida, linda flor, de exuberante perfume, desde aquel día que entrarse en mi huerto, exhalando el mismo aroma de mis flores, nunca he dejado de quererte, pese a que no te dejaste acariciar por esta masculinidad que ardiente, deseaba más que nada, caminar conjuntamente contigo apoyándonos en el fuerte báculo de la sincera amistad libre de cortapisas!
No tengo nada que reprocharte; yo ya me voy al puerto donde se halla la Barca de Oro que  debe conducirme al lejano lugar que soñé, donde contigo me las prometía muy felices, y donde nuestros hijos bienamados, nacidos de un perfecto matrimonio, hubieran tenido como norma suprema, la de dirigir sus conductas dentro del reducto del Trabajo y la Amistad.
No volverán tus ojos a mirarme, ni tu oídos escucharán mi canto, canto de amor que nunca comprendiste a pesar de ir directamente a ti dirigido en contra del inmisericorde adánico ejercicio del machismo tanto tiempo por ti vilipendiado y al que sin darte cuenta te abrazabas, no teniendo otra cosa de más envergadura en la que apoyarte para sobrevivir gozosa.
Voy a aumentar los mares con mi llanto, llanto sublime del amor eterno, donde el sagrado corazón del hombre encuentra su acomodo, el cual, sutil hilo de oro que le encuadra dentro del infinito ejército de los seres bienpensantes, libre de errores, y también de los negros horrores de la guerra, ha encontrado la emocionante fórmula de la convivencia en paz.
Adiós, mujer, adiós para siempre, aunque para siempre he de estar contigo; nunca he de abandonarte en la desgracia, siempre estaré esperando tu gracia, aún dentro de todas las acracias, de la mal llamada democracia, de cuantas formas infernales de infortunio seguirá el hombre inventando para su pecunio, allí estaré rogando por ti a mi adorado y misericordioso Dios.




25-4-2017

Biblioteca BIB en la calle Alonso de Tobar, taller de escritura de relatos en sesiones cada quince días, dirigido por el escritor don Juan Carlos Márquez.

El tigre



El sol dora las laderas en la mañana. Tiger desea la verdad, la busca, está impaciente por encontrarla dentro de la maraña. Ha nacido para ello y, sin embargo, ella se oculta, se difumina, huye. El asfalto a punto de derretirse atrapa feroz a los incautos; las flores se desmayan sobre sus tallos, Marisa se separa de Antolín porque ha encontrado otro mejor. Tiger, padre y abuelo, sufre, amigo de la vida ordenada, del sacrificio a cambio de honores, de la paciencia ya que no de la felicidad. Permitita falsea, eligió mal a Toribio. La luz está sembrada de oscuridades que brotan como hongos. Por los cerros los pastores apacientan sus ganados. ¿Para qué, acaso? En el autobús un padre con tres hijitos: vibran a su izquierda; el padre lee un voluminoso best seller a tiempo que con un ojo vigila complacido; la niña va completando el rubik que el hermano mayor no ha podido completar. Al terminar, las seis caras son de un color distinto. Se lo entrega sonriendo al niño, que está mohíno. El pequeñín observa con ojos de filósofo a sus hermanos, a su padre, a quien quita el libro para ponerse a  simular que lee. Tiger observa: ve el caudaloso río de la vida circular a  través de aquellas frentes. ¡Es lástima que más tarde se sequen sus aguas! La madre, supone, estará trabajando en la fábrica, en el taller, en algún ministerio, para ganar el sustento. El hombre debe estar en el paro. El autobús runrunea. Fuera un cielo azul está hablando solo en un lenguaje que nadie entiende. La brisa más suave del mundo, sigue acariciando, distraída, a la mañana anterior que ya no existe. Bajan los cuatro en la parada del Retiro frente a los jardines de Cecilio Rodríguez. Verán a las palomas y los patos aletear sobre las flores. ¿Y la belleza? ¿Quién, por ventura, está hablando de la belleza? Es Abril, la tierra eleva un cántico de aleluya. La gente sonríe complacida. Anoche murió sola una mujer de 46 años, en su casa de la calle Viriato. No acaba aquí la cosa, pues abundan las noticias sobre el día de ayer. Era Domingo de Ramos, de ramos, de sangre amontonada por dos atentados a los cristianos de Egipto… ¡que se le va a hacer! Es la nueva, la  moderna, la renaciente, cultura del crimen organizado. Y como siempre, en el Sacrosanto Nombre de Dios. La guerra santa, dicen algunos, y como tal, aquel kamikaze que antes raramente surgía dentro de la masa, ahora se ha hecho popular, y se multiplica como la espuma de los mares. Ahora, una joven sonríe sentada en el mismo lugar que ocupaban los chicos del rubik y su padre. Algún mensaje, algún chiste, alguna noticia agradable le está llegando por el whatsapp que mira fijamente. Tiger ruge por dentro. Una pareja de enamorados se besan a dos palmos de sus narices, delante. ¿Enamorados? Ya se verá a la vuelta de unos meses, dos años a lo sumo, en que se hayan cubierto las sexuales expectativas. El autobús sigue runruneando, Tiger rugiendo, pero nadie lo nota, pues la flora y la fauna viven sin inquietarse en esta mañana florida. Ayer, entró Jesús en Jerusalén montado en un precioso borriquillo, ¿Platero? Nadie se acuerda ya del dulce animalito. La Sulamita deambula por terrenos pantanosos y Salomón huye de ella lleno de espanto. Lejos está el amor, cerca el olvido. Los tiempos cambian. Ahora, el hombre masa vuela por los aires y cae al suelo hecho pedazos, producto de un nuevo invento: el hombre bomba. El cielo se oscurece con una nube de polvo que corre a ocultarse en las habitaciones para desesperación de la mujer de la limpieza. El cáncer de pulmón prolifera. Doña Felicidad no duerme de noche, víctima de un mal que la corroe.
-Abre el paraguas Manuela, -dice Tiger a su invisible compañera al bajar del autobús en Sevilla, cerca de la Puerta del Sol. -Nuevamente va a llover sangre. –Ha añadido.   
-¿Cómo? –Ha preguntado ella.
-Hay ciertas señales.
Ella le ha ido hablando durante todo el viaje, mientras él observaba con sus  adormecidos ojos amarillos. Todo es un símbolo. El mundo está de luto, pero se viste de verde. No quiere que nadie le dicte el camino. En televisión se ha dicho… ¡Hay tantas cosas que se dicen, que apenas las oímos! Tiger, se siente como perdido; aunque rugiera fuerte, nadie escucharía sus rugidos.
¡La selva, la selva! ¿Dónde está la selva, amigo mío?
El mundo sigue gravitando en el vacío.




21-4-2017


Cuarto de baño con jacuzzi.-

No sabes Paco, cómo escribir esta historia, si en primera o segunda persona. Lo más aconsejable, dados los reproches que tienes que hacerte, sería utilizar la segunda, pues sólo tu eres culpable de la situación que ahora sufres, y, a ti directamente deber dirigirte a ver si así te corriges.
Damián, el marido de Josefina, prima hermana de Lucía, tu mujer, cuando volvíais el lunes por la tarde acompañados de Anselmo, el marido de otra prima hermana, Antoñita, de bañaros en la playa, os invitó a entrar juntos al cuarto de baño para ducharos y asearos antes de tomar unas copas.
Recuerdas como si fuera una película de terror, cómo Anselmo, menos barrigudo que el otro, al quedarse en pelotas, su enorme vientre cayó hacia abajo tapando casi totalmente sus partes pudendas, y, marchándose al jacuzzi, separado por una mampara, te mostró su horrible culo peludo con el mayor descaro y sin el más pequeño signo de pudor.
A todo esto, Damián que se había despojado a tus espaldas, también de su bañador, sientes, cómo acercándose a ti, te despoja del tuyo y, con ambas manos abre tus posaderas, dándote dos fuertes palmadas en ellas al tiempo que suelta una enorme risotada; y cual si fuera un eco, es coreada por otro al otro lado de la mampara.
Jamás, por mucho que lo hubieras pensado, habías imaginado que podría ocurrir esto que estabas viviendo. Damián mostraba un enorme culo blanco totalmente afeitado, que le daba la apariencia de un tremendo orangután, y por delante, con su enorme panza colgando, parecía un ridículo marsupial, cosas que en otras circunstancias, te hubiera hecho reír. Pero no era cuestión de risa, lo que te estaba sucediendo. Te habían preparado esta encerrona; habían bajado a la playa a buscarte…
Cuando dejaron de reírse, mientras te subías el bañador, preguntaste:
-¿Quién de los dos ha sido el culpable de este juego asqueroso?
-Hombre, Paco, no te pongas así, ha sido solamente una broma. Si no te gusta esto, lo dejamos y, en paz. Te respondió Damián mientras el otro todo mojado aparecía desde dentro.
Anselmo, desde que llegaste con los tuyos de veraneo a Ibiza el año anterior, se había convertido en tu mejor amigo. Servicial en grado sumo, te llevó a conocer todos los rincones de la isla. Él y Antoñita, cuando la pequeña Luci se hirió en un pie al pisar un casco de botella, corrieron a llevaros en su coche a la Casa de Socorros. Y no sólo eso, que Lucía y Antoñita, que se querían como hermanas, iban juntas a todas partes, a comprar, a tomar café, a llevar los niños al parque, a jugar y bañarse en la playa. Es más, este hombre de aspecto bonachón, más de una tarde mientras sentados en alguna terraza con los niños os estabais invitando, daba dinero a Paquito y Luci para comprarse chucherías. Era la mar de espléndido. Todos los días aparecía en vuestro  bungalows con algún regalo, bien si fuera fruta o verdura para Lucía, algo útil para los niños, cual una pelota para el varón o una muñeca para la hembra. Ellos no tenían hijos y tenían todo el tiempo del mundo para acudir a los demás. Anselmo hizo algo más especialmente contigo: sabiendo que te gustaba mucho hacer senderismo y conocer las bellezas naturales de la isla, haciendo un poderoso esfuerzo de su voluntad para mover su voluminoso cuerpo, subió incluso contigo a visitar las torres de defensa, el Parque Natural de Ses Salines, la Reserva Natural de Es Vedrá. Sudando a mares y haciendo tremendo esfuerzos con su enorme corpachón sobre bicicleta, corristeis por campos de cultivo, por diferentes playas y acantilados. Te llevó a las Cuevas de can Marçà, al Aquarium Cap Blanc. Él fue quien te convenció que volvierais este año a la isla y además, sin tener que gastar un duro en alojamiento, pues Damián y Josefina, los otros primos de tu mujer, os brindaban su chalet donde tenían habitaciones de sobra para instalaros. 
Damián no era tan entrañable como Anselmo. Quizá por disponer de mejor situación social y económica, se sentía un tanto por encima de este, pero intentaba no manifestarlo. También el año anterior, te colmó de atenciones y te insistió varias veces de que este año vinierais a veranear aquí. Y tú, el más idiota de los seres mortales que conozco, aceptaste, y metiste en esta casa de horrores a tu mujer y tus hijos, los cuales corrían el peligro de ser violados por este Damián de los infiernos. ¡Ah!, pero eso si, ante las gentes, ante la élite cultural de la isla, es un señor respetabilísimo, amable a más no poder, altruista incluso. ¿Y Josefina? Con ella y Antoñita estaban en la playa Lucía y los niños, inocentes de lo que dentro de este lujoso cuarto de aseo se estaba cociendo. Estabais solos los tres allí, ellos con la esperanza de pulir sus designios, y tú, rebobinando a velocidad de vértigo en intento de decidir sobre lo que debías hacer. Para colmo, Anselmo, intenta en esos momentos arreglar la situación que tu, con tus palabras, habías hecho difícil de mejorar, diciendo:
-Paco, el primo Damián no ha querido ofenderte. No es nada de lo que tú supones. Ha querido gastarte una broma.
Cuando una situación se pone tensa entre personas mayores, lo más lógico es que estas no traten de arreglarla desnudos, y si lo están, hagan lo que tú acababas de hacer colocándote, al menos, el bañador. Pero ellos permanecían allí desnudos cual su madre les echó al mundo; o mejor dicho, como el mundo les echó a ellos. Y replicaste: 
-¿Una broma, una broma esa carcajada que habéis soltado y ese toqueteo asqueroso? A mi no me engañáis. Dios sabe lo que ese jacuzzi podría contar si tuviera don de palabra. ¡No os da vergüenza? ¿Qué dirían vuestras mujeres si lo supieran?
Otra unísona, enorme carcajada, coreó tus últimas palabras dejándote horrorizado. Saliste del cuarto de baño como una centella, derecho al vestidor, y te colocaste la ropa a toda prisa, sin pararte a reflexionar, sin pensar en aquellos dos hombres que dejabas atrás. Y bajaste corriendo a la playa. Los niños estaban dentro del agua chapoteando en ella con la madre; y las dos primas, Antoñita y Josefina, hablando tranquilamente en la orilla bajo la sombrilla. No lo pensaste siquiera; pasaste junto a ellas como una exhalación y vestido como ibas, entraste derecho a los tres a los que sacaste de allí rápidamente, llevando a la niña en brazos. Fue un espectáculo increíble que revolucionó a las tranquilas gentes de la playa; en particular a las dos primas que puestas de pie corrían detrás de vosotros intentando alcanzaros. Pero no hubo manera. Una vez en casa, dentro de las habitaciones que os habían reservado, obligaste a tu pobre mujer a vestirse rápidamente y asimismo a los niños. Y a recoger el equipaje. A salir de allí a toda prisa cual si la casa se estuviera quemando. Recuerdas todavía, cómo empujaste con malos modos a las dos primas que esperaban tras la puerta. Los tuyos te seguían horrorizados, gimiendo y haciéndote preguntas a las que contestabas con estas dos palabras que repetías sin cesar: 
¡Esa carcajada! ¡Esa carcajada!¡Esa carcajada¡¡Esa carcajada!...
A pesar de estar viviendo una situación límite, mientras maletas en ristre, abandonabais  el chalé, no pudiste evitar la dedicación de un momento a tu curiosidad, y aplicaste el oído atentamente al pasar por delante de la puerta del cuarto de baño. Lo que allí sucedía, te hizo acelerar la marcha:
¡¡¡Dentro sonaba el agua, y seguían sonando carcajadas!!!





18-4-2017

TALLER DE ESCRITURA dirigido por la profesora Natividad Lorenzo en la biblioteca AGCyD Miguel Delibes de Moratalaz.





¡ кleshch,!
Esta tarde he salido a pasear a la Puerta del Sol con mi gato Missi y estando delante  del Lhardy, se me acerca un señor de unos ochenta años, preguntándome dónde podía tomar un buen caldo de cocido, lo cual me suena a broma, por lo intempestivo de la hora, y también, por encontrarnos precisamente ante el restaurante más famoso de Madrid donde es proverbial esta clase de guiso. Estoy a punto de mandarle a hacer puñetas, cuando pienso detenidamente, que debe ser extranjero, por su extraña pronunciación.
-¿Es usted alemán?
-No, soy ruso.
-¡Ah!, pues se encuentra delante del mejor restaurante de Madrid, donde sirven el mejor cocido del mundo.
El hombre dando un paso atrás se queda estático mirando hacia mi fijamente, y exclama horrorizado: 
¡ кleshch,!
Pienso que se ha vuelto loco de momento, y estoy a punto de alejarme dejándole allí plantado, pero al considerar, que algo de mi persona debe haber llamado su atención, y de índole bastante grave para haberse efectuado tal cambio, entonces zarandeándole con mi mano izquierda, le pregunto:
-¿Qué le pasa?
Y el hombre señalando a Missi que sostengo sobre el pecho con mi mano derecha, repite:
¡ кleshch,!
-¿Qué ocurre buen hombre, no ha visto nunca un gato persa?
Y sin dejar de señalar sigue exclamando: ¡кleshch,!  ¡кleshch,! ¡кleshch,! ¡кleshch,!


  ¡Qué asco! ¡Está infestado de garrapatas!






13-4-2017
Comentarios a Ulises, capítulos 16 y 17.

Capítulo 16.- Mientras en los capítulos del 1 al 14, Blom y Stephen habían tenido ligeros encuentros, ya en el 15 es cuando aparecen juntos con mayor intensidad, siendo en este nº 16 que  no se separan. Y si nos fijamos en la Odisea, es a partir de la vuelta de Ulises a Ítaca y su encuentro con el porquerizo Eumeo, que hasta el final, están unidos padre e hijo para combatir a los pretendientes. La técnica que Joyce emplea en este capítulo es un lenguaje corriente; y el ambiente, que en capítulo anterior fue de burdel, ahora es de taberna. Frecuentada esta por cocheros, hombres de tierra, se creen las patrañas de Murphy, el marinero, (malo como el viejo Antonio)  página 257). A mi modo de ver, este personaje en la Odisea debe ser el cabrero Melantio, y Antonio, tatuado en su pecho, debe ser Antinoo, el más poderoso de los pretendientes. Ambos estaban muy unidos. Es como si este marinero navegara sobre las cabezas de los cocheros y demás clientes del Refugio;  es la tentación, el espíritu del mal. Pero Joyce va más allá de este plano. En otro plano distinto, el lenguaje está lleno de símbolos exótéricos donde se pone en tela de juicio, el espíritu anglosajón y el del hombre mediterráneo en particular, con las repetidas alusiones a España y los españoles. La lectura aquí se hace bastante pesada y repetitiva. Joyce se complace más que nunca, en aburrir al lector y despistarle. Y da la impresión, que desea manifestar su reprobación a la pesantez de la Odisea que, abarca desde el canto XIII en que Ulises es dejado en el puerto de Forkis ya en Ítaca, hasta el canto XXII en que empieza la acción lanzando la primera flecha al cuello de Antinoo. Nueve capítulos en preparativos, mientras que en el XXII y el XXIII acaba con todos los pretendientes y le da tiempo a entrar en el lecho con Penélope. No hay que olvidar que Joyce es uno de los más grandes bromistas en el campo de la literatura. Se burla de todo, incluso de si mismo.

Capítulo 17.- La técnica aquí es a base de preguntas y respuestas. Un ejercicio que aconsejo, es: en una primera fase, hacer por escrito una especie de programa con todas las preguntas, pasando por alto las respuestas. Entonces nos damos cuenta de la enorme importancia de este capítulo, escrupuloso ejercicio de una meticulosidad extraordinaria, donde se realiza una exposición perfecta del trabajo de la mente, al tiempo que se hace un retrato fiel del alma humana, con sus deseos, pensamientos y hasta el último de los sentimientos. Sin tu desearlo, te viene la idea, de que para el autor, eres el modelo, que sin haber sido presentados, te conoce más aún que tú mismo. Es una maravilla si lo miramos bajo este punto de vista. En una segunda lectura, es cuando se puede uno recrear en cada una de las respuestas,  que la mitad de ellas son verdaderas epifanías de exhaustiva erudición. Joyce no escribió este libro para leerlo de un tirón y olvidarlo después sobre la repisa. En este caso, no merece la pena ocuparse de él ni un solo minuto. Aquí Blom y Stephen deliberan camino de su casa, en principio sobre sus coincidencias y discrepancias. Ya en ella, se sigue con esmeradas descripciones tales, cómo el recorrido del agua desde el embalse de Roundwood  hasta salir por el grifo de la cocina. Se explaya a gusto en cada tema: la ebullición, los libros, reminiscencias, sueños, todo cuanto nuestra mente realiza en constante actividad al margen del tiempo. El capítulo, con sus preguntas y respuestas, es de una intensidad abrumadora, y se goza con sus miles de detalles que quedan en suspenso para volver sobre ellos cuando venga en gana. El final, su entrada en la cama con Molly y la narración que le hace una vez ella despierta. Genial. Termina definiéndose  a sí mismo con dos palabras: Oscurimbad el Claridiero. A través de su oscuro libro te hace ver la luz.  Un aviso a los navegantes.    



4-4-2017

TALLER DE ESCRITURA dirigido por la profesora Natividad Lorenzo en la biblioteca AGCyD Miguel Delibes de Moratalaz.


ENRIQUE

“Dentro de unos minutos ocupará con elegancia su lugar ante el piano. Va recibir con una inclinación casi imperceptible el ruidoso homenaje del público.”
Lo familiares estamos expectantes ante el televisor en nuestras casas esperando ese momento. Estamos a 14-2-2017. Es de noche. Enrique Ros Martínez, el joven ciego de diecisiete años, natural de Cartagena, debuta en el programa de Got Talent que ya ha empezado. Sus padres, como nosotros, esperan también impacientes, con la diferencia que están allí junto a él acompañándole. También su hermano menor, un talento que le ayuda con su sabiduría y con sus ojos. Sus abuelos Antonio y Gini también esperan allá en Cartagena, que aparezca en el televisor.
Antonio es mi hermano. Hace quince años me llamó llorando desconsolado porque su nieto Enrique de dos años, hijo de su hija Ana María, había sido operado de cáncer en una clínica de Barcelona y por desgracia, el cirujano le había seccionado el nervio óptico dejándole ciego. 
Cuando vimos a Enrique, ya de vuelta a su casa, esa tierna criaturilla que no conocíamos, se abrazó a nosotros con gran viveza, lleno de vida, alma ardiente, que necesitaba todo el cariño del mundo para poder entrar en él por la tenebrosa puerta de la ceguera. Sus padres estaban deshechos. Habían perdido todo aliento de vivir. No eran capaces de afrontar tan terrible desgracia. ¡Su primer hijo ciego! ¡¿Qué iba a ser de él en esta vida cuando ellos faltasen?! Mi sobrina, cuando intenté consolarla, me contestó con una dureza tal, que tuve que clavarme las uñas en las palmas de las manos para no echarme a llorar dentro de aquel mar de lágrimas. No había consuelo. No existe consuelo en casos como este. Tienen que pasar muchos años, tiene la vida que dar muchas vueltas, para que los afectados por una desgracia, recuperemos la sensibilidad y volvamos a encontrar el dulce sabor que ella ofrece.
Ahora mi hermano Antonio, llora de gozo. Tiene un Genio en su familia… ¡no uno, sino varios! Tiene gran cantidad de nietos nacidos de mi otra sobrina y mi otro sobrino hermanos de Ana María. Y todos, cada uno de ellos, destacan en algo dentro de los colegios a los que asisten. Todos ellos tienen la perspectiva de un brillante porvenir. La ternura, esa planta maravillosa de exquisito perfume, que nace en el abrupto terreno de la Fatalidad, ha fructificado dentro de todos y cada uno de los corazones y las mentes de esa familia que rodea a Enrique, dotándoles de una sensibilidad especial ante la vida. 
Enrique compone música sin cesar, eleva su canto de amor al infinito, lleno de sapiencia, de inusitado heroísmo, superándose a través de la desgracia y utilizando todos los medios que la tecnología actual pone a su disposición, para crecer como persona, para dar frutos místicos en contraposición, a los renegridos frutos de  bestialidad y materialismo que tanto abundan en la actualidad.




51. LIBROS LEIDOS BIBLIOTECA BIB DEL BARRIO a partir de enero 2015


TÍTULO: LA CASA TOMADA

Autor.- Julio Cortázar

Relato leído y comentado por el nuevo profesor Matías Candeira el día 3-4-2017


COMENTARIOS.- Los protagonistas de esta casa son dos hermanos que han quedado en ella una vez desaparecidos los demás miembros de la familia. Es una casa demasiado grande donde podían vivir ocho personas sin estorbarse -según se dice-. La joven Irene teje y el hermano lee aunque desde 1939 no llegaba nada valioso a Argentina aparte de los demás trabajos que les da la casa. (Trabajo excesivo al ser ella tan grande).   
Como en todos los relatos de este gran escritor, se pueden realizar varias interpretaciones de éste, siendo la primera que a mi se me ocurre, que la “casa”  si la consideramos el “alma humana”, ésta va siendo tomada poco a poco por los ruidos y estridencias de fuera, incluidos los que nosotros fabricamos con nuestros propios pesares recuerdos. Y finalmente nos encontramos en la calle sin haber podido salvar nada nuestro. También podría aplicarse esta metáfora, a una nación –España por ejemplo- que está siendo tomada por los ruidos de fuera y por nuestra propia indolencia.   

52. LIBROS LEIDOS BIBLIOTECA BIB DEL BARRIO a partir de enero 2015


TÍTULO: LA CASA DE AL LADO

Autor.- Tobías Wolff

Relato leído y comentado por el nuevo profesor Matías Candeira el día 3-4-2017

COMENTARIOS.- Aquí el narrador desde su casa en la que vive con su mujer, está pendiente de lo que ocurre en la casa del vecino, otra pareja con un bebé y un perro. Aquel hombre es un guarro que viene a orinarse en su cerca tan blanca. Pega al perro, grita al bebé y es brutal haciendo el amor con su mujer. Él sin embargo, es más respetuoso con su mujer, que se niega a hacer el amor con él y tiene que abandonar la cama. Hay una película en la tele que no ven del todo. Él escribiría una película mejor, donde hombres y mujeres al final de muchas penurias, no se distinguen unos de otros, resultando como flores en un país donde no ha estado nunca nadie.  
Interpreto aquí, en cuanto se narra, que se quiere representar la falta de espiritualidad, unos seres humanos, que tras largos milenios de porfiar sobre el planeta, es cómo si nunca hubieran existido.




Adela

  
Tiemblan los cristales de mi ventana ante la pasión arrolladora que por ti siento mi querida compañera del alma, Adela; tu que apareces en mis sueños cada día que pasa alegrando los momentos de mi vida con el hálito sublime de la esperanza. Tu que eres el manantial inagotable donde mis ideas se basan para seguir adelante trazando el camino, el camino del agua, del agua viva y sagrada de un nuevo bautismo que está  necesitando esta humanidad tan triste y desgraciada.

Estaba muy complacido con tu presencia,
y te fuiste alejando poco a poco, Adela.
Te lo vengo a decir aunque no te duela:
Eras el único motivo de mi existencia.

Sumábamos ambos una misma experiencia
Libres nuestras almas, vuela que vuela
Dejando por los cielos una blanca estela
Con nuestro desinteresado amor, esencia

exquisita que, de haberse podido prodigar,
Hubiéramos creado un excelente sistema
Una nueva forma entre todas las de amar

Hombre y mujer unidos bajo el mismo lema
Colocados a la misma  altura para trabajar
Navegando en glorioso mar, rema que rema.





28-3-2017

TALLER DE ESCRITURA dirigido por la profesora Natividad Lorenzo en la biblioteca AGCyD Miguel Delibes de Moratalaz.


LA ESPAÑOLA INGLESA


Beatriz Risueño, natural de Albacete, cuando tenía quince años, en un viaje que hizo a Lisboa con su novio Pepe Buendía, al visitar la Estufa Fría, tuvo un extraño encuentro con una especie de gitana que se ofreció a echarle las cartas, y que al negarse, hizo una terrible premonición sobre el fracaso de aquella relación. 
Estudiante de filología inglesa, Beatriz, reunía todas las cualidades físicas y mentales de la más grande y graciosa de cuantas mujeres han existido a partir de Eva. Aquel mozo no le convenía por no estar a su altura intelectual y porque además, era esa clase de niño mimado por su madre, que según la psicología moderna, son proclives a la vida homosexual, más que a la del sacrificio y honestidad que exige la vida del matrimonio entre hombre y mujer. Persona fiel a sus principios, pese a su corta edad, Beatriz, no fue capaz de romper con él, pese a que empezó a descubrir sus muchos defectos. Y tuvo que ser él, quien abrumado por la inteligencia de ella, rompiera aquella relación.
Después de aquel fracaso y ya con veinte años y la carrera terminada, la joven dejó a su familia y se fue a vivir a Londres donde aunque parezca extraño, no encontró trabajo ofreciéndose incluso como profesora de español.
Y después de varios meses de miseria absoluta donde lo intentó todo, gracias al conocimiento que hizo con un musulmán de nombre Khalid Masood, se trasladó a Birmingham y allí si pudo montar su academia y adquirir un equilibrado modus vivendi. Este personaje fue el primero de sus alumnos y quien la introdujo en el mundo árabe bastante amplio dentro de aquella ciudad inglesa. Con aquellas gentes se sintió muy a gusto y lamentaba no haber estudiado filología árabe en lugar de la otra, porque esta cultura, según podía apreciar, encerraba grandes tesoros de poesía y filosofía, todos ellos faltos de aprecio entre los anglosajones, europeos y sobre todo, los españoles.
Así las cosas en 2003, este hombre apuñaló a un hombre en la cara, lo que demostró a Beatriz, su carácter violento y a partir de ahí fue borrado de la lista de sus amistades. Empezó a sospechar que la poética y filosófica cultura estaba bastante contaminada por la terrorífica filosofía del odio y la incomprensión; y, cansada de sufrir tan profunda crisis espiritual que afecta por partes iguales a Oriente y Occidente, la vemos ahora, en estos momentos, con las tijeras en ristre cómo empieza a cortarse los cabellos; y con una furia digna del mejor de los guerreros que han existido, y, aunque no se puede ver en una foto que ha inspirado este reportaje, empieza a desvestirse para colocarse el hábito que ha de llevar durante el resto de su vida, como señal de reprobación al mundo desgraciado en que le ha tocado vivir. 
El espaldarazo final para tomar tan grave decisión, lo ha recibido hoy, cuando le llega la noticia sobre el susodicho asesino, que conduciendo un todo terreno, ha perpetrado un atentado terrorista de graves consecuencias que ha llenado al mundo de pavor e indignación una vez más.




28-3-2017

Biblioteca BIB en la calle Alonso de Tobar, taller de escritura de relatos en sesiones cada quince días, dirigido por el escritor don Juan Carlos Márquez.

LA PODA


-¿Qué haces Pascasio cortando las ramas de esta higuera?
-¿Es que eres tonto Vivencio, que viendo lo que estoy haciendo me preguntas qué hago?
En medio de aquel campo, los dos hombre son azotados por un viento fortísimo que está a punto de arrastrarlos, si no fuera porque curtidos al aire libre en aquel pueblo rodeado de montañas, saben asentar muy bien sus pies sobre el terreno para que el viento no se los lleve. Están en pleno mes de diciembre y el frío que acompaña al viento, es también de gran intensidad, pero a ellos, esto no les asusta ni les causa molestia alguna. Vivencio que no es tonto, le contesta:
-No me refiero a lo que estás haciendo con el serrucho, sino a lo que haces contigo mismo, despreciando a la Gabriela, esa mujer tan imponente que tienes por esposa y de la que apenas haces caso.
-Eso a ti no te importa, y si vienes aquí a importunarme, voy a tener que darte un buen puñetazo en las narices. (Le ha contestado cachazudamente el bueno de Pascasio, que dejando esta herramienta en el suelo, coge las tijeras de podar y se dedica a cortar las ramas menores que nacieron en la parte más baja del tronco).
-Me importa porque la Gabriela es mi prima y es para mi como una hermana, porque nacimos el mismo día y el mismo año y hemos crecido juntos. Y no se merece el trato que le das.    
-Mira, Vivencio, esta mañana, no estoy de humor para escuchar tus monsergas. Si sigues por ahí, vas a dejar de ser mi amigo; que sepas, que a las mujeres no se les puede andar con zalamerías todo el tiempo, porque si te achicas y les das todo lo que te piden, acaban tomándote por al pito del sereno. 
-Pues ya que nombras al pito, ten mucho cuidado con Agapito el de la Angustias, que no se si te has dado cuenta que está rondando por tu casa siempre que estás ausente y que fue novio de mi prima antes que tu. Que sepas que han vuelto a liarse y tu permaneces en la inopia.
-Eso ya lo se, y no es necesario que vengas tu a decírmelo. Agapito es un mal bicho y el día menos pensado va a llevarse un gran disgusto conmigo.
-¿Ah, si? ¡Míralo por donde viene!
-¡Hola, muchachos!  -Dice el hombre nada más llegar. Y añade con mucha guasa refiriéndose al que maneja las tijeras:
-¿Qué, Pascasio, podando como siempre? Me han dicho que en cierta ocasión con otra clase de tijeras hiciste otra clase de poda con cierta parte de tu cuerpo, y es por eso, que te encuentras tan fuerte para trabajar en el campo, y no tanto dentro de tu casa.
Ante estas palabras, Vivencio suelta una gran carcajada, lo que enfurece a su primo de tal manera, que siguiendo al Agapito que se ha alejado a mear un poco más allí,  ¡zas, cataplás!, realiza la misma operación de poda que el otro acababa de atribuirle.






27-3-2017

LECTURA DE LIBROS



50. LIBROS LEIDOS BIBLIOTECA DEL BARRIO a partir de enero 2015
127 páginas

TÍTULO: HISTORIAS MÍNIMAS

Autor.- Javier Tomeo

Libro recibido en la BIB para ser comentado y devuelto el día 27-3.

COMENTARIOS.- Una vez más me congratulo, de mi decisión de asistir a las bibliotecas donde existe un taller de LECTURA Y COMENTARIOS DE LIBROS.  Y va por centésima vez mi elogio hacia la virtud que esto encierra, que no es otra, que, a los apasionados en la búsqueda de buenos escritores, según su criterio, les aumenta de manera extraordinaria estos hallazgos. En los diez años que vengo asistiendo a ellas, he descubierto diez veces más buenos escritores, que en los otros setenta años de mi vida. Hoy me felicito de haber tenido paciencia hasta encontrarme con Javier Tomeo. Este hallazgo me produce una gran felicidad. Es uno más de los que iba buscando. En estas pequeñas historias, me encanta su brevedad, su endiablada técnica de personajes siempre entre bastidores de teatro, con escenarios de todo tipo, desde el de un campo de batalla hasta el de la trastienda de circo. Cada una de ellas es una joya, un diamante, un rubí, una esmeralda; cada una te deja perplejo por su estructura, que emite destellos sublimes, resplandores que te hacen cerrar los ojos y abrir el corazón. En un lenguaje sencillo, con palabras corrientes, te muestra paisajes del alma de gran hermosura, al tiempo que te hace reír con sus sarcasmos, o llorar, con esa absurda incongruencia de algunos personajes y sus tristes situaciones; esos escenarios donde lleno de ingenio, con pocas palabras; esos diálogos cortos donde a veces con una sola palabra de una sola sílaba, te está descubriendo un mundo. Odio la palabrería inútil. Esta pequeña obra, ha sido para mi un regalo del destino. ¡Gracias a la biblioteca BIB de mi barrio!        







El sexo de los ángeles

Paco se encontró cierto día con los ángeles Rafael y Gabriel, que pasaban por su huerto de la Mata y que se pararon allí a mirar su almendro en flor, y entabló la siguiente conversación que me atrevo a relatar.
PACO.- ¿Tienes sexo Rafael?
RAFAEL.- ¿Te importa mucho, hombre descarriado?
PACO.- Bueno, no es que me importe mucho, pero hay tanta gente aquí, que esclava del sexo, al oír hablar tanto de vosotros, se hace esta pregunta, que teniendo la oportunidad de teneros a ti y Gabriel delante, no tengo más remedio que hacérosla. (Gabriel, respondiendo por el otro):
GABRIEL.- Mira, Paco, el tema del sexo es tan amplio que por mucho que te queramos explicar, nunca acabaríamos de hablar de él. Pero para que te vayas enterando de algo, puedo decirte que existe un esperma universal que tu conoces por el nombre de ideas y pensamientos, que cuando son acertados, y no son simple palabrería, se derrama por todos los cielos ocupados por la MATERIA y, pasan del estado bosónico, BOSÓN DE HIGG pongo por ejemplo, a un estado material más en consonancia con el medio, de manera, que se produce una PRESENCIA. (Aquí, Rafael haciendo un gracioso gesto, interrumpe a su compañero y continúa con la exposición sobre el sexo):
RAFAEL.- Vosotros, los pobladores de este planeta miserable, contribuís a la FERTILIZACIÓN UNIVERSAL, cada vez que acertáis en emitir IDEAS ACERTADAS, las cuales, unidas a cuatrillones de ellas que pululan por el espacio, producen eso que muchos poetas anteriores a ti, han denominado como TRONOS, POTESTADES, PRINCIPADOS, DOMINACIONES, VIRTUDES, y que se refiere exactamente a nosotros. (Gabriel corta a su compañero, que no se enfada por ello y prosigue diciendo):
GABRIEL.- Esto, en una primera fase que podríamos denominar, DECANTACIÓN UNIVERSAL DE LA INTELIGENCIA. Ocurre, que no es esta la primera de estas decantaciones, que, debido a la graciosa propiedad primordial de la materia, podemos ir DECANTÁNDONOS, en diferentes estados de GRACIA, en distintos planetas, y, pásmate Paco, si es que puedes, que hasta dentro de algunos soles, somos capaces de reproducirnos, pese al calor tan inmenso que existe dentro de ellos.
RAFAEL.- (tomando la palabra de nuevo): -Que sepas, hombre de poca fe, que los estados de la materia son infinitos y así mismo lo son los estados del ESPÍRITU. (aquí hace una pausa), y si fueras más listo comprenderías, pues dentro de ti mismo se verifica, una simbiosis perfecta entre los dos estados.
GABRIEL.- ¿Te enteras, pedazo de zoquete?, -y añade: -Si dentro de vuestro vocabulario, buscaseis la palabra adecuada para definir el sexo que nos corresponde, esta sería POLINIZACIÓN, pues dentro del estado espiritual, esta se verifica como vosotros la conocéis dentro del reino vegetal donde cierto tipo de insectos, libando entre las flores, producen el cruce y nacimiento de nuevas formas de vida.
PACO.- (Ofendido por haberse oído llamar zoquete increpa a Gabriel) –Creo que has cometido una falta de respeto a mi persona por llamarme así, y considero que esto no es digno de una potencia celestial, cual tu representas.
GABRIEL.- Eso del respeto, es una palabra inventada por vosotros movidos por el deseo de ofenderos. No existe en el universo, arma más cruel y despiadada que la PALABRA. Y vosotros la usáis abusivamente de manera, que os herís constantemente con ella, bien sea pronunciándola para ser escuchada por los demás, que usándola en silencio contra vosotros mismos.
PACO.- Tu también la estás usando ahora.
GABRIEL.- Si, porque tu nos has provocado y por educación, Rafael y yo nos hemos visto a obligados a contestarte. Pero nuestra manera de expresarnos es muy otra.
PACO.- ¿Y cual es esa manera? (Ahora es Rafael quien contesta).
RAFAEL.- Esta especie de alogamia de la POLINIZACIÓN, es de carácter universal y mantiene el orden de TAL manera, que toda la MATERIA, desde la más pequeña partícula a la más grande, está sujeta a esta ley, la cual, es de tan maravillosos efectos, que todo organismo, desde el más simple hasta el más complejo, está impregnado de ese semen, o polen, o como queramos llamarle, que, para nosotros como te decía Gabriel al principio son las ideas o pensamientos. (Toma la palabra Gabriel).
GABRIEL.- Y son tan infinitos en cantidad y calidad, abundan tanto, que a partir de ellos nace todo vestigio de MATERIA, desde las más grandes nebulosas, hasta la más pequeña e ínfima partícula, todas ellas bajo el símbolo de la INTELIGENCIA. Y ésta, es ese ENTE TOTAL Y ABSOLUTO, al que vosotros, sin poderlo comprender, debido a su inmensa TOTALIDAD, denomináis con el sacrosanto nombre de DIOS. 
PACO.- (Totalmente abrumado y sin saber qué decir) -Burrrrrrrrrr
(Ante esta onomatopeya, los ángeles desaparecen de su vista dejando una blanca estela que queda fija para siempre en la cabeza de este simple individuo de la especie humana.)

En Madrid, a 25-3-2017
Francisco



22-3-2017

 

Tengo el gusto de adjuntar el presente caligrama que envía mi antiguo compañero de tertulia el genial José Ortega.
Trayectoria entre contrincantes

 mar 20 a las 9:34 PM     20-3-2017

LA GRAN ESCAPADA

Trayectoria parabólica
que primero asciende por su inercia,
luego baja por la gravedad
y se refrena según su entorno.
Contrincantes en la lucha
por los mismos intereses
desde posturas opuestas.
Pobre del pillado en medio,
sustento será de espinas
como un clavel entre rosas,
hasta debajo sus pies la hierba 
será cortada y las chispas
del impacto inundarán su hélice.




21-3-2017

CLUB ULISES en la biblioteca BIB de Moratalaz.-

Comentarios al capítulo 15 de ULISES.

CAPÍTULO 15.-

Este es el capítulo de las transformaciones, con una técnica endiablada donde se mezclan todo tipo de combinaciones, de manera que Blom como personaje central aparece con mil formas diferentes, incluso en calidad de mujer o ente transexual sin serlo, pero recibiendo multitud de ultrajes de un personaje al que se le da el apelativo de Bello. Su similitud con el Ulíses de la Odisea es probable que esté con las vicisitudes que padece viendo a sus compañeros convertidos en una especie de cerdos cuando arriban a la isla Eea donde habita Circe, la de hermosos cabellos. Un detalle curioso entre los miles de juegos con palabras que Joyce hace para diversión suya, es el nombre de Molly, la planta que Hermes el Argicida entrega a Ulises como contraveneno para neutralizar el veneno que Circe le administra. Otra caso curioso debe ser el de la Ninfa, que identifico como Calipso, la cual dice a Blom, que se vieron en otro tiempo. Según la Odisea, esta habitaba en una caverna en la isla Ogigia frente a Gibraltar.
Las páginas 124, 125 y 126 en cursiva, nombran todo un mundo que rodea la Casa de Circe, donde los lobos monteses y los leones, transformados por ella en dulces animalillos, acuden a acariciar a los intrusos moviendo sus colas en señal de alegría. Todo un mundo transformado por el veneno del Sistema. 
Dentro de la lectura de este capítulo, he tenido la sensación más que en los precedentes, de estar metido en un mar lleno de maderos e inmundicias, movido el conjunto, por fuertes olas que me han llevado de un lado a otro lado, recibiendo al mismo tiempo los golpes e incluso los olores de esta materia descompuesta; y, a la vez, en medio del desorden, cual pudo sentir Ulises en su Odisea, he recibido sublimes chispazos, maravillosos resplandores de gran belleza, como aviso del advenimiento de un ser humano más perfecto, algo que sólo los grandes místicos son capaces de transmitir. Solamente dentro del más acendrado hermetismo y profunda oscuridad, es posible la percepción del venturoso milagro de la LUZ.






14-3-2017


Biblioteca BIB en la calle Alonso de Tobar, taller de escritura de relatos en sesiones cada quince días, dirigido por el escritor don Juan Carlos Márquez.

La huelga de estibadores



¿Me quieres decir qué estás haciendo en medio de esta multitud vociferante, Paco? Tu no eres estibador, ni joven, ni tienes deseos de que te suban el sueldo, pues eres un jubilado, que lo único que necesitas es que no te lo rebajen. Ya se que no tienes la culpa de haber caído aquí en medio, pues son ellos quienes te han arrollado cuando estabas pescando en el muelle. Esa manía tuya de salir a pescar, te está costando cara. Ya te lo dice la buena de Calixta, que te hizo el honor de casarse contigo. ¿No te hubiera sido mejor, quedarte en casa leyendo o haciendo crucigramas, bien arropadito, haciéndole compañía? Has perdido la banqueta y has estado a punto de que te claven la caña en un ojo. Ahora el teléfono.
-¿Qué porqué tardo en llegar, Calixta? Estoy metido en un lío tremendo. Figúrate que estaba sentado en el muelle a ver si caía algo, y ha caído sobre mi un montón de gente vestidos de color naranja, dando gritos...
-¡Oye viejo, nosotros no somos gente! Te estoy oyendo y no se cómo no te aplasto como una cucaracha!
¡Ay, Paco, si contestas a este nene, la que se va a liar! Más vale que te alejes poco a poco, pues este individuo tiene cara de malas pulgas.
-¿Me estás oyendo, viejo?
–Si, si.
Has hecho bien en alejarte. Estás sudando y eso que hace frío, menos mal que has logrado huir de ese energúmeno. Otra vez el teléfono.
–Si Calixta, si, estoy bien, pero no se cuando llegaré a casa…
-¿Qué te pasa abuelo? ¿No te encuentras bien entre nosotros? ¿Crees que no es justa nuestra reivindicación?
-Ya lo creo que es justa, justísima.
-¿Te estás cachondeando? 
¡Ay, Paco, has perdido la caña, la mochila y el anorak, y da gracias a que has podido escapar de las garras de este otro individuo! Otra vez el teléfono.
–Si mujer, si; no me llames más, que cada llamada tuya desencadena una tragedia. Ya me he librado de esta gente y voy corriendo a casa.
¿Tienes frío, Paco? Ahora te aguantas. Que te sirva de escarmiento esto que te ha pasado.   

En Madrid, a 14-3-2017
Francisco






EL MESONERO PRODIGIOSO

Tema: LA LIBERTAD

Capítulo 7º


La conversación tiene fin con la llegada de los niños a cenar y dejamos para el día siguiente las muchas preguntas que tenemos pendientes. Nuestra curiosidad aumenta a medida que vamos conociendo nuevas cosas, y el afecto que nos inspira nuestro anfitrión es cada vez mayor. Podemos permanecer en tan extraño mesón, todo el tiempo que queramos, siendo todo gratis, hospedaje, comida, higiene, e incluso información, y con todo ello diversión. ¿Qué más podemos desear? 
La cena que nos ofrece es totalmente frugal a base de los productos de la huerta; y los líquidos a trasegar, son todos naturales, empezando por el agua, y sin el más mínimo vestigio de alcohol. La conducta de los niños mientras degustan los alimentos, es sumamente ejemplar, sin pronunciar palabra alguna, y menos aún algún exabrupto, aunque, eso si, sus ojos brillan llenos de sabiduría y paz interior. Todos y cada uno, según nos hace observar el bueno de Esteban, están fabricando dentro de sus mentes, hermosas ideas, esbozando planes de viabilidad a ir desarrollando.
-La creatividad, -nos dice en voz baja entre bocado y bocado-, es aquí el factor común a todas las mentes, y como esta, la creatividad, no necesita de grandes expresiones o aspavientos, por ser algo de índole interior, aunque vibra con una energía extraordinaria, sólo se puede apreciar en las miradas. Podéis observar cómo brillan los ojos de estos niños míos, que explosión de vida tan grande se produce dentro de esos corazones. Todos laten acompasadamente, y sin embargo, que de prodigios atesoran. Me hace llorar tanta hermosura.
Le escuchamos en silencio, pues no queremos perturbar el ambiente sereno que estamos disfrutando. Él también calla después de haber hecho esta observación, y vemos como una lágrima gozosa corre por sus mejillas directa a besar su boca.
Mientras vamos comiendo despaciosamente, nuestros pensamientos, van dirigidos en particular a los sabores que estamos disfrutando, intentando visualizar en nuestra mente, el proceso de los alimentos en este ejercicio tan importante de la DIGESTIÓN, que ha empezado desde el mismo instante en que tomamos el primer bocado. Me complace sobremanera que estos hábitos nutricionales que he enseñado a mis hijos, y que Anita y yo practicamos en nuestra vida familiar, aquí, entre esta gente, se practica de manera altamente elevada y, me basta observar, cómo estos niños, llevan cada bocado a la boca y cómo mastican con lentitud, ensalivando, con delectación, embebidos en esa función primordial. ¡Qué bien les tiene enseñados este bendito Esteban!  
Es lo que le digo cuando después, bajo la luz de la luna, caminamos los dos por la  extensa huerta. Y me responde como siempre, que no es él, sino los controles que tiene establecidos. Durante un par de horas esa noche me habla de LA PATRIA DEL CONTROL, de lo que para él significa esta palabra mágica.  Por lo menos veinte veces me repite, para que quede bien grabado en mi cerebro, su premisa madre a partir de la cual nace toda su filosofía, y como consecuencia, su campo de acción:
El Control es todo lo contrario de la Vigilancia. Y añade:
Mientras que este es una patria ubérrima y deliciosa, ella, la vigilancia, es un infierno hediondo lleno de sustancias pútridas.
Nos quedamos ambos en silencio respirando el aire de la noche y nos alejamos a través de la huerta hacia la valla que la separa del bosque. Todo es quietud en esta noche de luna llena. Llegamos a la puertecita que da acceso al mismo, y me invita a sentarnos en un banco cerca de ella y a la orilla del huerto de frutales que brilla con todo su esplendor. Me ha llevado hasta allí con la intención de que asista al espectáculo que ofrecen algunos que otros niños entrando y saliendo, lo que me da opción a inquirir sobre el caso. Lo hacen solos o en grupos que pasan por delante de nosotros, cantando, riendo o simplemente hablado, todos en total camaradería. 
-La LIBERTAD, -me dice-, es aquí total y absoluta, Durante muchos años de mi vida fue causa principal de mi inquietud y pensé mucho sobre ella, pues cómo sabes, es la palabra más peligrosa que existe, que al ser mal interpretada, produce tragedias sin cuento. Aquí, no existe como palabra, pero sí como objetivo real. 
-Pero estos niños que entran ahí alborotando, rompen la quietud de la selva y se exponen más que de día al zarpazo de algún animal. Le digo; y contesta:
-Eso es lo que te parece a ti, pero si observas atentamente, cuando entran lo hacen en silencio y cada uno de ellos, lo que hace te lo voy a decir: tienen allí dentro cuevas y habitáculos donde les gusta dormir o entregarse al amor. Algunos entran solamente para dar un vistazo a su madriguera y vuelven a salir porque les gusta hacerlo en el dormitorio general, que, -por cierto, aún no os he mostrado-.  ¡Hay tantas cosas que aún no habéis visto todavía…!
Lo primero que se me ocurre exponer a la vista de estos hechos es lo siguiente:
-Veo que has implantado como régimen de vida, EL AMOR LIBRE y que todos estos niños, -algunos de ellos he visto que tienen ya dieciséis o diecisiete años cumplidos-, van a traer niños a montones y se va a llenar esto dentro de poco en un carajal de recién nacidos, que por muchos controles que hayas establecido va a ser imposible todo control y, con seguridad se producirá un desmadre espantoso que acabará con tu loable proyecto.
-No te creas-, responde-, tu sabes lo mismo que yo, pues vienes del mundo civilizado, que hay muchos gais entre ellos, los cuales son inmunes a la procreación. Hay otros motivos que la impiden y es la INTELECTUALIDAD. Muchos de estos niños son intelectuales por naturaleza, han nacido poetas, y, aprecian más los sublimes aconteceres dentro del mundo de la imaginación, que las vulgares apetencias del sexo. No es que lo desprecien, pero lo mantiene bajo control y aunque están dispuestos a procrear, lo dejan para mejor ocasión y cuando ya están más maduros. De ellos, -y son mayoría-, no tengo porqué preocuparme por ahora.   
Estando en esto, oímos los pasos de una pareja que avanza hacia la puerta y cual es mi asombro cuando diviso, la hercúlea figura de Acisclo, junto a una jovencita de unos diez y seis o diecisiete años, mujer de anchas caderas y pubis rubio que brilla bajo la luz de la luna.   
-¡Pero, si es mi hijo! exclamo-. ¡Y ella es la joven de las azucenas! ¡Esto es el colmo! ¡Acis…!
-¡Chiss…! -Dice Esteban tapándome la boca, sin dejarme terminar el nombre, -no les molestes. Desde el momento que llegasteis vi que este hecho se iba a producir de manera  inevitable y me congratulé de ello. Era una de mis inquietudes, la de mezclar sangre nueva del mundo civilizado con la de mi mundo. Sabes muy bien que estas mezclas son algo providencial que vigorizan la raza en grado sumo. Es probable que tu hija Nuria encuentre también pareja con alguno de mis mejores sementales. Ya habrás notado  que los tengo de muy buena calidad.
Veo que la intención de este hombre al llevarme allí ha sido no otra, que mostrarme una de las cosas más importantes del mundo y que hace que este siga siempre habitado: LA PROCREACIÓN. Eso a lo que damos tan poco importancia por ser cosa corriente y que si bien la miramos, es la que más importancia tiene. Y más aún, cosa en la que yo no había pensado antes, en la procreación libre, donde se verifica con mayor éxito el auge y mejora de la raza. Y tienen algo, que ya he podido comprobar en este corto espacio de tiempo: las palabras que nos dijo respecto a los bebés: son los hijos de todos sin discriminación de familias, sin distinción en esas instituciones que he considerado odiosas muchas veces, de padres, madres, hijos, hijastros, tíos abuelos… Todos son seres humanos sin otra clasificación que los diferencie y de paso a envidias, rencores, derechos y deberes, que cada institución de estas ha venido y viene arrogándose desde que el mundo es mundo.
Ante la presencia de mi hijo con su pareja, me puse en pie y también lo hizo Esteban para taparme la boca e impedir mi grito. Una ligera brisa acaricia nuestros cuerpos desnudos y nos incita a retirarnos de allí, para regresar al mesón. Por el camino de regreso, el hombre sigue hablándome de libertad:
-Libertad condicionada, libertad de expresión, de sentimiento, de acción… Si una persona desea matar a otra, yo no me opondría. –Dice, y yo horrorizado, le replico:    
-¡Que has dicho? ¡Con eso no estoy de acuerdo! ¡Matar! ¡Qué palabra más horrible!
Una carcajada enorme, estentórea, hace temblar el arbolado. Mis palabras han sido la causa de ello y el hombre una vez se calma me dice:
-He dicho esto, porque estoy seguro que con este régimen de vida, este hecho tan corriente en tu mundo civilizado, aquí no se va a producir. Nadie aquí va a matar a nadie jamás. Tengo mis muchas, MUCHÍSIMAS razones para asegurarlo y puedo estar toda la noche si tu quieres exponiéndotelas. Es uno de los privilegios de la verdadera libertad. La primera de ellas es la de haber eliminado el insidioso tema de los PARENTESCOS. Y la segunda, el haber eliminado el otro tema tan controvertido del AMOR DE PAREJA. Aquí esto último se ha sustituido totalmente por su verdadero nombre: EL SEXO. El sexo libre y sin discriminación. He  vuelto con ello a los primeros tiempos de la Humanidad en que esta invención del “AMOR” no existía. 
Y estoy creando un orden nuevo que creo que es el correcto. EL DEL AMOR UNIVERSAL. Todos los corazones de mis niños laten al compás de esta divina clase de AMOR. Es un concepto muy amplio; bajo el mismo, queda resuelto el tan controvertido tema de la EDUCACIÓN. Queda aquí eliminado el tema de los profesores, de los alumnos, de las leyes sobre ellos. Una de las mayores desgracias es la IMPOSICIÓN. Aquí nada se impone a nadie y nadie impone nada. Todo lo que se hace es por simple impulso de cada uno según sus apetencias. El descubrimiento de la personalidad, es cosa de cada uno y nadie interviene en ello; así mismo, el descubrimiento de la vocación. Cada uno la va descubriendo por si solo sin influencia de los demás, pero si alimentado por sus grandes dosis de CURIOSIDAD. Existe un programa en el ordenador destinado exclusivamente al desarrollo de la curiosidad. Esta como bien decía nuestro buen poeta Franmar, es la quinta potencia del alma que va precedida de la Buena Intención, que es la cuarta. Aquí todo se hace con Buena Intención y ello da paso a una curiosidad sin límites. De la buena intención nace el respeto, y nadie aquí entre mis muchachos, desprecia a nadie que se le acerca con ansias de saber. Es por el contario, objeto de gran satisfacción, el responder a las preguntas que unos a otros nos hacemos. Ya os dije antes, que aquí, no existen los secretos, ni aún ese “secreto de fabricación”  que tanto cuidáis en el mundo civilizado. Todos y cada uno de nosotros nos confesamos mutuamente o en público, si lo creemos necesario, y con ello, nuestras almas permanecen limpias de pecado. Ningún trauma perturba nuestras mentes en este régimen de vida, tan sano. Aquí el CONOCIMIENTO es pertenencia exclusiva de todos y cada de nosotros y tenemos acceso al mismo en todo momento y circunstancia. No existe LA PROHIBICIÓN. Todo es de todos y para todos. Y, en este régimen tan simple y sencillo, al alcance de todos, el AMOR, esa esencia  mágica que nunca fue utilizada debidamente, aquí se disfruta exhaustivamente, con ardor, empecinado cada uno en realizar esa labor que, lo digo sin ambages ni rodeos, es una LABOR REDENTORA. La de ponernos al servicio de los demás sin esperar recompensa alguna. Sin fastidio. Y todo se realiza con suma sencillez, sin caer en aristotélicas ni platónicas reflexiones, sin perder el tiempo en vanas filosofías. Creo haberos dicho que tenemos aquí una biblioteca, y, probablemente  habréis pensado que está llena de libros. Ya verás qué sorpresa te vas a llevar cuando la veas.    
Al llegar aquí se para, para tomar aire, y mirándome cara a cara, me pregunta:
-¿Es que te ha quedado mudo? ¿No tienes nada que decirme? Y le digo:
-No he querido interrumpirte, dada la fogosidad con que has ido defendiendo tus ideas. Hay palabras que has dicho y que he ido manteniendo en mi memoria, para que me las aclares. Empezaste diciendo “libertad condicionada” ¿Qué es esto?
-Pues esto es que, la libertad no puede existir libremente si no hay una condición previa, y esta condición está claro que es la del control del ordenador. ¿Lo ves claro?
-Si, veo claro que gracias a ese lazo, a esa cuña incrustada en los cerebros, los niños, quedan libres de la inmensa carga que soportamos los seres civilizados en nuestra lucha por la existencia, y ello les da opción a ejercer otras actividades que nosotros tenemos limitadas debido a nuestra idiosincrasia. Actividades gloriosas como la de la REDENCIÓN que tan bien has expresado. Pero se me hace oscuro, el pensar si este sistema tuyo, no se vendrá abajo, a partir de estos momentos en que el SEXO se está enseñoreando dentro de la comunidad hasta ahora infantil. Me viene a la memoria, la historia de Moisés con los judíos, Sodoma y Gomorra, por ejemplo. No se que va a pasar dentro de un año o dos con estos niños y niñas ya convertidos en  adultos.    
Esteban se ha quedado pensativo ante estas mis palabras, que le están haciendo reflexionar profundamente. No me cabe duda que he dado con el quid de la cuestión. Hasta el momento, su filosofía, su estatus quo esta bien sentado, en la premisa de “cero preocupaciones”, y sí altas y elevadas inquietudes. Pero este punto veo que empieza a preocuparle, y que, puede ser un cáncer dentro de la buena salud espiritual que hasta ahora ha venido disfrutando.
-Puede que tengas razón. –Me ha dicho amargamente. Pero eso, -añade-, quizá se resuelva por si sólo con la ayuda de Dios.
Le contesto sarcástico:
-¿No habías dicho que no creías en milagros?
Y contesta escuetamente antes de despedirnos dando por terminada la jornada.
-Así es en efecto, No creo en milagros. ¡Buenas noches!
-¡Buenas noches!, -le contesto.
Ya en la cama me cuesta trabajo conciliar el sueño pensando en este despropósito cometido con este buen hombre en el último momento. Debo haber herido sus sentimientos. Y ello me pesa.

CONTINUARÁ





7-3-2017

CLUB ULISES en la biblioteca BIB de Moratalaz.-

Comentarios al capítulo 14 de ULISES.

CAPÍTULO 14.-

Se desarrolla de 10 a 11h de la noche con la visita de Blom al Hospital de Maternidad, preguntando por la señora Purefoy que está de parto. Están allí bebiendo Mulligan y Stephen con otros, los ingeniosos escolares, según se dice.
Nada más empezar, aparecen dos frases sin puntos ni comas que, cada una abarca casi media página. Sigue con una prosa variante donde imita técnicas de relato de algunos escritores ingleses o latinos. En la primera frase larga, introduce la palabra acumen que significa sagacidad o perspicacia, y en la segunda “realidad lutulenta”, que corresponde al insecto, Aporophyla lutulenta. Como se puede observar, Joyce juega con las palabras y a la vez, introduce al lector en este juego, en el caso de que este, esté dispuesto a dedicar su tiempo a ello. En el presente caso, se está refiriendo al mandato evangélico de “creced y multiplicaos” siendo el tema central la fertilidad en paralelismo con el capítulo XII de la Odisea en la isla de Helios Hiperionida donde las Ninfas, entre ellas Lampetia y Faetusa, cuidan de los bueyes del Sol. En el hospital, Horne es el dios y las enfermeras son las ninfas. Aquí el Verbo se hizo carne, los bueyes sagrados, y los hombres con sus malos instintos, la maltratan.
Y todo el capítulo sigue filosofando a su manera, a través de las enrevesadas palabras de sus personajes, que constantemente hay que buscar en el diccionario. 39.- Después de una gran sequía viene la tormenta. 42.- Iban a sacrificar los terneros. 45.- El toro de Irlanda. 51.- Un monstruoso buen pedazo de vaca, dice de la enfermera Callan, Costello, un villano que había empinado demasiado el codo. 58.- El Minotauro; la Metamorfosis de Ovidio. 67.- Empédocles de Tinacria. 75.- El viejo Purefoy padre del recién nacido. Cuesta trabajo ir descubriendo lo que oculta esta cantidad enorme de palabras al parecer sin sentido, las cuales conducen de manera mágica, si profundizas, a sustanciosos descubrimientos que producen gran satisfacción. De alguna manera, te encuentras contigo mismo, y con pensamientos que fueron la base de tu existencia.
El capítulo tiene como base la medicina y la salud, la del cuerpo y la del alma, que forman una unidad, las cuales, en el mundo antiguo de los griegos, fueron exaltadas por los grandes filósofos.





7-3-2017
  
NUEVO TALLER en la biblioteca CEPA Año 2017.

Dos historias

Eloisa estaba debajo de un almendro cuando Juan fue a besarse con ella; y el espectáculo, con este, todo en flor, exhalando un perfume exquisito, era de tal magnitud, que unos ángeles que se encontraban de paso por allí, se pararon a contemplarlos. Aquel cuadro donde el puro sentimiento del amor, se unía al singular esplendor de la naturaleza, era algo tan encantador, tan inusitado, que, acostumbrados a visitar planetas secos o planetas en llamas en su deambular por los cielos, aquellos seres, consideraron  esto, un afortunado hallazgo.
Quizá no existan en el cielo almendros como este, ni parejas tan bellas como la de Juan y Eloísa. Es la reflexión que se hacía el bueno de Paco, dueño de aquel almendro en su huerto de Torrelamata. El hombre estaba en el otro extremo del jardín intentando quitar las caparras a la perrita Chis, que alguien, no precisamente un ángel, le había dejado allí como regalo. Y puesto a reflexionar de nuevo, le vino la siguiente idea: Es probable que no existan en el cielo, personas tan absurdas como estas, que compran un perro, para dejarlo después abandonado.

En Madrid, a 4-3-2017
Francisco.  


Mi pisito de Torrelamata
  

         “Atalaya”


Tengo una casa en la playa
atalaya
levantada frente al mar
donde me entrego a mis sueños
halagüeños
de paz y felicidad.
Una orla de espumas blancas
azulancas
va bañando el litoral
y allá dentro los veleros
señaleros
apuntan al Más Allá.
Tendido en mi mecedora
en buena hora
pongo mi alma a volar
y las épocas remotas
cual gaviotas
vienen mis pies a besar.
En este mágico ambiente
mi presente
se me vuelve eternidad
y entre suaves delicias
mis caricias
recoge la Inmensidad.
Cruzando el mar océano
con las manos
hago un arco triunfal
por donde sube mi alma
con gran calma
pero en plena libertad.
Dueño y señor del espacio
muy despacio
doy saltos de gavilán
y me poso en las estrellas
que muy bellas
producen mi bienestar.
En mi casa de la playa
atalaya
yo me siento capitán
y mi mente capitana
engalana
todo el espacio vital.
Mi poderoso navío
mi albedrío
tiene derecho a volar
y sobre estelas de plata
escarlata
navego hacia el ideal.

       



3-3-2017

383.- COMENTARIOS LIBROS SUELTOS LEIDOS (2).
566 posiciones

TÍTULO: EL PAPEL DE PARED AMARILLO

Autor.- Charlotte Perkins Gilman

Libro publicado en Amazón el 18-2-2017 por Jon Rouco,  traductor del mismo al castellano. Se trata de un relato estremecedor de cincuenta páginas, que puede considerarse uno de los más sobresalientes de la literatura universal.
14). Aparece una foto de la autora nacida en 1860 y muerta en 1935.
39). RESEÑA BIOGRÁFICA.
Su primer novio Glacier, muere antes de casarse. Se casa con Frederick Beecher Perkin, primo segundo de su padre, hombre culto con más de nueve idiomas.
65). Al separarse de él, se casa en 1884 con Stetsen y al nacer Katherine sufre una depresión, y se ayuda de su madre. Cuatro años después se separa de Stetsen y con su hija y su amiga Grace Ellery Channing se traslada a California donde empieza a su carrera como escritora. En 1891 publica este libro.
94). En 1900 se casa con su primo Houghton Gilmar.
104). Era sobrina de la escritora Harriet Beecher Stow, autora de LA CABAÑA DEL TIO TOM.
157). EL RELATO.- Escrito en 1ª persona. Su marido se llama Jhon y es médico. También es médico su hermano. Al padecer una depresión, su marido alquila durante los tres meses de verano una casa solariega cerca del mar. Y se instalan en el primer piso, en el cuarto de los niños, todo empapelado de color amarillo sucio, y roto en algunos puntos. Su marido se desvive en atenciones con ella, pero como es médico, algunas noches tiene que pasarlas fuera. Es madre de un bebé que se ha quedado en la ciudad al cuidado de Mary, la criada. Le gusta escribir pero tiene que ocultarlo porque Jhon y su hermana Jennie, creen que la depresión le ha venido por esa causa. 389.- Empieza a tener alucinaciones viendo a la luz de la luna y aún de día una mujer oculta tras unos pliegues del papel. Este también huele mal y se arrastra por toda la casa. Es un olor amarillo, especie de fantasma, que le persigue día y noche. Duerme de día a ratos. Ella, como el olor, también se arrastra por el suelo. 478.- El último día, Jhon tiene que pasar la noche en la ciudad y su cuñada se ofrece a dormir con ella, pero se niega. 539.- Cuando al día siguiente el marido quiere entrar, ella le dice varias veces detrás de la puerta, que busque la llave en cierto lugar del jardín. Durante la noche ha arrancado el papel de las paredes y la encuentran arrastrándose por encima. Y les dice:
-Por fin he salido, a pesar de ti y de Jane. ¡Y he arrancado casi todo el papel para que no volváis a meterme en él!




28-2-2017

  
NUEVO TALLER en la biblioteca Miguel Delibes. Año 2017.


El evangelio

Pelagio y Giacomo eran íntimos amigos a pesar de que Pelagio iba a misa y no así Giacomo, que se daba la paradoja de haber sido monaguillo en su tierna infancia.
Lo que son las cosas; uno que había oficiado misa, no acudía a ella y el otro que había sido un niño malo, peleando siempre con los golfillos de la calle, ahora a sus veintitrés años, era un furibundo seguidor del evangelio, pues no sólo es que acudía diariamente a la iglesia sino que devocionario en ristre, se le veía a todas horas por las calles. No trabajaba, porque había recibido una cuantiosa herencia de unas tías solteras y sin hijos, y podía vivir sin trabajar.
Giacomo tenía un perro con el que siempre se acompañaba en sus correrías. Tampoco trabajaba, pero no era por su gusto, sino que debido a la crisis, no encontraba trabajo y se veía obligado a deambular por las calles a cambio de encerrarse en casa y entrar en depresión, cosa que hoy sucede a muchos jóvenes y mayores en las mismas circunstancias. El perro, Rufo, era para él lo que el evangelio era para su amigo. Con él comulgaba diariamente, mirándose en sus ojos, y hablándole de cuantos pecados creía que había cometido, y, Rufo, mirándole atentamente, con esa serenidad que sólo los perros son capaces de poseer, le daba la absolución. Cuando se encontraba con Pelagio por la calle, y le contaba estas cosas, el otro se reía; y, para vengarse, en franca camaradería, él se reía a su vez arrebatando el devocionario de sus manos y dándoselo a oler al perro. 
No gustaba a Pelagio esta jugarreta de su amigo y optó de guardarse el librito en el bolsillo, cada vez que le veía aparecer con Rufo. Este a su vez, al verle realizar esta acción, dejó de contarle sus historias, y, llegó un momento que cada vez que se encontraban, no tenían nada que decirse y al poco rato, aburridos, optaban por separarse. Terminaron evitándose por las calles y perdieron la amistad que les unía.
Pelagio lamentaba: ¡Nunca debí esconder el devocionario…!





28-2-2017

Biblioteca BIB en la calle Alonso de Tobar, taller de escritura de relatos en sesiones cada quince días, dirigido por el escritor don Juan Carlos Márquez.

El armario estaba cerrado a cal y canto.

En aquellos tiempos, los homosexuales tenían que ocultar su condición y sus apetencias, porque eran castigados no sólo por la justicia, sino por los hombres y mujeres del pueblo o ciudad donde vivían.
Antonio Bastidas, era un ángel del cielo, amable, servicial, siempre dispuesto a ayudar a los demás, incluso abominaba de sus deseos sexuales hacia otros hombres porque tenía la convicción de que aquello era un pecado horrible. Se lo habían dicho sus padres desde que tuvo uso de razón, y se lo recordaban a cada paso, cuantas gentes había ido conociendo a lo largo de su vida. Le daban asco, Juanito la tacones, y Emilio Ponce, los dos homosexuales del pueblo, que se exhibían sin miedo. Siempre que se cruzaban en su camino, se iba rápido a la acera contraria para evitar su contacto.
Antonio, era mi amigo. Ambos nos tratábamos con mutuo respeto, sin entrar jamás, en el tema del sexo. Nunca desde que nos conocimos, había dado motivo para que yo pudiera sospechar de sus apetencias. Nuestras conversaciones eran siempre, de índole intelectual, y tenían un fondo espiritual, que yo apreciaba sobremanera, pues ninguno de mis amigos intelectuales, podían llegar a su altura.
No me costó mucho trabajo introducirlo en la peña de machotes a la que yo pertenecía, y conseguí al poco tiempo, que todos le adoraran, pues siempre les vencía en cuantas temas traíamos a colación en nuestras reuniones. En cuanto a la bebida, que trasegábamos de manera desorbitada, se bebía un litro de vino de un tirón y sin pestañear, cosa que ni yo, ni ninguno de los otros éramos capaces de hacer. Todos bebíamos mucho, y él el primero, pero tenía tan bien controlada su mente, que ningún indicio de homosexualidad, era capaz de escapársele, el cual hubiera podido llegar a ser motivo de conflicto.
El conflicto estaba en su interior y yo lo sabía. El brillo de adoración de su mirada en ciertas ocasiones, le delataba.
Entre los jóvenes de la peña, Juanito Buendía, era uno de mis amigos predilectos, por su inocencia, cualidad que yo siempre he valorado como cosa de origen celestial. Se desprendía de él tal aureola de santidad, que a pesar de que se masturbaba como solíamos hacer todos los demás, yo encontraba en él, ese aire de espiritualidad, esa esencia que veía en Antonio.
Se hicieron ambos muy amigos y empezaron a ir juntos al cine, de manera, que en cierto modo, empecé a tener celos de ellos. Celos que nada tenían que ver con el sexo, pero si, el tema de nuestras conversaciones, las cuales Antonio, fue recortando conmigo.
Cierto día, Juanito vino a contarme:
-¿Sabes que Antonio, ayer, después de salir del cine, fuimos a mear al solar de al lado y me pidió que se la enseñara?
-Ya sospechaba yo que esto iba a suceder con él más tarde o temprano. Debemos retirarle nuestra confianza, Juanito.






Nuevo libro traducido por Jon Rouco al castellano que recomiendo

El Papel de Pared Amarillo: The Yellow Wallpaper Tapa blanda – 18 feb 2017

de Charlotte Perkins Gilman (Autor), Jon Rouco (Traductor)
·                                 Versión Kindle 
Este título y más de 1 millón más disponibles con Kindle Unlimited .Comprar por EUR 2,99

·                                 Tapa blanda 
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Descripción del producto

Reseña del editor


El Papel de Pared Amarillo (The Yellow Wallpaper), de Charlotte Perkins Gilman. Nueva traducción. Incluye reseña biográfica. Charlotte Perkins escribió El Papel de Pared Amarillo como una advertencia sobre los efectos de la cura de reposo en las personas diagnosticadas con depresión. Ella misma había sufrido los efectos de esa cura tras una depresión posparto que la mantuvo inactiva durante tres meses. De hecho, le envió una copia de la obra al médico que la había tratado para que fuese consciente de su experiencia. Hay algún dato autobiográfico más en el relato, aunque no todos lo son. Como ella se encargó de señalar años más tarde con cierta ironía, «yo nunca tuve alucinaciones ni objeciones a mis decoraciones murales». Así, a pesar de que el relato fue concebido como una protesta contra un tratamiento que Perkins consideraba peligroso para la salud mental del paciente, y también como una celebración por haberse recuperado de su propia depresión, con el tiempo se ha convertido en un clásico de la narrativa gótica o de terror norteamericana. Llevado a la pantalla en varias ocasiones, en los últimos años ha vivido una segunda juventud gracias a la serie de televisión American Horror Story, que le dedicó un capítulo de su primera temporada en 2011. Cuando fue publicado por primera vez en la revista New England Magazine en 1891, el impacto fue tremendo. Varios médicos se quejaron, ya que consideraban que la obra era un peligro para la salud mental de los lectores. No obstante, con el paso del tiempo fue ganando popularidad, y Perkins tuvo la satisfacción de llegar a enterarse de que el médico que le había prescrito la cura de reposo, el mismo que le había prohibido acercarse a una pluma, un lápiz o un pincel el resto de su vida, modificó su tratamiento de la neurastenia tras leer su relato. En sus propias palabras: «No tenía la intención de volver loca a la gente, sino de salvar a la gente de que la volvieran loca, y funcionó»



27-2-2017

49. LIBROS LEIDOS BIBLIOTECA DEL BARRIO a partir de enero 2015
379 páginas

TITULO: FABULOSAS NARRACIONES POR HISTORIAS
Autor.- Antonio Orejudo
Recogido de la BIB el día 13-2-2017 para comentar en la sesión del 27-2-2017

 COMENTARIOS.- No he querido entretenerme en leerlo con atención por parecerme algo totalmente absurdo y sin pizca de gracia, y me he limitado al ir saltando páginas para acabar pronto esta especie de pesadilla. No se de sus demás libros, pero en este comete unos plagios lamentables, cual es el del canibalismo, cuya idea de su relación con el acto de la misa, la copia de la que tuvieron los de la tragedia de los Andes. Y también la pornografía, el incesto, y demás cosas que ofrece sin pizca de humor, son un plagio inútil de cosas que ya se han repetido infinidad de veces y con muy mal gusto. No me explico cómo Juan José Millás, alaba a este escritor. También es desafortunada la parodia que hace de la Residencia de Estudiantes de Madrid y de un insulto a tantos personajes célebres que pasaron por allí y que merecen un respeto, que todos les profesamos. No creo que en ella, en 1923, se dieran estos casos extremos de bestialidad, donde incluso había estudiantes que manejaban pistolas. Orejudo, aparte de ser persona irreverente y obscena, los plagios que hace, le presentan como un mal escritor carente de ingenio para crear cosas nuevas. Prefiero dedicar mi tiempo a desentrañar el Ulises, libro que me parece mucho más divertido y aprovechable que este.




23-2-2017
A la nana nanita
alma preciosa
te mece la cuna
un hada hermosa.

Las flores blancas
que rodean tu frente
la luz arrancan.

Alma bonita
Tienes la cara blanca
de estalactita.

Cuando te miro
Veo en ti la inocencia
Que tanto admiro.

Cuando te canto
me viene la música
del  esperanto.

Nana del almendro
donde los hombres niños
van descubriendo
los horizontes
desde pequeños.

Nana bendita
De pura grana
Ya no duermo
pensando
en el mañana…

En el mañana
Un día luminoso
Tu cara blanca
El pecho alegre
La risa franca.

Y para colmo
sin ser un árbol
ser fuerte olmo.

Feliz te quiero
alma bendita
sin el dinero

Tu buen hacer
lejos de la desidia
que trae el poder.



21-2-2017


NUEVO TALLER en la biblioteca Miguel Delibes. Año 2017.


MOBILIA

Aquel día que visité Mobilia, fue uno de los más importantes de mi vida, pues había tal cantidad de sabiduría en aquellas gentes de imponente presencia, que por mucho que escriba, por mucho que piense, por mucho que me esfuerce, jamás podré dejar plasmado el recuerdo de cuantas cosas  verdaderamente asombrosas pude aprender allí.
Todos allí andaban a cuatro patas, o mejor dicho, todos poseían cuatro patas en las que apoyarse, pues en realidad, pocas de aquellas criaturas eran capaces de moverse del sitio donde habían sido colocadas por su creador y dios, a no ser que éste las moviese por algún deseo de trasladarlas a otro lugar más apropiado según sus deseos.
Todas eran portadoras de valiosísimos secretos y todas me contaban al mismo tiempo, las cosas que habían presenciado y habían tenido que soportar durante su larga vida. 
Imagínese, -me decía Doña Mesa de Despacho- oronda persona muy pulida por cierto y con algunos desconchones, la de puñetazos, que he tenido que soportar, la de sucios negocios que se han cerrado encima de mi, sin que yo pudiera evitarlo. Podría contarle cómo bajo mis patas, el Presidente Clinton de los Estados Unidos. Prerruppffrr
-¡Ah!, -exclamé lleno de asombro-, es usted aquella que…
- Si, lo soy.
Me alejé horrorizado. No quería saber más. Todas podían contarme cosas como esas y aún peores. No quería ser contagiado por aquel horror.
Y huyendo como iba, mirando hacia atrás por si alguna de aquellas criaturas me perseguía, de pronto, zascataplánpinplinpon, tropiezo con Don Espejo, un caballero rechoncho y reluciente, tanto, que parece mi doble, y, oh horror de horrores, lo era, y, me estaba mostrando tal cual soy, vanidoso, prepotente, un imbécil sabelotodo que doy asco, tan feo por dentro, tan corrompido, que me entraron ganas de vomitar. Y salí de allí vomitando, para nunca más volver.




20-2-2017

CLUB ULISES en la biblioteca BIB de Moratalaz.-

Comentarios a los capítulos 12 y 13 de ULISES.

CAPÍTULO 12.-

Este capítulo se caracteriza por estar escrito en primera persona por un narrador desconocido, sin nombre, sin identidad, especie de espíritu que flota sobre la ciudad de Dublín intentando contar su historia. La técnica empleada aquí, es a base de interpolaciones dentro del relato, las cuales son parodias y alegorías sobre temas diferentes. La primera de ellas en la página 458, es esa especie de contrato que hacemos con la vida, donde tenemos que vender parte de nuestra alma a cambio de que nos dejen disfrutarla, aunque sea en parte. La segunda de ellas, se refiere al mercado de Dublín en las páginas 460 y 461, que a mi modo de ver, es una alegoría en relación con los ubérrimos campos de la isla de los cíclopes en la Odisea. Una tercera parodia, basada en antiguas epopeyas, páginas 462 y 463, quiere representar el monstruoso ego del Ciudadano, una crítica acerba a los efectos perniciosos del Poder sobre las criaturas que lo ostentan. Es un capítulo intenso en cuanto a sus múltiples interpretaciones, por medio de esas alegorías. Los personajes que en el capítulo 11 deambulaban por la ciudad, aquí se van dando cita en la taberna, que a mi modo de ver, es la cueva de Polifemo, en semejanza también, con la sociedad moderna donde cada día que pasa, vamos siendo más esclavos del Sistema, del que no podemos escapar. Nos falta el ingenio, el atrevimiento que tuvo Ulises, para dejar ciego al monstruo, en nuestro caso, el Sistema, que nos va tragando uno a uno y a veces por parejas. El capítulo acaba con una metáfora preciosa, de Blom “ascendiendo a la Gloria de la claridad”.

CAPÍTULO 13.-

Se desarrolla al anochecer y presenta una sociedad que vive una especie de novela rosa. Y se van presentando todas las características que envuelven a las personas de carne y hueso, empezando por la inocencia, y siguiendo por el erotismo que, como de naturaleza animal que somos, es la causa principal de nuestras acciones.  No es Cissy Caffey a quien le gustan precisamente los niños, es James Joyce en persona, que está enamorado de ellos, de sus travesuras, de su enorme capacidad para asimilar lo bueno o malo que la vida nos ofrece a partir del momento que venimos a ella. Y noto en este capítulo, un cierto aire de nostalgia por un mundo mejor, donde Joyce como poeta, se desdobla más que en otros de sus personajes en el femenino de Cissy. La joven Gerty MacDowell, es  Nausicaa, hija de Alkinoo en la Odisea, aunque aquí ella es pobre, con un padre alcohólico. Se dedica a tentar a Blom, el caballero enlutado que, se desahoga sexualmente siguiendo sus movimientos lascivos. Aquí Blom no habla, es un testigo mudo, pero su monólogo interior, lo dice todo sobre las perentorias necesidades del sexo y se extiende sobre lo divino y lo humano, dando tema al lector para profundizar en ello, todo cuanto quiera permitirse, si está dispuesto a disfrutar de la fina ironía, del humor ácido, de los mensajes entre líneas, y cuantos tesoros contiene la enmarañada elocuencia de este poeta genial. Gerty se dio cuenta que el caballero enlutado estaba (cucú). Como los tres reverendos, como otros muchos…¡Qué divertido y triste a la vez! 





14-2-2017
Día de San Valentín


NUEVO TALLER en la biblioteca Miguel Delibes. Año 2017.

Ejercicio basado en el relato UNA LLAMADA TELEFÓNICA de Dorothy Parker.

Dentro del ritmo trepidante de este relato de tres páginas y media en que se repite una y otras veces mil la misma monserga, se esconde un poema de desamor que puede resumirse de la siguiente manera:

UNA LLAMADA MALDITA

Me desespero, amor, me desespero
Te alejaste de mi con desaliño
Te llamaré a las cinco, cariño
Palabras que dijiste traicionero.

Ante Dios siempre justo y verdadero
De amarga y negra pena me constriño
Esclava del reloj de pez me tiño
Ennegrecido más y más mi albero.

Me niego a llamarte y rebajarme
Mientras todo mi ser te necesita
Sin encontrar la forma de encontrarme

Del llanto tengo abierta ancha espita
Rogando a Dios que puede ampararme
Pendiente de una llamada maldita.





11-2-2017
Los viajeros del espacio.

A veces haciendo un ejercicio de imaginación, sitúo mi cuerpo cual un punto brillante en medio del Espacio despojándome de mi contacto con la Tierra como si no existiera, pero siguiendo el giro que ella efectúa sobre sí misma, enloquecido por haber recorrido en sólo un día a pie firme, la enorme distancia de unos cuarenta mil kilómetros a una velocidad de medio kilómetro por segundo. Y no contento con eso, allí sólo, un punto luminoso en el Espacio, trazo otra estela millones de veces más amplia alrededor del sol  a una velocidad de unos veintinueve kilómetros por segundo violando el espacio con esa curva que conocemos por el nombre de la Eclíptica, habiendo transcurrido en este viaje la mísera cantidad de trescientos sesenta y cinco días. Y no me paro aquí, que sigo avanzando con él en su super amplísimo  giro acompañado de todos sus planetas dentro de la Vía Láctea, a una velocidad de veinte kilómetros por segundo, según se dice, en dirección a la estrella Vega.
Me complazco en este viaje espacial, recordando la infinita cantidad de veces, que he estado cabeza abajo y pies arriba, realizando tal cantidad de acrobacias mientras mi cuerpo, ha ido soportando esas enormes velocidades sin apenas darme cuenta de este gran prodigio.
Y reflexionando a menudo, sobre tan sorprendente viaje, veo que en realidad lo estoy haciendo constantemente sin parar desde el día que nací, y aún dentro del vientre de mi madre; aunque ni yo, ni ninguno de mis paisanos, que también lo hacen, nos percatamos de ello. Con nuestros cuerpos, viajeros del planeta Tierra, somos actores de tal prodigio y, apenas lo tenemos en consideración. Hay algo mágico en esto como consecuencia de este viaje espacial, y es la enorme cantidad de curiosos materiales que gravitan en el Espacio y que parte de ellos se adhieren a nuestros cuerpos durante el largo viaje. Si calculásemos el número de kilómetros que hemos recorrido a lo largo de nuestra vida, nos quedaríamos asombrados.


Mis escritos.- (Viaje alrededor de mi cuarto).-
Esta infinidad de curvas gravitando en mi mente, han creado en mi una segundo naturaleza, que ya colocado ante mi mesa de trabajo, influye extraordinariamente en mis escritos, sobre todo en aquellos panfletos que escribí, sin pies ni cabeza, y en los cuales mezclé desordenadamente lo divino con lo humano,  resultando un brebaje difícil de saborear por otras gargantas distintas a la mía.  Y ello me duele sobremanera, porque este brebaje a mi modo de ver, contiene sustancias suculentas para alimentar el espíritu. Al menos, el mío, cada vez que los vuelvo a leer, me siento plenamente satisfecho cual si un gran festín de deliciosos manjares acabara de darme. Me doy cuentas que estos papeles tiene algunos puntitos negros, cual las faltas de ortografía cometidas entonces debido a mi corto saber y también algunas incongruencias debido a mi opaca naturaleza humana, pero no me siento dispuesto a cambiarlos, por el placer que me proporcionan y  el  que pueden proporcionar a aquellas personas que los lean sin prisas y concentrando su atención en todo lo que dicen. Ellos, han sido mi único bagaje dentro de mis viajes inter planetarios e inter solares en dirección a la estrella Vega del Centauro.





9-2-2017



EL MESONERO PRODIGIOSO

Tema: INFORMACIÓN

Capítulo 6º

Estamos sentados en sendas butacas en el salón donde Esteban tiene el piano, y nos va deleitando con piezas de música clásica al tiempo que atiende nuestras preguntas. Son infinitas las dudas que nos ofrece este misterioso conglomerado que dirige. Son las siete de la tarde y  han transcurrido exactamente veintiocho horas desde que llegamos el día anterior. Estamos ansiosos por saber y es tanta nuestra impaciencia, que nos estorbamos unos a otros al preguntar.
Responde a la primera pregunta que le dirige Nuria, de cómo se las arregla para dar de comer a tanta gente, unos doscientos niños.
-Trescientos veinte exactamente  –rectifica. -Hay más de cien que no acuden al comedor porque en esos momentos está dedicados a otras ocupaciones ineludibles o se hayan dentro de la selva. 
Al oír esto le increpa Acisclo lleno de ira levantándose de su asiento:
-Y ¿cómo deja usted a esas pobres criaturas expuestas a todos los peligros de la selva?
Intervengo yo:
-¡Siéntate, pedazo de bruto! Y, no interrumpas a nuestro anfitrión, que tan amablemente se está comportando con nosotros. ¿No ves la delicadeza con que nos atiende siendo como es un hombre tremendamente ocupado? ¿No te has enterado aún después de lo que has visto del enorme tinglado que este hombre tiene sobre sus espaldas? Y, sin embargo, tiene la santa paciencia de atendernos. ¿Es que no has oído hace apenas una hora sus explicaciones sobre el peligro con los animales y otros peligros? 
Acisclo se ha vuelto a sentar y ya calmados, Esteban prosigue:
-La primer cosa de que me preocupé al intentar realizar este proyecto, fue el la de la SEGURIDAD. Por ello inventé el citado collar antipeligro y otros elementos de control que ya os iré explicando en qué consisten.
Esta vez es Anita quién le interrumpe diciendo:
-¿Es usted acaso, aparte de músico excelente como ya hemos comprobado, un profesional de informática, capaz de inventar ese collar tan maravilloso, y, también debe ser un buen comadrón que, no me cabe duda ayudó a dar a luz a esas pobres criaturas cuyos bebés hemos visto?
Nuestro hombre se retira del piano y pide perdón para dirigirse a la cocina de donde vuelve a los pocos minutos con una bandeja, vasos y una jarra con un líquido que según nos dice, fabrican los niños en la sección de Alambiques que hemos visitado hace apenas una hora. Toma la palabra nuevamente para contestar a mi entrañable esposa:
-Iremos devanando la madeja poco a poco. Lo que yo he hecho con mi vida durante años, no es cosa que se pueda resumir en pocos minutos. Lo de la música es cosa que practiqué desde mi tierna infancia bajo la influencia de unos padres amantes de ella, que se empañaron en que estudiara esa carrera; y, puedo deciros, que a los veinte años de edad, ya era experto en dirigir orfeones. Sé tocar el piano y a la vez, algunos otros instrumentos musicales. 
Se interrumpe, un momento para levantarse y llenar los vasos del líquido de la jarra, invitándonos a que lo degustemos. Se queda de pie, expectante ante nosotros esperando nuestros comentarios que, no tardan en producirse apenas tomamos el primer sorbo.
-Pero esto es algo exquisito-, prorrumpe Nuria entusiasmada.
-¿Qué frutas emplean y que plantas para darle ese perfume tan especial aparte del sabor tan delicado y excitante? –Pregunta Anita. Y responde:
-Podéis conocerlo cuando os apetezca, pues aquí, al contrario de lo que ocurre en otros lugares, no somos amigos de los secretos; y menos aún del secreto de fabricación. En la sección de Alambiques están colgados en las paredes unos cuadernos donde se explica cada proceso de manera minuciosa, y donde no sólo se dice algo sobre los componentes de cada producto, sino el funcionamiento de los aparatos y demás. Ya os dije que la INFORMACIÓN aquí es ley de vida.
Intervengo:
-¡Ah, la información, qué gran cosa!
-Sobre todo la que viene de arriba, -me corta
-¿De qué arriba?... Inquiero
-La que viene de los astros, -responde 
-¿Cómo es eso? –dice Anita interesada
-Pues eso, la que percibimos cuando realizamos el magnífico y nunca bien ponderado ejercicio de la MEDITACIÓN TRASCENDENTAL. ¿Es que vosotros no lo practicáis?
Respondo:
-Se que existe porque hay muchos libros que hablan de ella, pero si usted es hombre de mundo debe saber, que incluso en la India donde se practicaba en siglos pasados, fue desapareciendo ante la inmensa ola de materialismo que ha envuelto al mundo acompañando al desarrollo de la Tecnología  que ahora disfrutamos.
Responde:
-Así es, efectivamente, pero todavía quedamos algunas personas que tenemos fe en ella y no sólo la practicamos, sino que la enseñamos. Todos mis niños la practican junto a mi y me gustaría que asistierais a alguna de nuestras  sesiones. Veríais qué cosas tan extraordinarias suceden en ellas. 
-¿Es en ellas –pregunta Anita-, donde la Información de la que habla tiene vigencia y aventaja a la que viene de los medios informativos, las personas y los libros aquí en la Tierra?
-Si, efectivamente, en ellas ocurre ese fenómeno y resulta increíble las cosas que los niños me cuentan que han percibido. En ello me aventajan y las consideraría milagrosas, si yo creyera en los milagros. 
Acisclo que permanecía callado desde la filípica anterior, interviene ahora preguntando:
-¿A qué atribuye esa superioridad de los niños sobre usted?
-Yo creo en la INOCENCIA. Esta es una sustancia universal  que, los niños al poseerla en mayor grado que yo, son capaces de percibir debido a ella, esas cosas tan importantes que yo no percibo. Como es natural yo también obtengo buena información cuando realizamos el ejercicio, pero lo de ellos, es algo sublime.
-Según tengo entendido, -dice Nuria-, la meditación trascendental se realizaba en solitario. 
-Así era y así es, pues cada uno somos los que ponemos indistintamente la mente en contacto con el Cosmos, pero cuando la estamos realizando en grupo, se unen las energías de todos y se produce un estado de energía superior con el que salimos beneficiados. Hace una pausa para decir: -No debemos seguir con este tema, pues, aunque no hay prisa, al menos por mi parte, hay muchas preguntas que tenéis pendientes respecto a lo que estáis viendo aquí, y que han quedado interrumpidas al hablar de esto. Aparte, que más que hablar, lo mejor sería que asistáis a una sesión de las que hacemos, pues así de manera directa comprenderíais muchas cosas. 
Nuria pregunta:
-¿Cómo es eso de que no hay prisa por su parte, cuando a mi modo de ver, no es su misión estar atendiéndonos y si debe tener muchas cosas pendientes de las que ocuparse?
-¡Ah, insensata!, ¿No eres capaz de comprender que soy el hombre menos ocupado del mundo, que debido a la organización que tengo establecida, todo funciona de manera automática y aunque yo desapareciera, esto seguiría funcionando? Y añade: lo que cuenta es la ORGANIZACIÓN. Las personas no contamos para nada. Pero estamos aquí y tenemos que aprovecharnos de los beneficios que reporta.
Nuria declama furiosa:
No me llame insensata
Porque no me lo merezco
Y si a usted se lo parezco
Está metiendo la pata

-¡Perdóname criatura! En verdad he metido la pata, y si algo puede decir en defensa de mi mala acción, es que ha sido impulsada por el deseo, de que quede bien grabado en vuestras conciencias el concepto de organización, tal y como ha quedado expresado con mis anteriores palabras. A veces el exabrupto y el escándalo que este produce, son necesarios para dejar sentados algunos conceptos importantes. Es como dejar plantado un mojón en el camino.
Ante este espectáculo que ofrecen ambos, yo he soltado una carcajada que ha dejado un tanto confusos a Anita y Acisclo, y he añadido:
-He venido observando, que siempre que Esteban pronuncia una palabra levantando los brazos y moviendo los dedos para expresar “entre comillas”, es queriendo señalar que está diciendo algo importante. Tengo que decirte, Esteban, y permite que te tutee, que mi hija cuando se enfada se vuelve versolari y no debe extrañarte su anterior reacción. Ahora debemos serenarnos y seguir oyendo lo que decías. Me ha parecido muy interesante, eso de que “eres la persona menos ocupada del mundo” y me gustaría que lo explicaras con mayor claridad.
-Soy el menos ocupado, en el sentido que debido a los controles establecidos, todos nosotros en cualquier momento sabemos lo que tenemos que hacer y, para ello, está nuestro servicio de informática que nos lo recuerda. No existe entre nosotros “LA PREOCUPACIÓN”, ese veneno que amarga y hace inútil la Existencia. Y eso no quiere decir, que tengamos seca la fuente de la “INQUIETUD”. Al quedar libre la mente de las preocupaciones, podemos beber sin cansarnos el líquido precioso de la inquietud, el cual nos lleva a ocuparnos de cosas de gran envergadura, entre las cuales, la más importante, es entrar en el conocimiento de la ESENCIA DE DIOS. Existimos verdaderamente, en cuanto trabajamos de manera inequívoca dentro de la cantera del INFINITO, y para ello, la asignatura que tenemos pendiente y que nunca se acaba de estudiar es, LA METAFÍSICA.
-¡Arrea!  –Exclaman Nuria Acisclo al mismo tiempo. Este tío está para que lo encierren.
-No he entendido ni una palabra, -dice Nuria.
-Y yo tampoco, -Acisclo.
-Yo, sí, -les digo. Y os lo voy a explicar.
Anita interrumpe diciendo:
-¿Y yo qué? ¿Qué se ha hecho de mi primera pregunta que hice a este hombre de si era comadrón o ginecólogo, o de si era a la par un buen técnico en informática? ¿No es conveniente que nos vayamos al grano y nos dejemos de entrar en circunloquios?
Una vez más se impone el sentido común de mi mujer, y dejando para mejor ocasión lo que yo iba a explicar, que dicho sea de paso, no se si se entendería, pido al bueno de Esteban que nos explique ambas cosas.
-Pues si, soy ingeniero informático diplomado y con varios master en mi cabeza. Y además soy médico cirujano. He de deciros referente al CONTROL, que lo primero que hago cuando traigo una nueva remesa de niños, es que olviden el idioma vernáculo que cada uno posee y aprendan el glorioso idioma español que aquí todos hablamos.
-Nosotros también lo hablamos. –Dice Nuria.
-No interrumpas. –Digo yo. Y añado: Prosigue.
-Procuro siempre que hago una excursión a los países del extranjero, de recoger a los niños de menor edad y más desvalidos, los cuales, son más proclives a asumir los controles del sistema que los que están más crecidos y han adquirido costumbres viciadas. Cuando cada uno de mis niños está en estado de alcanzar la RAZÖN, le coloco en el cerebro un chip que le pone en contacto directo con el ordenador. Y cada uno tiene un número diferente que les diferencia con los demás para que no existan dudas ni confusiones. Más que por el nombre se conocen por el número y así no hay confusiones al ser único el que doy a cada uno.     
Anita, escandalizada, exclama:
-Eso es convertirlos en máquinas.
-No ciertamente. -Responde. Es al contrario. Les convierte en personas. ¿Queréis saber de una vez por todas que es una persona? Pues os lo voy a decir: Una persona es aquella criatura, ser humano por excelencia, que dejó hace tiempo el asqueroso camino del mal y se incorporó en cuerpo y alma al bendito CAMINO DEL BIEN.
-¿Qué está diciendo? –dice Acisclo. ¿Un simple chip en el cerebro es capaz de hacer persona a un ser humano?
-Lo que os digo; le vincula con el ordenador y establece unos controles dentro de su cerebro, los cuales son infalibles.
Ahora quien interrumpe es Nuria:
-Considero un disparate y además un crimen horrendo dejar todo este sistema de vida a merced de un ordenador. Todos sabemos ya de antiguo que las máquinas también fallan. ¿Sabe lo que ocurrirá si esto sucede con las suyas? ¿y qué ocurre cuando se producen fallos eléctricos? ¿No es un disparate todo esto?
-Todo lo tengo previsto; existen los correspondientes duplicados e incluso triplicados, para que si hay un fallo, este sea inmediatamente sustituido. De hecho, jamás se ha producido la más mínima alteración en el sistema y ya van a cumplirse diez años que empecé con todo esto.
-Aún así, -digo yo. La cosa no deja de tener un inmenso peligro.
-Además, -dice Anita –esos controles convierten al niño  en un esclavo.
-Muy al contrario responde-. Esos controles dejan limpio mi cerebro y también el de los niños,  de las terribles PREOCUPACIONES; y, como decía antes, queda libre, limpio e impoluto para emprender una serie de campañas, todas objetivas, que nos hace diferenciarnos a unos de otros, de manera que pueden, podemos,  dar rienda suelta a todas nuestras apetencias, que generalmente, este es el mayor impedimento del ser humano, que suele poner una cuña en la rueda de la EVOLUCIÓN. No sólo que la impide, sino que siempre, desde  que el mundo es mundo, se ha venido cayendo en INVOLUCIONES terribles que han ido conduciendo  a desastres sin cuento. 

-que, que, que, que,… dice Acisclo riéndose de los demasiados qués que el hombre ha repetido en esta última alocución. No se enfada por ello y nuestro hijo, vuelve a quedar en ridículo una vez más por este despropósito. En estos tiempos avanzados en que vivimos, todavía no hemos resulto el problema de la educación en España y dentro de este, el de la urbanidad y las buenas maneras. Soy yo ahora quien interviene:
-¿No te has dado cuenta, Esteban, que con esto de colocar el chip en el cerebro de los niños, te has situado fuera de la ley? Eres demasiado atrevido al confesarnos todo esto, pues podíamos ir a denunciarte a la policía. ¿Cómo es que nos lo cuentas tan fácilmente sin saber apenas quienes somos y que podríamos perjudicarte?
Contesta:
-Confío en vosotros; me habéis parecido buenas personas desde que entrasteis por esa puerta y, creo además, que habéis llegado hasta aquí de una manera muy especial. Como ya os dije, no creo en los milagros, pero si en la Providencia. Villalobos, como así se llama a esta villa situada en medio de la selva, es un confinamiento especial que conocen muy pocos personas en este mundo y todas ellas de mi íntima confianza. Creo que habéis sido enviados por la Providencia para que esta forma extraña de vida aquí creada, quede impresa en los Anales del mundo; y tú Ramiro, como escritor tienes la sagrada obligación de darla a conocer.  
Anita interviene:
-Pero tenemos muchas dudas sobre todo esto y es mucho lo que nos queda por preguntar.
-Pues seguid preguntando que yo os iré respondiendo a todas las preguntas. Podéis quedaros aquí todos los días, semanas o meses, que queráis quedaros. A mi no me estorbáis y menos aún a los niños, que os miran como a bichos raros; eso sí con todo respeto y sin molestaros en lo más mínimo.
-Es verdad, -dice Nuria.
-Tenemos un mes de vacaciones, -explico yo-,  y podemos quedarnos aquí hasta que se agoten. Y si con ello no fuera bastante, volveríamos el año que viene para rematar con esta información. Si tu no tienes prisa, Esteban, nosotros tampoco, y, lo estamos pasando tan bien aquí, que acepto tu ofrecimiento.
-¿Estáis de acuerdo vosotros?
-Si, Si, Si, -contestan sucesivamente los miembros de mi familia.


CONTINUARÁ



¡Que pena de gentes que habitamos este país llamado España!


Señor Inspector o Inspectora

Lleva usted tres meses rechazando por unas y otras razones, la firma de la receta que me hace la doctora, y durante ellos, he tenido que pedir por favor a la farmacia que me adelantase el medicamento, pues peligra mi salud si no puedo tomármelo. Está usted equivocada en la fecha que indica, 7-3-2017 porque hoy 7-2-2017, ya se me ha terminado y, al rechazar la receta, a partir de esta noche ya no dispongo del mismo.    
En la farmacia no lo venden directamente y me avergüenza tener que pedir el favor por tercera vez. Además, que ahora según los datos que da en su hoja de rechazo, no sería una semana de adelanto, sino un mes y una semana hasta el 15 de marzo que vendría autorizada la receta.
Le ruego revise sus archivos y comprobará, que desde que empecé este tratamiento, las recetas autorizadas por esa Inspección, corresponden exactamente a los días transcurridos, y ni uno más.
El medicamento en cuestión cuesta 9 euros y mi problema no es el precio, sino que no lo venden al público.
Espero que compruebe la veracidad de cuanto digo y me ofrezca una pronta solución.
Muchas gracias.

 PENSIONISTA 300002829217     DNI  22810858-X

FRANCISCO MARTINEZ

 En Madrid, a 7-2-2017.





7-2-2017



NUEVO TALLER en la biblioteca Miguel Delibes. Año 2017.


Tragedia en la playa de la Mata


El día catorce de septiembre por la tarde, del año pasado, en el restaurante Manolo junto al canal que alimenta el pantano, jugábamos al dominó una partida, mi gran y entrañable amigo, Lupercio María de Argenta, y yo, Patricio Inconcluso, contra Parodi y Chepa, ciudadanos de la villa. Suave brisa de lebeche acariciaba nuestras desnudas piernas, mientras mi mirada fluía atraída por el blanco caracoleo de su preciosa cabellera. Amo a Lupercio, gran poeta, espíritu noble y desinteresado. De pronto, sobre su tersa frente, se posa una nube negra; ¿Es una nube negra o a mi me lo parece? ¡Me preocupa tanto cualquier desgracia que pueda sucederle a mi amigo! No soy capaz de contener estas terribles ideas que asaltan  mi mente a menudo. Y suele suceder que siempre acierto, que siempre ocurre aquello que me estaba temiendo. La nube aquella, imaginaria, convertida ahora en realidad, destruye la clara aureola de la tarde; un viento huracanado  del norte comienza a azotarnos. Gentes presurosas acuden a la orilla de la playa para ver una zodiac con dos personas arrastradas mar adentro. ¡Lupercio lanza tan espantoso grito, que tiemblan mar y cielo; y exclama: ¡Dios mío, mi hijo y mi nieto!

Dentro de toda tragedia humana, siempre que llega a su punto álgido de terror, hay algo
que aparece súbitamente haciendo levantar los corazones hacia lo alto; es la esperanza. Dos coches de policía nacional aparcan de súbito sobre la arena  y dos policías vestidos de uniforme, se desprenden de ellos  lanzándose sin vacilar al mar para salvar a costa de sus propias vidas, las de aquellos que imprudentemente jugaron con las suyas. Lupercio, que sin que yo pudiera contenerle se lanzó el  primero a la heroica aventura, alcanzado prontamente  por ellos, es obligado a situarse sobre una boya, mientras  los esforzados paladines siguen mar adentro en busca de los de la balsa. Soy un mísero cobarde que no  me atreví a lanzarme al mar junto a mi compañero. Mientras tanto, los policías han llegado a la balsa uniéndose en su suerte a la de los desdichados ocupantes los cuales se abrazan a ellos cual si fueran unas potencias celestiales que les ha enviado Dios en su ayuda  Una lancha veloz viene desde Torrevieja con policías para remolcarles, y todos juntos llegan a un buen fin




6-2-2017


CLUB ULISES en la biblioteca BIB de Moratalaz.-

Comentarios a los capítulos 10 y 11 de ULISES.

CAPÍTULO 10.-

Este capítulo se desarrolla entre las tres y cuatro de la tarde. Aparecen los distintos personajes moviéndose a través de un Dublín que resulta ser una ciudad a voces. Es un lenguaje especie de sueño, donde cada personaje, se va definiendo a sí mismo por medio de sus pensamientos (monólogo interior) y sus propios movimientos y acciones.    
Se juega con los nombres de cada cual presentándolos con sus dos apellidos, y acompañándoles incluso de su título o blasón, o simplemente con su condición o defecto físico, ceguera, sordera, vestimenta; también los objetos de que hacen uso, bastón, lentes, guantes, etc. Ello, deja una imagen perfecta ante el entendimiento del lector, sin tener que apoyarse en una esmerada explicación; y, al mismo tiempo, en sus distintos cruces e itinerarios a través de la ciudad, esta aparece como algo vivo. Es una sensación mágica que resulta de todo esto, la misma que pudo sentir Odiseo, zarandeado por el mar entre las rocas de Escila y Caribdis sin poder encontrar algún punto material donde agarrarse. Te marea esta lectura, te zarandea, a la par que te hace sentir estas mágicas sensaciones, en las cuales como una especie de flash, entiendes a la vez, el espíritu del libro, de la ciudad y del ser humano. Los dos personajes principales, Blom y Stephen, apenas se manifiestan aquí, pero ya son hartamente conocidos por los capítulos anteriores.  

CAPÍTULO 11.- 

Este capítulo, observado en conjunto, sin entretenerte en analizar las palabras e incluso las onomatopeyas de que se adorna, es una perfecta sinfonía musical. Más delirante que el anterior; si queremos entenderlo palabra a palabra e incluso página a página, es imposible, pero tiene música; suena, resuena. La sensación aquí, es que estás sentado en una torre frente al mar y desde ella contemplas a las sirenas: Oro y bronce. Las dos camareras que se muestran siempre de cintura para arriba, con movimientos de brazos, gestos palabras, que se entrelazan como si estuvieran moviéndose entre las olas.   
Se ríen de Blom, de su figura grasienta, (la misma sensación que se siente al salir del baño de mar). El libro que escogió en la librería, su título “Las dulzuras del pecado”, representa la lascivia del hombre. Ellas representan, el burlón espíritu femenino, la madre nutriente que en definitiva es el origen de la vida. Hay que dejarse llevar por él ritmo y la cadencia, y después, recreándose hacia atrás, respirar, saborear la pureza del Oro y del Bronce, los dos símbolos de la humana naturaleza. Lydia y Mina, la belleza inconmensurable del mar, sus ecos, sus misteriosos efluvios, su poderoso encanto. Apoteosis final con las onomatopeyas, (bombo y platillos), el clarinete,  los gases de Blom  (El trombón).  





3-2-2017

Comentarios a cuatro relatos cortos de Bertolt Brecht

 

El muchacho indefenso

Bertolt Brecht
Un transeúnte preguntó a un muchacho que lloraba amargamente cuál era la causa de su congoja.
—Había reunido dos monedas para ir al cine —dijo el interrogado—, pero se me ha acercado un chico y me quitó una —y señaló a un chiquillo que estaba a cierta distancia.
—¿Y no pediste ayuda? —preguntó el hombre.
—Claro que sí —replicó el muchacho, sollozando con más fuerza.
—¿Y nadie te oyó? —siguió preguntando el hombre, al tiempo que lo acariciaba tiernamente.
—No —gimió el niño.
—¿Y no puedes gritar más fuerte? —preguntó el hombre.
—No —replicó el chico, mirándolo con ojos esperanzados, pues el hombre sonrió.
—Entonces, dame la que te queda —dijo el hombre, y quitándole la última moneda de la mano, prosiguió despreocupadamente su camino.
FIN
La moraleja en este caso, es que no debemos llorar ni pedir ayuda cuando nos quiten algo, pues de nada vale. Siempre hay alguien que se aprovecha de lo que te queda.

La gran comida

[Minicuento - Texto completo.]
Bertolt Brecht
En la isla Thurö vivían un hombre y una mujer en medio de una austeridad absoluta. Durante toda su vida el hombre solo llevó camisas hechas de costales. En invierno, y por no calentar la casa, los dos se sentaban ante la puerta del establo abierta, y aprovechaban el calor del ganado. Cuando murieron, uno poco después del otro, fueron enterrados juntos, y, con los bienes que dejaron o mediante una colecta, se organizó una cena fúnebre en la que participó todo el pueblo, como manda la costumbre. Fue la única comida abundante que ofreció la pareja.
FIN
Brecht hace uso aquí de una gran ironía dejando claro que todos los sacrificios que hacemos,  son en vano. De ellos se aprovechan los que quedan detrás de nosotros. Nada más dejamos de existir, viene esa turba de gentes que durante la vida nos tuvieron apartados de sus vidas, a honrarnos recordando nuestros buenos trabajos y sacrificios, cosa que no quisieron reconocernos en vida.  Y además, lo celebran de alguna forma, como es esta de rascarse el bolsillo, cosa que no hicieron para ayudarnos si es que  estábamos necesitados.

Exámenes de arte

Bertolt Brecht
Ante la proliferación indiscriminada de gente que escribía, un gobierno filopopulista había instituido unos exámenes muy rigurosos para el ejercicio de ese arte. Se llevaba primero a los candidatos a través del mercado hasta un salón donde eran invitados a anotar, en una gran hoja, todo lo que hubieran observado. Unos funcionarios recogían luego esas hojas y distribuían otras en las que había que anotar más observaciones. Esto se repetía varias veces y al final solo se autorizaba a ejercer públicamente el arte de escribir a quienes hubieran logrado llenar cierto número de hojas con sus observaciones. La situación mejoró algo a raíz de esto, pero aún distaba mucho de ser satisfactoria. Entonces, el gobierno organizó nuevos exámenes solo para quienes hubieran aprobado ya los primeros. Se les devolvió sus trabajos junto con una sola gran hoja y se les pidió que esta vez resumieran sus observaciones en dicha hoja. Luego recogieron todas las hojas y repartieron otras, la mitad de grandes, para que hicieran lo mismo. Esta operación se repitió varias veces, con hojas cada vez más pequeñas, y al final solo se autorizó el ejercicio público del arte de escribir a quienes lograron resumir el máximo de observaciones en el mínimo de líneas.
FIN
El arte, es un beneficio del que todos tenemos derecho a disfrutar en mayor o menor medida según nuestras capacidades, pero cada día, está siendo más secuestrado por unas minorías que a veces sin entenderlo, se lo apropian como cosa de su pertenencia. Esto es una infame provocación al derecho de creatividad del ser humano. Una criminal acción que impide que muchos de nosotros  al ser rechazados, dejemos de ejercitar este don que, a mi modo de ver, hace del hombre un animal glorioso.

La condena de un hombre bueno

[Minicuento - Texto completo.]
Bertolt Brecht
Escucha: sabemos que eres nuestro enemigo. Por eso ahora queremos mandarte al paredón. Pero en vista de tus méritos y buenas prendas, será un buen paredón, y te fusilaremos con buenas balas disparadas por buenos fusiles y te enterraremos con una buena pala y en tierra buena.
FIN
Aquí el genio de Bertolt Brecht se manifiesta con todo su esplendor. El paredón, para cada lector, puede tener variados significados. Un de ellos que está en boga, se utiliza mucho en las empresas para rechazar las peticiones de empleo. También para despedir en ellas a las personas que no interesan. En otros muchos campos, cual el de los certámenes literarios: “Nos ha gustado mucho tu trabajo, pero… te mandamos al paredón.” Son gentes muy educadas y de una urbanidad exquisita.




2-2-2017

Nuevo taller de escritura en la biblioteca Miguel Delibes de Moratalaz.

Al existir dificultades en iniciar el taller oficial y, con permiso del director del Centro, se abre este taller el martes día 31-1-2017 en los mismos días y horas del año anterior, haciendo el papel de moderador nuestro compañero Antonio García Campos, hombre ducho en estas cuestiones.
Un primer ejercicio que nos encarga a realizar en clase, es un corto diálogo a partir de la siguiente frase que nos dicta: Los pies, pisan el suelo; pero es aquello que no pisan lo que permite caminar. En dos minutos tenemos que repentizar lo que se nos ocurra relacionado con ella y, todos contestamos según nuestro criterio. El mío fue:
-Lo que permite caminar es el ansia de futuro.  
-¿Estás seguro?
-Lo estoy./ Yo se siempre a donde voy.
El ejercicio que nos encarga para el martes 7 de febrero, es un relato en dos partes, donde en la primera se alcanza un grado máximo de tensión, y en la segunda, todo queda tranquilo y en calma. Y decido realizarlo utilizando esa forma que me gusta practicar formando la figura de una doble peonza mientras me ejercito contando las sílabas. En este caso empezando por la línea 1 con una sola sílaba  y llegando a la de 27, para luego descender nuevamente hasta la 1.    
Me divierto con ello practicando la métrica, al tiempo, que cumplo con las directrices del profesor dando por terminado su encargo.  
Más tarde, y también divertido, deshago esta peonza convirtiéndola en texto convencional y es este el que presentaré en el taller, apareciendo la peonza en el reverso, por si alguien quiere molestarse en corregir algún que otro fallo cometido por mi al contar las sílabas. Pero me temo que esto de la métrica, no interese a mis compañeros y se limiten solamente a valorar mi ejercicio presentado en la forma normal.
Ocurre además, que en el otro taller que asisto en el barrio, nos encarga el profesor Don Juan Carlos Márquez, un relato basado en el sistema tan de moda del “monólogo interior” circunstancia que aprovecho y, con ello mato dos pájaros de un tiro, haciendo que este ejercicio, contenga las reflexiones de este narrador omnisciente al tiempo que se va desarrollando la acción. En la sesión del próximo día 14 de este taller lo presentaré en forma de pirindola a ver qué pasa.


Tragedia en la playa de la Mata
Ejercicio de métrica con monólogo interior.

El
día
 catorce
 de septiembre
 por la tarde, del
 año pasado, en el
 restaurante Manolo
 junto al canal que alimenta
 el pantano, jugábamos al
 dominó una partida, mi gran
  y entrañable amigo, Lupercio María
  de Argenta, y yo, Patricio Inconcluso,
  contra Parodi y Chepa, ciudadanos de la
 villa. Suave brisa de lebeche acariciaba
 nuestras desnudas piernas, mientras mi mirada fluía
 atraída por el blanco caracoleo de su preciosa
 cabellera. Amo a Lupercio, gran poeta, espíritu noble
 y desinteresado. De pronto, sobre su tersa frente, se
 posa una nube negra; ¿Es una nube negra o a mi me lo parece?
 ¡Me preocupa tanto cualquier desgracia que pueda sucederle a mi
 amigo! No soy capaz de contener estas terribles ideas que asaltan  
 mi mente a menudo. Y suele suceder que siempre acierto, que siempre ocurre
 aquello que me estaba temiendo. La nube aquella, imaginaria, convertida
 ahora en realidad, destruye la clara aureola de la tarde; un viento huracanado
 del norte comienza a azotarnos. Gentes presurosas acuden a la orilla de la playa   
 para ver una zodiac con dos personas arrastradas mar adentro. ¡Lupercio lanza tan
 espantoso grito, que tiemblan mar y cielo; y exclama: ¡Dios mío, mi hijo y mi nieto!
 Dentro de toda tragedia humana, siempre que llega a su punto álgido de terror, hay
 algo  que aparece súbitamente haciendo levantar los corazones hacia lo
 alto; es la esperanza. Dos coches de policía nacional aparcan de súbito
 sobre la arena  y dos policías vestidos de uniforme, se desprenden
 de ellos  lanzándose sin vacilar al mar para salvar a costa de sus 
  propias vidas, las de aquellos que imprudentemente jugaron con las 
 suyas. Lupercio, que sin que yo pudiera contenerle se lanzó el
 primero a la heroica aventura, alcanzado prontamente
 por ellos, es obligado a situarse sobre una boya, mientras   
 los esforzados paladines siguen mar adentro en busca
 de los de la balsa. Soy un mísero cobarde que no
 me atreví a lanzarme al mar junto a mi compañero.
   Mientras tanto, los policías han llegado a la
 balsa uniéndose en su suerte a la de los  
 desdichados ocupantes los cuales se
 abrazan a ellos cual si fueran unas
 potencias celestiales que les ha
 enviado Dios en su ayuda
 Una lancha veloz viene
 desde Torrevieja con
 policías para
 remolcarles, y
 todos juntos
 llegan a
 un buen

 fin


31-1-2017


Biblioteca BIB en la calle Alonso de Tobar, taller de escritura de relatos en sesiones cada quince días, dirigido por el escritor don Juan Carlos Márquez.

Literatura al canto o un canto a la literatura.-


Se llama Casildo Vandalio de Testareta. Eso es por ahora, pues en las Termópilas tenía un nombre griego del que no me acuerdo. Era un tío de esos que aparecen desnudos según la foto que ilustra este reportaje. O puede que fuera una tía. Vete a saber. Algo más tarde en el Rubicón, también con otro nombre que no viene al caso, dio su sangre por la patria. Y volvemos a verle sitiando Numancia y sus pobre hijos que no se rendían ni a tiros. También pereció allí herido por una flecha que le lanzó, un peninsular traicionero. Se dice que allá por el siglo XII o XIV, fue uno de aquellos templarios que invadieron la isla de Chipre. Fue también por el siglo XVI, llamándose Alonso, un testigo del suplicio de Caupolicán. No es hasta principios del siglo XX que se le conoce por el nombre de Vladimiro Dubrovsky y que según se dice se fue a vivir fuera de Rusia. Es muy probable que sea ese peatón de Stalingrado que cita François Suliny. Lo cierto es, que a partir de 1914 cuando eso de Sarajevo, lo inmortalizó el escritor Jaroslav Hasek bajo el nombre de soldado Svejk. Se de buena tinta que en fechas más próximas, en 1932, nueve años después de su muerte, se vuelve a reencarnar en el también soldado Mikhail Soloviev pasándolas canutas bajo las órdenes del general kalmuco  Gorodovikov.
Ahora, en el 2017, se llama Casildo y demás apellidos; también escribe, pero en estos tiempos en que ha proliferado tanto la literatura, que como decía mi suegro, de cada mocho de escoba sale un flamante escritor, veremos si no se para aquí su inmortalidad y ya nadie le volverá a recordar en el futuro. Pues esto, la inmortalidad, es esto.
Hace algunos años, creído este buen hombre que poseía el genio de un Cide Hamete Benengeli, pongamos por caso, convencido que era una reencarnación del tal, empezó a enviar sus relatos a los certámenes literarios, y cansado de hacer fotocopias, pues siempre pedían el envío de tres ejemplares como mínimo, y a veces seis, y, sin obtener la gracia de ningún ayuntamiento e institución gubernamental o de lucro, dejó esta actividad y emprendió otra dedicándose a partir de entonces a asistir a los Talleres literarios, a ver si así lograba aprender algo, pues por lo visto, pensaba humildemente, no había obtenido premios porque escribía muy mal y era necesario aprender el oficio. Algunos de sus relatos, encontrándose en vena de creatividad, o furiosa paranoia, que no se qué nombre darle, se le hicieron tan largos, que terminaron convertidos en novelas.  Y creído que eran buenas y las iban a publicar, volvió al tema de las fotocopias y esta vez al envío de ellas  a las empresas editoras, que dicho sea de paso, abundan más que las hormigas. Y rian de rian, como dicen los franceses. O nada de nada como se dice en castellano. No se dio con esto por vencido, y veinte de sus más de cuarenta libros escritos, fueron publicados en Bubok, empresa que como Amazón se dedica al libro digital, aunque también los sirven de imprenta. Esto le animó un tanto, porque al principio, hubo personas que accedieron a pasarlos a sus archivos. Se podían descargar gratis, y pensaba que eso podía ser un aliciente, pero esos veinte o veintidós libros, desde hace un tiempo, ahí están en la actualidad, más quietos y solitarios que un guardacantón de carretera sin nadie que los descargue de Bubok ni los lea. Está claro que se ha corrido la voz entre sus lectores, que es un malísimo escritor, engreído y demás, y, que, lástima de tiempo que eché en quererte.
Hace pocos días que le vi; estaba todo tembloroso y apesadumbrado, porque al taller de escritura que asistía y donde le daban ciertos ánimos para seguir escribiendo, le habían dejado en lista de espera rechazando su solicitud, porque ahora en varios de estos talleres eligen a los asistentes por sorteo, empezando por la A o la Z, o por otra letra que les parece bien a los señores o señoras dirigentes de esos centros. También eligen a los profesores por sorteo, y los que han formado un buen grupo y están orgullosos de la marcha que llevan, se encuentran al trimestre siguiente, con gente nueva, los cuales, a partir de la primera sesión empiezan a faltar y, como el Guadiana en su curso, aparecen y desaparecen por clase cuando les da la gana. Y suele ocurrir, que un curso que siempre empieza con una lista de veinte personas o más, acaba con una o dos aparte del profesor. Hay momentos, según me cuenta entristecido, en que se ha encontrado solo con la profesora o profesor, y que las veinte y tantas fotocopias que llevaba preparadas para entregar a sus compañeros de clase, han tenido que ser destruidas, a menos que quisiera empapelar su casa con ellas.

En Madrid, a 31-1-2017
Francisco





30-1-2017.


48. Libros leídos en la BIBLIOTECA BIB de Moratalaz a partir de enero 2015


TITULO: LAS AVENTURAS DEL BUEN SOLDADO SVEJK

Autor.- Jaroslav Hasek

Entregado el día 17-1-2017 en la BIB para leer en dos quincenas. Es una voluminosa novela de 801 páginas. Está compuesta de cuatro partes.

COMENTARIOS a la primera y segunda parte. 

Nada más empezar la novela se ridiculiza al soldado presentándole en la vida civil como vendedor de perros a los cuales falsifica. El autor es un gran humorista y el libro está lleno de comicidad. Va acompañado de multitud de páginas con dibujos que representan las diversas escenas, lo cual aumenta la hilaridad al leerlo. También se acompaña con poemas divertidos  y estrafalarios que además tienen rima, supongo que inventada por la traductora. El tema principal es la falta de disciplina en los ejércitos y la picaresca de los soldados para evitar su marcha al frente permaneciendo en la retaguardia, donde se entregan al alcohol y a los prostíbulos. El protagonista posee gran ingenio y en cada situación se está inventando alguna historia que introduce hábilmente entre la narración de los hechos. A veces el soldado toma la palabra en primera persona, abundando más la narración en tercera. Hay otros personajes clave como es el caso del teniente Lukas, a quien Svejk sirve de asistente y el prisionero gordo que aparece en la página 324 cuando le meten en prisión. Este es Marek, voluntario de un año que está preso, porque se confundió al saludar a un teniente. También es muy divertido el tema de los capellanes borrachos en particular el padre Lucina, una especie de Pantagruel. El humor de Hasek es muy parecido al de Rabelais, o al que usaba nuestro escritor Álvaro de la Iglesia. Aparece más tarde otro Gargantúa o Pantagruel en las páginas 433 y 441 bajo el nombre de Baloun.
 El libro es una ingeniosa sátira contra la guerra poniendo en ridículo a todos los personajes que, además son un atajo de borrachos degenerados e idiotas. No importa que se trate soldados rasos como de altos cargos. La novela es un tanto absurda y exagerada, porque se abusa demasiado de las historias que fluyen a cada paso de los labios del protagonista y otros personajes secundarios. Considero desafortunada su comparación con el Quijote, pues el humor de Cervantes es mucho más fino y mucho menos disparatado. Hasek podría estar a la altura de Rabelais, sino se abusara tanto de las historietas que, aunque bien contadas, acaban cansando. El libro termina siendo un rollo difícil de digerir a pesar de su fina comicidad y aunque sea fácil su lectura.  




28-1-2017

Memorias de juventud, año 1943

Había cumplido los catorce años
y, tras aprobar unos rigurosos exámenes,
fue venturosa mi existencia con la entrada en la Empresa Nacional Bazán
de Cartagena
donde, en el taller de Maquinaria empecé mi aprendizaje.

En mi cajón del banco de ajuste,
abierto, simulando que estaba buscando una herramienta,
lector impenitente desde mi más tierna infancia,
colocaba mis novelas, que,
devoraba
a escondidas de las severas miradas del maestro del taller y sus encargados,
los cuales,
pasaban por delante vigilando si cumplíamos con nuestro trabajo.

Y, entusiasmado con lo que leía:
recuerdo el Wherther y los diálogos de Platón,
me ausentaba de allí a los aseos donde en cuclillas,
cerrando la puerta del retrete con pestillo
para que nadie me sorprendiera,
seguía devorando aquellas letras para mi sublimes,
al tiempo
que  debido a la dificultosa postura,
iban naciendo mis primeras, sabias
almorranas.






25-1-2017

           
    Inmadurez

           En honor a Witold Gombrovicz

Me llamo Paco y soy poeta de  pacotilla.
Un elemento rezumante de inmadurez.
Aquel que va huyendo corre que te pilla
Buscando la Forma en mango de almirez.

Soy de esa chusma de la poética prez
Que vanamente escribe y se desternilla
La que en prisión perpetua está a la vez
Dentro de una rústica, ínfima, cuartilla.

¡Cuántas ediciones se publican a diario!
¡Cuántas tonterías decimos insensatos!
Somos el hazmerreír del vecindario.

Yo, el primero de esos ilusos literatos
De los que ansiosos buscan al contrario
Y lo llevamos dentro, siempre ingratos.





23-1-2017

OTRA RECOMENDACIÓN


¡Chicas! El club ULISES se va animando. Hoy ha habido tres nuevas tertulianas. La profesora Laura Trigo 
es un encanto.
Saludos

Francisco


23-1-2017

Tres muestras de artículos que recomiendo de José María Doria

Mi boda con la infinitud

Por Jose Maria Doria el 9 abril, 2016
Hace unos días que ha muerto un amigo. Y tan solo hace unas horas que acabo de salir del entorno en el que se ha producido el último adiós a su persona. He asistido a una ceremonia de despedida que de forma amorosa y magistral han organizado sus hijos en la capilla de un tanatorio.
¡Cuánta belleza humana he admirado! Minuto a minuto la música, los cantos en directo, las palabras de quienes lo han conocido, la gratitud que inundaba la sala… todo aquello por tener el sello de una profunda autenticidad, ha sido un acontecimiento difícil de olvidar, sin dramas ni penas añadidas. Todo un regalo envuelto de alta cultura 


Adquisiciones y pérdidas

Por Jose Maria Doria el 28 octubre, 2015
No parece erróneo afirmar que la raíz de todo el dolor emocional que vivimos, no es otra cosa que el síntoma de una pérdida más o menos encubierta. Y en el caso de nuestras alegrías básicas, también subyace un sentimiento de ganancia implícita.
Bien sabemos que la vida es una carrera de adquisiciones y pérdidas de las que nadie se libera. Las primeras nos expanden y confortan, y sin embargo las otras nos contraen y entristecen. ¿Acaso no es la pérdida el común denominador que subyace tras la enfermedad, la muerte, la traición, la desposesión, el rechazo, el fracaso y tantas otras vivencias humanas que contraen nuestro diafragma?
Al parecer, la inteligencia de vida nos ha diseñado con un potente sistema de alarma para que el agua de la vasija no se derrame por una grieta desconocida. Se trata de una sirena de supervivencia que incluso funciona cuando tal dolor lo padece el otro, y éste nos alcanza por pura compasión y empatía. Alguien dijo que quienes crean que la vida es un río con una sola orilla, es decir con la orilla del placer y el bienestar, e ignora la del dolor, no entiende las leyes del cielo y


¿Por qué a mi?

Por Jose Maria Doria el 19 julio, 2010

¿Ha  recibido usted la visita de un ángel negro disfrazado de gran pérdida?

La cadena de sucesos que cada día vivimos, se parece a una noria de la feria con espirales entrelazadas. Pareciera que detrás de los acontecimientos se hallase una ley de ciclos y elípticas vitales que, como mínimo, merecen cierta mirada, sobre todo cuando llegan a nuestra vida las llamadas “desgracias”.
Uno se pregunta, ¿por qué mirar el meollo de la desgracia?, ¿acaso no es mejor recurrir a la técnica del avestruz y evitar amargarnos, desviando ligeramente la mirada?
Resulta fundamental tomar consciencia, primero porque al observar la ley que subyace, captamos un Plan sutil pleno de Inteligencia. En realidad tras la cadena de adquisiciones y pérdidas, pareciera existir un hilo conductor de maduración y consciencia. En segundo lugar y a poco que miremos, no tardamos en descubrir que “todo pasa”, y que todo está bajo la ley de provisionalidad e impermanencia, cosa que no solo alivia cuando vienen bajas, sino que también nos alerta 








22-1-2017


36.- Nota sobre los enfermos.- Cada época tiene su enfermedad específica: lepra, peste, sífilis, tuberculosis, cáncer. Cada enfermedad expresa la concepción fundamental de cada época sobre la existencia.
        -Lepra, destino individual (Antigüedad).
        -Peste, concepción trágica y sombría de la existencia (Edad Media)
        -Sífilis, libertinaje, estilo de vida, (Renacimiento)
        -Tuberculosis, patetismo del Romanticismo, la revolución industrial.
        -Cáncer, Encuentro en la Época Moderna con lo irracional.
42.- A la anarquía metafísica, (positivismo y vitalismo), corresponde la Anarquía  psicológica (individualismo) y anarquía biológica (enfermos). Cada individuo tiene su propia enfermedad. 45.- El psicoanalista se conforma con rescatar a su paciente del furor de la locura, de la anarquía absoluta. No importa si le transforma en un loco reservado y tímido, porque de una forma o de otra, todos estamos locos. Lo importante es que el armisticio perdure…


                                                    Mircea Eliade de su libro FRAGMENTARIUM




21-1-2017

Parte final del capítulo cinco de la novela EL MESONERO PRODIGIOSO, que me faltó introducir allí.


-Me maravilla ver a esos niños corriendo por ahí en medio de los animales, sin miedo a ellos, e incluso acercándose a algunos para acariciarlos y hablarles. -Dice Acisclo un tanto asombrado.
-Has tocado un tema que me gustaría desarrollar ampliamente y que puede interesaros: el del MIEDO.  –Dice nuestro hombre. –El miedo es algo consubstancial no sólo con el hombre, sino con los animales, y me atrevería a asegurar que hasta con las plantas. Un algo que afecta a todos los seres vivos y que no les permite avanzar hacia un estado superior. El miedo mantiene ancladas a las especies y a los individuos de cada especie, y nos les permite dar el salto, elevarse, salir del estatus al que están sometidos. Y, vencer el miedo es la acción más importante, que podemos ejecutar, pues cada paso que damos en ese sentido, produce una gran satisfacción. Es como si voláramos elevándonos a otros espacios. Es la sensación verdadera de libertad. No hay otra.  
De repente me viene a la cabeza un pequeño pero intenso poema de Franmar, mi escritor favorito, y cortando a Esteban recito:
                                                          En la calle del miedo
                                                          hay una cárcel
                                                          en la que entramos todos
                                                          cuando se nace.
                                                                                Miserere…
                                                           Sólo salimos de ella
                                                           cuando se muere
-Así es en efecto, -dice sin disgustarse por la interrupción. Y continúa: -Claro que tienen miedo los niños cuando penetran ahí, y, también en cualquier circunstancia peligrosa. Les tengo enseñado, el valor tan inmenso que es el ACTO DE VENCER EL MIEDO y los beneficios que reporta al alma.  
Hace una pausa por algo en lo que tiene que reparar y nos mantenemos en respetuoso silencio esperando que continúe.
-Hay en ese poema que acabas de recitar, Ramiro, algo con lo que no estoy de acuerdo. Eso de que “sólo salimos de ella cuando se muere”, no es cierto. Suelo enseñar a mis niños todo lo contrario, y es: que sólo salimos de ella cuando SE VIVE INTENSAMENTE, atreviéndonos a arrostrar todos los peligros, siendo cada uno de ellos un reto que sirve para engrandecernos. Claro está que haciendo uso del CONTROL, sin dejarnos matar de manera tonta e inútil.
Hace otra pausa para ensalivar y termina diciendo:
 -El CONTROL, he aquí la palabra mágica muy digna de tener siempre en cuenta. Pero desmenuzándola, tragándola y digiriéndola debidamente, tomándola como una PATRIA, cual el poeta que acabas de mencionar dejó escrito en un panfleto de casi trescientas páginas.
Hace una nueva interrupción que se acompaña de una carcajada estentórea que nos deja patitiesos por no esperarla y, cuando acaba de reír nos dice:
-Se me acaba de ocurrir que todas estas palabras que he pronunciado, han sido influidas por el lugar donde estamos, este centro de energía y este espectáculo de la naturaleza que observamos tranquilamente para satisfacción de nuestras almas. Vámonos a descansar que ya el sol está echando el TELÓN.
Salimos de allí por una puerta que comunica con el ancho espacio de LOGÍSTICA donde siempre hay veinte o veinticinco niños en actividad permanente y, atravesándolo, salimos al invernadero por la puerta donde hace guarda el excelso Albert Schweitzer, y seguidamente atravesando la huerta, pasamos a la sección de duchas para eliminar el sudor del que estamos empapados.

CONTINUARÁ






Memorias de la vejez, 18-1-2017

El último tren

Choo-choo-pi-chucu- chucu-chu,
Suena en mis oídos constantemente el ruido de este tren en marcha.
Buuuuu-tacataca, buuuuu-tacataca…
Sonido que persiste y que nunca se acaba.
Estoy esperando la estación de llegada.
No tengo prisa en llegar.
Choo-choo-chu- chucu-chu,
Pasajeros al tren
-dice el señor jefe de estación:
-Apéense los que aún quedan por bajar.
Y yo, bien envuelto en mi manta zamorana confeccionada con hilaturas de Cataluña, viajo aferrado a mi vieja cartera de piel de leopardo, evocando, la larga lista de mis viajes en tren.
No tengo prisa en llegar:
-digo al señor revisor que me pica el billete-,
Y éste me mira sonriente y dice:
Pero al fin llegará y tendrá que bajarse.
¡qué le vamos a hacer!
-le digo con cierta nostalgia. -He visto tantas cosas…!
Pues todavía le quedan muchas que ver.
Preferiría ni verlas –digo cerrando los ojos-
Y el tren sigue su marcha
Choo-choo-pi-chucu-chucu. Chu-tacataca.






16-1-2016


Biblioteca BIB en la calle Alonso de Tobar, taller de escritura de relatos en sesiones cada quince días, dirigido por el escritor don Juan Carlos Márquez.

Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre le llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces…

Mas no es de está mítica ciudad de la que vamos a hablar, sino de lo que sucedió al bueno de Aureliano, nada más recibir sobre su pecho la descarga de fusilería, pues sintió como si un fuerte muro cayera sobre  él aplastándole y, una oscuridad intensa le envolvió por unos momentos.
Algo que no era oscuridad, sino cosa así como el brillo de un diamante, llamó su atención de inmediato, y ya repuesto del primer susto, vio ¡oh maravillosa sensación que jamás hubo tenido durante su larga y aperreada vida!,  cómo aquel punto luminoso se iba ensanchando hasta convertirse en poderoso foco de luz vibrante, que le envolvía, que le penetraba, y que le conducía cual si por un túnel estuviera atravesando, a una anchurosa extensión nívea y refulgente…
El narrador hace aquí un inciso, para expresar la reflexión que se le ocurre referida al caso, digna de ser estudiada a fondo por un buen psicólogo o una buena caterva de ellos: ¿No será que aquel último recuerdo del hielo de Macondo, por uno de esos misterios de la mente, le trajo la ilusión de esta impoluta extensión nevada, que nada tiene que ver con la nieve llena de basura y excrementos de la otra?  ¡Ah! En la frontera de la muerte ocurren cosas inauditas muy difíciles de explicar.
Lo cierto es que nada más tomar contacto con aquel inconmensurable silencio blanco, se tropieza nada menos que: “con él mismo”, como si estuviera viéndose ante un espejo; pero es una imagen difusa, de una albura resplandeciente que se esfuma y vuelve a tomar cuerpo ante él una y otra vez incitándole a entablar conversación.
-¿Quien eres tu a quien encuentro cierta semejanza conmigo?  -le pregunta tímidamente.
-No te asustes muchacho, al verme así en este estado. Soy tu verdadero yo, que una vez fuiste engendrado dentro de este planeta desgraciado donde todos los elementos están siempre en descomposición; fuiste perdiéndome con el tiempo y quedaste reducido al estado en que ahora te encuentras. Poco a poco me irás recuperando y te irás identificando conmigo, pero debes tener paciencia, pues tienes toda la eternidad por delante. Para ello cuenta con la inmensa cantidad de amigos de verdad que tuviste durante tu vida terrena y a los que apenas intentaste conocer y aprender de sus enseñanzas y están aquí para acompañarte.
Y Aureliano mirando en derredor, ve a Jack London que allí le estaba esperando acompañado de su perro “Colmillo Blanco”, que viene junto a Gaspar Ruiz, ese honrado gigante, que no otro, sino el bueno de Joseph Conrad nos cantó; Homero de la mano de Aquiles y Patroclo ahora inseparables; Cervantes, si Cervantes, conversando con Shakespeare como si se conocieran de toda la vida, y Víctor Hugo hablando amigablemente con su paisana Santa Teresita de Lixieus, que le decía estas palabras que el otro no comprendía: “Si no hubiera sido por Maxence Van Der Meersch, que me presentó al mundo, qué hubiera sido de mi”. –Y añade-,  El cura de Ars y yo, le debemos ese gran favor. 
Como quién no ve la cosa, también por aquella soledad blanca se acercaban Virgilio, Dante, Tomás Moro, San Agustín y no sé cuantos más, pues en numeroso número numerado habitaban aquellos parajes, que, el bueno de Aureliano, no sabía si era de broma o que era pura y blanca realidad lo que estaban viendo sus ojos.
-¿Qué es esto?  -pregunta totalmente asombrado.
-Se debe –le dice suavemente el norteamericano-, a una cosa muy simple y a la vez de la mayor importancia para ti: TU SALVACIÓN.  Gracias a nosotros y cuanto de nosotros aprendiste, ese, grano de sabiduría que allí alcanzaste, es lo que te salva. Aquí tranquilamente en nuestra fiel compañía, te salvarás…

En Madrid, a 16-1-2017

Francisco





15-1-2017
memorias de la infancia, año 1936

UNA HAZAÑA BÉLICA

La vida era plácida.
Aquella tarde había merendado pan con chocolate con desgana,
pues no había hambre en España.
Pero unos hombres malvados... bum, bummm, una bomba estalla.
¿Qués esto?, pregunto a mi mama.
Tenía cumplidos los siete años y vivía entre hadas.
Pero aquella bomba me arrebató el alma.
¡Vamos, vamos, hijos corriendo, a la rambla!,
que están tirando bombas y se nos puede caer encima la casa!
Arropado en una manta
con mis dos hermanitos en la noche estrellada
vamos con nuestros padres huyendo de la metralla.
De pronto, una bengala
que alumbra el salón de baile del Republicano, mira qué gracia...
Pocas horas antes allí se bailaba.
Mi hermanito pequeño de apenas dos años, exclama:
Mamá, mamaita, ¡Qué música tan rara!
¡Maldita sea la guerra, y maldito sea todo aquel que la prepara!
¡Maldito sea yo, que no se cómo exterminarla!